miércoles, 16 de diciembre de 2009

Escribiendo una carta al cielo y esperando una que viene del cielo

Querida mamá, te escribo para contarte que ahora ya no sos abuela, ahora sos bisabuela y tus bisnietos más chiquitos, son lindos por demás, los hijos de Albertito son iguales a él cuando era chiquito.
La hijita de Juan Manuel es muy hermosa, parece una rosa a punto de florecer y por supuesto es mujer. El varoncito tiene ya dos añitos y a mí me parece, que a nadie se parece, vamos a ver que pasa cuando más crece.
El segundo de Albertito también es hermoso y es bien gordito, parece un oso, sus ojos son transparentes, por ahora son color miel como los tuyos pero yo intuyo que no van a ser como los tuyos, sino celestes como los de él.
La que nos tiene preocupados es Virginita, porque todavía no tiene compañero y por eso yo no quiero que ella siga sola y que a nadie le dé bola. Lo que sí me da placer es saber que es como vos, es una buena mujer. Yo creo que con el tiempo va a olvidar sus viejas penas y va a encontrar un hombre que la sepa comprender y va a encontrar al final del camino, a su príncipe azul, porque merece ese destino, al final de su camino. Yo te cuento que ahora estoy escribiendo un poco de todo, pero siempre a mi manera, no como escribe cualquiera y los domingos espero tu llamado, pero el llamado no llega, no sé qué estará pasando, parece que las llamadas de larga distancia ya no andan como antes, parece que los gallegos de ahora son una manga de atorrantes, no son como los que llegaron con la abuela Emilia, a esos sí que los quiero. Te cuento que recibí un nuevo premio y con este ya van ocho y ahora lo voy a aceptar, porque creo que lo merezco porque estoy cansado de tanto trabajar, y por supuesto que a vos te lo voy a dedicar.
En los años anteriores estuve un poquito loco, me acordé uno por uno y los aprendí con el tiempo. Y de las promesas que te hice, una sola no cumplí, y te juro que lo lamento, pero todavía tengo tiempo para cumplir mi promesa. En realidad “casi” cumplí mi promesa, pero por algunas razones que no te quiero contar, dejé la abogacía, porque en algún momento que lamento, la carrera me pareció una porquería.
Y ahora no quiero hablar más de mí y empiezo a preguntarte a vos, pero nada puedo aconsejarte, porque vos sabés de todo, y entonces te pregunto yo ¿cómo anda papá, Silvia y Dito? ¿papá sigue insistiendo con el asunto del agua? Seguro que sí, porque ahora sí que está jodido el asunto del agua, ahora ya la están cuidando y recién ahora las canillas están cerrando.
¿Silvia cómo anda? ¿Siempre regalando sus tesoros a todo el mundo? Espero que no regale sus hermosos ojos moros y los guarde para siempre y no tenga más dolores, sino placeres hermosos, como sus hermosos ojos moros.
¿Y con Dito, cómo es la cosa en su casa? ¿Encontró la dama de sus amores? ¿O siguió regalando flores? Yo estoy seguro que encontró la dama que quería y después de buscar y probar tanto se quedó con Ana María.
Y bueno mamá estoy terminando mi carta al cielo y espero que llegue pronto, porque aunque parezco un tonto, siempre espero tu carta o tu llamada de los domingos y no sé si espero o anhelo y es la causa de mi desvelo, recibir tu carta o tu llamada de los domingos…… desde el cielo……
Tu hijo Tatín, con un beso enorme para todos los míos
De Sarita y nosotros y los otros que vinieron después.
Alberto Raso – La llamada del domingo –

