miércoles, 4 de noviembre de 2009

Un país de ¿primera?

En “Recordando a Belgrano” dije que éramos un país de cuarta, hoy después de las elecciones me di cuenta que en realidad no somos un país de cuarta, somos un país de primera, claro si empezamos a contar desde atrás para adelante. O si hacemos como Nostradamus y escribimos “encriptados”, porque la realidad nos muestra otra cosa, en primer lugar nos mandaron a votar como animales y los políticos que ganaron son nada más que “más de lo mismo”. El día de las elecciones hubo que votar en forma obligatoria, parece que justamente ese día la fiebre que azota al país no existía, porque ni siquiera se obligaba a usar barbijo a nadie, sólo a los que estaban en las mesas.
Al otro día de las elecciones empezó de vuelta la gripe y el “dengue” que tampoco existía el día de las elecciones, al otro día apareció nuevamente, ¿qué raro, no? Hoy el barbijo más barato cuesta ocho pesos y por supuesto nadie los compra, porque ahora resulta el asunto del “barbijo” parece que tiene pocas horas de efectividad, lo que le da “pingues” ganancias a los farmacéuticos inescrupulosos y armado todo el “circo” y además como siempre “hay gran demanda” de barbijos que sólo se venden de contado rabioso. Hace dos meses atrás, yo compraba para la gente que trabaja para nosotros más de 80 barbijos y si usted tiene una industria seguramente también lo hacía.
Hoy ni usted ni yo podemos hacerlo. El gobierno rápidamente se ¿hizo cargo? de la situación y cerró escuelas y universidades y demás yerbas, pero se ¿olvidaron? Del casino y pusieron como única condición que el croupier use barbijo y que los juegos de ficha se saquen de circulación cada tanto y ¿luego? Luego de una “lavadita” y de vuelta al “ruedo” y las autoridades sanitarias no hacen nada al respecto y por supuesto que no hacen nada, porque no saben nada, todos son puestos políticos, a veces se pone a un ingeniero para que dirija la “cuestión” sanitaria y etc, etc, y si cruzamos el puente y vamos al Chaco veremos un caso especial donde la esposa del gobernador que estaba a cargo de la salud y como tampoco sabe un corno de sanidad, porque no es doctora en medicina, tiene que esperar que los que saben, le vengan a enseñar y así les fue con el dengue.
Mientras tanto la famosa gripe ya se multiplicó por miles. Mientras tanto esa epidemia ya se transformó en pandemia, porque los señores doctores, para que no cunda el pánico, ocultan la información diciendo que son 414 casos “probables” o “sospechosos”, mientras pasa todo esto el dengue vuelve, porque en realidad sólo se fue para las elecciones y misteriosamente volvió y nuevamente no hay repelente y así continúa la cadena, los pobres se tienen que joder, y los “dragones” siguen engordando. Los pobres sólo sirven para votar y solamente un día, después de ese día ya no alcanza el “presupuesto” y las dos bolsitas (que seguro están vencidas) le alcanza para comer esos dos días posteriores a las elecciones y los colchones que le dieron antes de votar lo tienen que vender para poder subsistir y así sucesivamente, y las promesas que le hicieron antes de las elecciones ya no las pueden cumplir porque no le alcanza el presupuesto, porque el 20% de ese presupuesto está destinado a los gastos de su elección y el otro 80% está en el bolsillo de los políticos corruptos que “supimos conseguir” y por esta vez me voy a permitir el siguiente exabrupto: ¡Viva yo y que trabajes vos! Pero todavía no voy a terminar, porque anoche a las diez murió el sobrino de un amigo, víctima de la maldita fiebre que se lo llevó en una semana del Hospital Vidal y cuyo nombre estoy obligado a decir, para que les quede marcado en la conciencia de los políticos que ocultaron el “asunto” por razones de “Estado”; su nombre es Villalba, sobrino y hermano de dos médicos prestigiosos, ese señor que murió porque el “maldito sistema” lo mató tenía 32 años.
Y como todavía no se va, ni se me va a ir la bronca, les voy a contar lo que pasó anoche en la conferencia que dieron Kasansew y tres grandes que hundieron los más importantes buques de la flota pirata entre ellos el Sheffield, el Brilliant y el Conqueror. En un momento de la conferencia yo pregunté varias cosas que me importaban al comandante Arca y él me contestó certeramente y bien concreto, cosa que todos entendieran bien, pero luego se levantó una persona mayor y le preguntó cuánto ganan estos señores que se jugaron la vida en Malvinas para que otros inescrupulosos se estén rascando las b...... atrás de un escritorio, caso concreto el borracho inútil y atorrante del general Galtieri. El comandante con las más altas condecoraciones al valor contestó tímidamente: “$3.500 moneda nacional”, cifra que gasta cualquier senador o político de la Nación multiplicado por diez $35.000, más comisiones, gastos de representación y demás yerbas, más los 30 asesores “angaú” que tienen atrás y al p......
Y yo me contesto: “¡Vivan los héroes de Malvinas, y mueran los políticos corruptos!”

Alberto Raso – Nos vemos – Con bronca.

Nota del autor I:
Éste no sólo es un país de décima, sino que además los “dragones” se siguen reproduciendo, a ellos habría que prohibirles por un decreto de necesidad y urgencia, que no se sigan reproduciendo, y habría que ponerlos en una cápsula de nitrógeno líquido como Walt Disney y volverlos a la vida a los mil años, cosa que al despertar vean que están solos en el mundo y allí, entonces veremos con quien se pueden “rebuscar”.

Alberto Raso – Kamikase –

Nota del autor II:
El que suscribe se acaba de enterar que el “voto” de nuestra presidenta bipolar, costó 208.000, por supuesto pagado por el señor pueblo. Suerte que los políticos duermen, ¿no? También se acaba de enterar que cerraron el casino, vamos a ver cómo se rebuscan ahora los dragones.

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