“Pronto pobre, pronto rico”, empieza la nota del día con una amargura total, y como necesito sacármela de encima de alguna manera, hoy les voy a sacar el cuero y les voy a dar con un caño a los gallegos, pero no a todos los gallegos y voy a empezar con el “gran navegante don Cristhóforo Columbus” (quiere decir Cristóbal Paloma) y creo que tendría que llamarse “Cristóbal Buitre” porque fue el primero que nos vino a saquear nuestros tesoros y nuestra cultura, pero gracias Dios se equivocó y apareció en la loma del c...... y lo siento por los habitantes de la isla de Guaminí porque tuvieron que pagar el pato sin comerla ni beberla.
Ahora que me está pasando la “stafussa” un poco, me dedico a los grandes gallegos, a esos que vinieron a hacer grande la América, a los “ingenieri” italianos y los gallegos, vascos y otros que vinieron soñando un país mejor y se rompieron el lomo laburando detrás de mostradores o en las arduas tareas del campo. También me refiero a los que crearon “la Sociedad Española de Socorros Mutuos” y a los italianos que crearon “la Societá Italiana de Unionne y Benne Bolenza”, aquellos inmigrantes que tenían que dormir en el “Hotel de los Inmigrantes” junto con judíos y demás colectividades y dormían con el sistema de “camas calientes”, igual que hoy.
Y como no se me pasa la “stafussa” vuelvo a los otros gallegos, a los que le dimos de comer cuando éramos el “granero del mundo” y se olvidaron de ello y ahora resulta que somos los “sudacas” y no podemos ni siquiera entrar a España sin que nos pongan miles de trabas y nos piden “garantías” para ir de visita y conocer la tierra de nuestros ancestros. Y como la “stafussa” no se me pasa, sigo con los gallegos de hoy que nos siguen robando y estafando cada vez más, con las aerolíneas, con los bancos, con el agua y con el petróleo y sé que luego irán por la tierra y finalmente seremos colonia nuevamente y doy gracias a Dios que mi mujer me está llamando para comer y me dice que siga después en casa. Al fin llego a casa y me empiezo a acomodar, cuando veo un sobre del Banco Santander Río, que simplemente no abro, porque no quiero amargarme, pero la fiel Teresa (que trabaja hace más de treinta años con nosotros) me dice que llegó un sobre para mí. No le doy artículo y me siento a comer en paz con mi señora ya que la bronca se me pasó. Suena el teléfono y no contesto, vuelve a sonar y me levanto de la mesa tranquilo pensando que es mi hijo que está viajando en ese preciso instante, pero no es él, es nuevamente el Banco Santander para comunicarme que salí favorecido en no sé qué boludez, pero me hizo acordarme que también nos robaron las compañías telefónicas, por fin terminó el martirio, , me voy a acostar y soñar con los angelitos, prendo el televisor y hago algo de “zapping” hasta que llego al canal Retro, que es mi preferido y veo una de cowboys con John Wayne y de repente escucho al gran John diciendo: “Pásame las pistolas, coño”. Apago el televisor, prendo el ventilador y me duermo por fin. En lo mejor del sueño otra vez suena el teléfono y es el Banco Santander Río para anunciarme una nueva promoción, cuelgo, me tapo hasta las orejas y no escucho más el teléfono y me pongo a reflexionar sobre los gallegos y llego a la siguiente conclusión: nos robaron el agua, nos robaron todo lo que conté anteriormente, nos están robando el idioma y la vida privada, ¿qué más nos quieren robar? Dudo en si perdonarlos o no y me acuerdo de los jugadores que se llevan tentados por un vil dinero llamado “euro” y allí tomo la decisión correcta: que se vayan todos a su gran España, que vuelvan a sus brutales corridas de toros, que en la fiesta de San Fermín se metan su famosa “bota” en el c...... y que los coja el toro, y que cuando vayan a Valencia se metan sus peludas gallegas en donde no les da el sol y que el “botín” 43 se lo metan en el mismo lugar y que no vengan más, porque son tan brutos que no saben que los correntinos dormimos la siesta......