Una mujer de anchas espaldas

Hoy 4 de febrero de 2009, comienzo a escribir la historia más triste de mi vida, la más dramática y la que seguramente me causará más penas. Voy a tratar de suavizarla lo más posible y a buscar la forma que me produzca menos dolor, tanto a mí como a mí familia y a todos aquellos que nos quieren. Por razones obvias voy a empezar por años felices, que son siempre los de la juventud, pero mi madre tuvo muy pocos años felices ya que tuvo que trabajar desde muy temprana edad.
Mi madre nació en Quilmes, provincia de Buenos Aires, hija de gallegos inmigrantes con muchos estúpidos títulos de nobleza que nunca sirvieron para nada. Sus padres fueron Carlos Reina y Emilia Álvarez de Reina, de profesión modista, parapsicóloga (recibida con título de un prestigioso círculo de Buenos Aires, “Escuela Basilio”) y por las noches era contratada para animar fiestas en las cantinas y piringudines de La Boca. Su madre (mi abuela) murió a los 92 años y mantuvo hasta el último día de su vida un espíritu alegre y festivo y además hizo artesanías y cosas manuales (además de leer las manos, tirar el tarot y muchas cosas más hasta su último aliento)
Pese a todas las peripecias de su vida, mi abuela (viuda desde los 17 años) le dio a sus tres hijos (mis tíos) la educación necesaria para desempeñarse en la vida, Toto y Tota fueron maestros y su otra hermana también. Mamá se recibió con honores en el Colegio Nacional de Quilmes, Toto ingresó a la Marina y terminó sus días como despachante de aduana y su hermana menor Delia se casó con un gremialista de ferrocarriles (que no laburó nunca) pero le dio una buena vida y nunca le hizo faltar nada.
Mi madre se casó a los 19 años con Pequeño Gran Hombre que estaba siempre deambulando de lugar en lugar, Pequeño Gran Hombre y mamá fueron muy felices porque ambos eran gente de un solo amor. En el año 48 papá volvió a buscar a mi madre y ambos partieron al fin del mundo (Comodoro Rivadavia) y pasaron todas las odiseas que ya conté en el capítulo de “Pequeño Gran Hombre”.
Cuando llegaron a Curuzú ambos supieron que era el lugar de su destino final, su lugar en el mundo.
Papá siguió viajando y mamá se afincó definitivamente en Curuzú, compró con sus ahorros la casa de Juan de Vera Nº 732 y rápidamente creó la que fue la boutique (que más que una boutique parece un almacén de ramos generales) más importante de la provincia, a la que llama “Casa Silvia” en honor a su nena (la niña de sus ojos de papá) y la que acompañó mi madre, hasta la edad de 33 años.
Pero....... nuevamente la taba sabe culo con la temprana muerte de Pequeño Gran Hombre y mamá pasa a ser la mujer del luto eterno. Yo tengo 13 años recién cumplidos y la orden del doctor Noziglia es terminante : “¡Doña Tota, ya! ¡Tiene que hacer un viaje largo a cualquier lado!” Dito opta por seguir estudiando, Silvia y yo acompañamos a mamá a San Pablo, Porto Alegre, Alegrete, Santos y finalmente Río de Janeiro. El viaje dura treinta y cinco días en total, pero la tristeza de la dama del luto eterno no aguanta más y decide volver imprevistamente a Curuzú. Antes de dicho viaje mamá y Silvia van a Brasilia (nueva capital de Brasil, nunca aceptada por los brasileros) yo me quedo encerrado en un hotel leyendo revistas con la playa a media cuadra. Es el hotel Copacabana; a veces miro por la ventana pasar el famoso carnaval y me da profunda tristeza el paso de las comparsas.
Finalmente volvemos en avión hasta Uruguayana y de allí a Curuzú. La dama de luto eterno usa la vieja máquina Kodak de mi padre y Silvia una Kodak nueva con la que sacan miles de fotografías, sobre todo de Brasilia. ¡La dama se trae una idea bajo el poncho! Silvia tras miles de regalos y de souvernirs para todos, y yo traigo todos los caracoles que puedo y varias tortuguitas en ambos bolsillos de mi camisaco tipo cazador que nunca dejé de usar.
Cuando llegamos a Curuzú mamá vuelve al luto y estudia que lugar comprar allí, para hacer una nueva boutique y se decide por la propiedad de Don Homero Ferrer (tienda “Casa Ferrer”) situada a media cuadra de mi casa y rápidamente la hace remodelar al estilo Brasilia pero respeta las ideas de Pequeño Gran Hombre y sigue en casi todo su estilo, grandes ventanas, piedra laja y rejas en la entrada (hoy está igual)
