Historias y personajes de Curuzú Cuatiá

Algo del cementerio

Fue el año 1978, los señores Juan Ferreira Quiróz, Quique Chiape y Ascensión Vega, formaron una sociedad inmobiliaria y asediados por la crotera imperante en esas épocas radicales, agarraban lo que sea para poder subsistir y un buen día le dieron para vender un panteón cuya lápida rezaba: Aquí yace Anacleta Sellaré y entre paréntesis decía “Queta” y luego “tus familiares e hijos”. Dicho panteón fue vendido a un personaje de alta sociedad ganadera de Curuzú Cuatiá, y allí termina esta historia, aunque mi opinión personal es que “doña Queta” lo único que hizo fue volver a renacer entre los personajes tan conocidos por ella. Demás está decirles que “doña Queta” fue la dueña de una conocida casa de citas, o como decíamos en esas épocas simplemente un “quilombo”, pero no de los de ahora, porque ahora “quilombo” significa cualquier cosa que ande mal, como el país

Alberto Raso.

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El autor dedica este homenaje a doña Queta Sellaré, porque de ese lugar, muchas generaciones perdieron su virginidad y empezaron el arduo camino de transformarse en hombres, y perdieron su inocencia.

Nota del autor:
Esta nota fue realizada mediante datos otorgados por uno de los protagonistas.