Ahora que me está pasando la “stafussa” un poco, me dedico a los grandes gallegos, a esos que vinieron a hacer grande la América, a los “ingenieri” italianos y los gallegos, vascos y otros que vinieron soñando un país mejor y se rompieron el lomo laburando detrás de mostradores o en las arduas tareas del campo. También me refiero a los que crearon “la Sociedad Española de Socorros Mutuos” y a los italianos que crearon “la Societá Italiana de Unionne y Benne Bolenza”, aquellos inmigrantes que tenían que dormir en el “Hotel de los Inmigrantes” junto con judíos y demás colectividades y dormían con el sistema de “camas calientes”, igual que hoy.
Y como no se me pasa la “stafussa” vuelvo a los otros gallegos, a los que le dimos de comer cuando éramos el “granero del mundo” y se olvidaron de ello y ahora resulta que somos los “sudacas” y no podemos ni siquiera entrar a España sin que nos pongan miles de trabas y nos piden “garantías” para ir de visita y conocer la tierra de nuestros ancestros. Y como la “stafussa” no se me pasa, sigo con los gallegos de hoy que nos siguen robando y estafando cada vez más, con las aerolíneas, con los bancos, con el agua y con el petróleo y sé que luego irán por la tierra y finalmente seremos colonia nuevamente y doy gracias a Dios que mi mujer me está llamando para comer y me dice que siga después en casa. Al fin llego a casa y me empiezo a acomodar, cuando veo un sobre del Banco Santander Río, que simplemente no abro, porque no quiero amargarme, pero la fiel Teresa (que trabaja hace más de treinta años con nosotros) me dice que llegó un sobre para mí. No le doy artículo y me siento a comer en paz con mi señora ya que la bronca se me pasó. Suena el teléfono y no contesto, vuelve a sonar y me levanto de la mesa tranquilo pensando que es mi hijo que está viajando en ese preciso instante, pero no es él, es nuevamente el Banco Santander para comunicarme que salí favorecido en no sé qué boludez, pero me hizo acordarme que también nos robaron las compañías telefónicas, por fin terminó el martirio, , me voy a acostar y soñar con los angelitos, prendo el televisor y hago algo de “zapping” hasta que llego al canal Retro, que es mi preferido y veo una de cowboys con John Wayne y de repente escucho al gran John diciendo: “Pásame las pistolas, coño”. Apago el televisor, prendo el ventilador y me duermo por fin. En lo mejor del sueño otra vez suena el teléfono y es el Banco Santander Río para anunciarme una nueva promoción, cuelgo, me tapo hasta las orejas y no escucho más el teléfono y me pongo a reflexionar sobre los gallegos y llego a la siguiente conclusión: nos robaron el agua, nos robaron todo lo que conté anteriormente, nos están robando el idioma y la vida privada, ¿qué más nos quieren robar? Dudo en si perdonarlos o no y me acuerdo de los jugadores que se llevan tentados por un vil dinero llamado “euro” y allí tomo la decisión correcta: que se vayan todos a su gran España, que vuelvan a sus brutales corridas de toros, que en la fiesta de San Fermín se metan su famosa “bota” en el c...... y que los coja el toro, y que cuando vayan a Valencia se metan sus peludas gallegas en donde no les da el sol y que el “botín” 43 se lo metan en el mismo lugar y que no vengan más, porque son tan brutos que no saben que los correntinos dormimos la siesta......
Alberto Raso.
Post Data y Nota del autor:
No tengo a quien dedicarle este escrito, así que se lo dedico a todos aquellos que pensaron honestamente que estaban haciendo un crisol de razas, a los judíos, polacos, búlgaros, ingleses, irlandeses, croatas, gitanos, alemanes y a todos aquellos incrédulos que pensaban en lo que dice el Preámbulo de nuestras constituciones “sin distinción de razas ni credo invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia”. Y a modo de chisme les cuento que ellos ayudaron a los ingleses durante la Guerra de Malvinas y ruego que vuelva Franco y les dé una hermosa patada en el traste que es lo que se merecen realmente y que el Peñón de Gibraltar se lo den a los ingleses porque seguramente, sino también se lo robarán...... Y finalmente los perdono porque son “nuestra madre patria” y por eso le tocaron como hijos, nosotros los argentinos, que es lo que se merecen......
Alberto Raso (con bronca) más “pobre que nunca”.
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