Llama al arquitecto Espinosa y planifica según las nuevas tendencias (que no sirven) el departamento de arriba de 144 metros (al igual que el negocio de abajo 12 x 12) y le hace estructuras para cinco pisos olvidando los consejos y enseñanzas de mi padre, de que en Curuzú no sirve el hormigón armado ni las estructuras rígidas si no tienen un sistema de encadenado especial y además no sirven los techos de hormigón salvo que tengan chapa o tejas arriba. Quizá hoy con estructuras livianas y nuevas técnicas se pueda lograr. Pero pienso que no. Además mi padre sabe que bajo las cloacas corre un arroyo subterráneo. La mujer del luto eterno tiene la fuerza y el vigor que transmitió Pequeño Gran Hombre, Silvia la sigue acompañando en el negocio, yo ya empiezo o termino la secundaria y mi madre decide mandar a su hija a Buenos Aires a estudiar lo que quiera y alquila por quince años un departamento de Rodríguez Peña Nº 36 4to piso. Silvia estudia Filosofía y Letras, Abogacía y algunas otras cosas, nada termina y madre decide mandar a la niña de sus ojos a Europa durante tres meses. “Casa Silvia” sigue progresando a pasos agigantados. Mamá no abandona su luto ni su lucha y algunos años después vienen todas las hecatombes que sufrió el pueblo argentino y todos los altibajos, viene Martínez de Hoz y Brasil con su 2 x 1 y luego la moneda fuerte es la brasilera y etcétera, etcétera........
Pero la mujer del luto eterno no se entrega, compra cientos de gamulanes en Mercedes (“Ingamer”), pulóveres en Mar del Plata y camperas inflamables (cientos) y vende en todos lados, yo ayudo en lo que puedo y por grandes desilusiones dejo la carrera de Abogacía faltándome seis o siete materias. Dito está recibido con honores a los 22 años y viaja becado a México, ya llegan los años tristes nuevamente de los setenta y mi querido hermano, el hombre que no se rinde es puesto injustamente a disposición del Poder Ejecutivo y mi madre vende todas sus joyas y algunas propiedades y sigue paso por paso los destinos que le dan a mi hermano; no le pierde pisada, habla con todos los que hay que hablar pero nadie responde, golpea todas las puertas pero nadie abre. Casi dos años después (yo aún estudio en Corrientes) llega un telegrama que aún conservo con el siguiente texto: “Mamá y Dito vuelven felices”, firmado Silvia. Yo voy a la Marina a los 26 años y luego de interminables y diarias preguntas del Servicio de Contrainteligencia Naval y continúan las preguntas pero mamá siempre está atrás para protegerme. En el primer franco que me dan me caso con el amor de mi vida, la mujer de mi destino, que cumple 21 años. Mi madre viaja a Corrientes y apoya mi decisión y se viene rápidamente y se hace una fiesta a la americana, madre pone el champagne y creo que el traje de novia, Peloncho hace los últimos arreglos, Antorena es testigo de casamiento, Zitrinovich pone la vajilla y otros enseres. En el casamiento por civil yo uso mi impecable traje marinero y a la noche un traje alquilado en “La Cañita”. Mis padrinos de casamiento por iglesia son mi hermano (por poder representado por otro amigo), los padrinos de Sarita son Juanchi y María Marta Moglia Guimaraes. Toca la marcha nupcial....... Zubieta y Juanchi está apostado el campanario, nos casa el padre Chesqui y los anillos son de plata porque la cosa no da para más. Mamá también está atenta, pero el padre Chesqui (quizá por intuición o por alguna otra causa) da un sermón maravilloso y termina diciendo que lo que Dios une nada ni nadie puede separar.
Para ese entonces yo era considerado por caso todos los curuzucuateños un pequeño Robledo Puch y eran muy pocos los que daban algo por mí, sólo mis amigos, mi familia y mi fiel compañera.
Era obvio que mis suegros pensaran que no era el candidato para su hija (yo haría y pensaría lo mismo) pero algo (que yo no sé) pasó y mis suegros me perdonaron y al otro día yo estaba llegando a Curuzú, mientras mi madre miraba atenta con Silvia desde la ventana. Pero esa es otra historia y como no puedo contener mis lágrimas seguiré mañana o pasado. La historia de mi madre es siempre con altibajos, una de cal y una de arena. Siempre tiene motivos para ir al cementerio, siempre un luto eterno. Silvia la acompaña a todos lados y se vuelve imprescindible, a pesar de que el negocio marcha solo porque ya están nuevas personas ayudando, las hermanas Ada y Neneca Tamburini, luego Tucha Uribe y Nidia Aztiazallán y Nilda Vallejos. Son años de prosperidad, el dinero sobra, Silvia se enamora varias veces e incluso se casa con paracaidista (de esos que pasan por Curuzú) y luego de varios fracasos cae en una profunda depresión de la que nunca más sale. La niña de sus ojos muere a los 33 años víctima de la indiferencia humana, entre ellas, la mía y eso me hará llevar una cruz a cuestas a lo largo de mi vida.
La Dama de Hierro se siente perdida, a partir de allí ya jamás será lo que fue y vuelve al refugio de los cementerios y ya el luto es permanente, sólo le quedan los recuerdos y sus dos hijos varones que poco y nada le sirven de aliciente, parece que ya nada la consuela, solamente encuentra ánimos para sobrevivir cuando llegan sus nietos de visita. De las miles de personas que antes la visitaban y adulaban quedan muy pocas. La mujer del luto eterno adopta un nuevo tipo de luto, se coloca un pañuelo blanco en la cabeza y siendo liberal hasta los huesos, camina y camina con su pañuelo, tanto por Curuzú como por Buenos Aires.
Ya “Casa Silvia” no existe, hasta las letras de bronce con su nombre pasan a ser parte del panteón solitario construido con sobriedad por Constantine.
La mujer del luto eterno tiene muchos candidatos y yo en actos de irresponsabilidad y celos me encargo de espantarlos uno a uno.
La antigua “Casa Silvia” ya no existe, ahora pasa a llamarse “Gastón Deportes” y madre pasa a vivir en el lujoso departamento de arriba, mi hermano pide su parte de la herencia y pasa a ser dueño de la gran casa construida por mi padre en donde instala su consultorio y vive en la casa de las piedras lajas y alquila la parte de atrás. Construye en ella cuatro departamentos y una casa principal (la casa de Juan de Vera Nº 732 aún está intacta)
Lentamente madre va saliendo de su ostracismo y viaja tantas veces como puede a Buenos Aires a visitar a su madre, donde suele quedar varias temporadas, cuando se cansa va a Puigarí y hace viajes a todos lados con los jubilados mientras reclama la jubilación de mi padre que nunca pudo cobrar y cuya suma es cuantiosa. Dito y yo seguimos nuestro camino, Dito siempre en lo suyo y yo en las más diversas actividades que quizá después cuente. Madre nunca pasó un domingo sin llamarnos por teléfono, yo a veces hoy cuando alguien llama, espero que sea ella.
Yo ya tengo tres hijos y hago lo que sé hacer, me dedico a la chacarita a medias con un amigo-enemigo. Madre se entera y me dice: “Las medias son para los pies” y no sé de donde consigue dinero y me compra la otra mitad de la chacarita, yo estoy feliz porque eso me gusta y me da la oportunidad de juntar cosas viejas (mi pasión) y empiezo a fabricar lámparas y practico algo de dibujo haciendo pequeñas etiquetas para varias boutiques.
Mi suegro nos regala (años antes) una casa en la que aún vivo y ella nos visita periódicamente, trayendo siempre regalos para mis hijos a los que adora.
Madre sigue viajando y ahora tiene la responsabilidad de cuidar a su propia madre en Buenos Aires que ya tiene 90 y casi no camina, pero de cualquier manera llama los domingos y pasa siempre las Navidades con nosotros en cualquier lugar que fuera. Cuando es en Curuzú prepara un mes antes la mesa navideña y el arbolito y pesebre en el descanso de la escalera.
Madre sufre una embolia cerebral y yo viajo idas y vueltas a Corrientes. Cae en un coma profundo e inexplicablemente cada vez que voy me toma fuertemente la mano, respira con un tubo en la garganta y mi hermano sabe que es el final pero yo me resisto a creerlo. Yo viajo a Corrientes y cuando llego, ya la mujer del luto eterno está en el cielo, vuelvo en forma instantánea pero no puedo ni despedirme, solamente me quedó el consuelo de que murió en brazos de mi adorada mujer. La mujer del luto eterno al fin descansó, pero aún nos sigue cuidando desde las lejanas sin cuenta estrellas.
Todos aún la extrañamos y yo le debo algo que quisiera cumplir alguna vez.
Con amor para mi madre, de sus nietos y
un abrazo profundo de tu hijo Alberto.
Nota del autor:
Nunca olvido tus consejos, ni tu sabiduría innata.
Alberto Raso

Quevedo el increíble

Soneto amoroso definiendo el amor

Es hielo abrasador, es fuego helado
es herida que duele y no se siente
es un soñado bien un mal presente
es un breve descanso muy cansado.
– o –
Es un descuido que nos da cuidado
un cobarde con nombre de valiente
un andar solitario entre la gente
un amar solamente ser amado.
– o –
Es una libertad encarcelada
que dura hasta el postrero parasismo
enfermedad que crece si es curado.
– o –
Este es el niño amor, este es tu abismo
mirad cual amistad tendrá con nada
el que en todo es contrario de sí mismo.

Nota del autor:
Si yo tuviera que elegir entre Lope de Vega y Quevedo, les daría un empate, pero no puedo hacerlo porque cuando no sé qué decir recurro a Lope de Vega y sería injusto que lo traicionara en este momento.
Alberto Raso

Pronto rico, pronto pobre

Pronto rico, pronto pobre, es nada menos que la historia de nuestra vida familiar que comienza así:
Me levanto yo a las siete de la mañana y recorro los bancos, siempre eternamente en rojo y cuidando de no pasar mi límite.
Mi mujer y mi hija se levantan cuando yo vuelvo del banco y llegan algo después y trabajan desesperadamente hasta las doce y nada cambia.
Mi hijo Alberto hace lo mismo, pero en Buenos Aires y trabaja según los horarios propios de Buenos Aires y a la noche está en la computadora trabajando mientras cuida a sus dos hijos.
Juan Manuel trabaja de tarde y hace vanos intentos de cobranza hasta altas horas de la noche.
Y toda la familia entera vuelve a casa con los bolsillos vacíos y llenos de cuentas. Todas las pasamos de alguna forma y yo estoy escribiendo cada vez más rápido, porque se acerca la hora en que llame mi mujer para que vaya a cenar, y miro hacia fuera y veo pasar miles de vehículos de políticos nuevos en autos 0 km y pienso que tenemos miles de cosas en cinco depósitos que ya no alcanzan y vuelvo a la realidad pensando en que mañana será el gran día y miro a mi derecha y veo un cómico llavero que dice: “el que trabaja no tiene tiempo de hacer plata” y me voy a dormir y todos pensamos, mañana es el gran día...... ¿será así?

Nos vemos. ¡Me quiero jubilar!... Para seguir trabajando.
Alberto Raso –
Nota del autor:
Recuerdo a Joan Manuel Serrat y digo: ¡Hoy puede ser un gran día y mañana también!

¿Por qué no podría ser masón?

A pesar de que me gusta la filosofía de los masones y todo lo que ellos hacen y pienso que solamente una “sociedad secreta” podrá salvar al mundo (cosa que relato en mi primer libro bajo el nombre de “Teoría de la Involución parte 1 y 2), jamás podría ser como ellos a pesar de que desde mi nacimiento tuve predestinado a ser masón, porque el 11 de diciembre (fecha de mi natalicio) se festeja el “día del masón” y no sé por qué razón hay algo en mi yo interior que me indica que no podría nunca ser un miembro de esa “sociedad secreta”.
Durante varios años he pensado atentamente en ello y nunca pude descifrar ese “por qué” ya que en varias oportunidades me han invitado a lo que ellos llaman “tenida blanca” he incluso me han invitado a alguna ceremonia de “iniciación” y no la acepté.Yo sé todo lo necesario sobre masonería y leí bastante sobre ello y aunque no soy experto total en ello, creo que podría ser un buen miembro de esa honorable sociedad pero hay algo que me indica que no debo ser masón. Buscando en el fondo de mi mente, hoy 24 de noviembre del año 2009 creo que encontré las causas del por qué de ello y voy a enumerarlas una por una, tratando de explicarme yo mismo los porqués.
1) Porque yo, al igual que los masones, no quiero estar atado a nada ni a nadie y quiero ser libre.
2) Porque los masones no creen en Dios y yo creo firmemente en que Dios existe.
3) Porque yo no quiero viajar al “Oriente” de los masones y sí al cielo de mis sincuenta estrellas.
4) Porque los masones hacen el bien de una manera oculta y yo lo único que pretendo es enseñar a todos los que pueda algo de lo poco que sé de la manera más nítida posible.
5) Yo sostengo que todos los de mi promoción son masones porque actuamos entre nosotros de esa manera y pareciera que hay una contradicción entre lo que digo y sostengo, pero no la hay, porque solo nos comportamos entre nosotros como masones y cuando estamos con otra gente no nos comportamos de igual manera.
6) Porque alguien tiene que contar cómo fue nuestro pueblo en los años setenta y yo soy el único que por ahora lo está haciendo, ya que muchos cuentan historias aisladas pero yo lo hago en forma totalmente específica.
7) Yo también hago el bien sin mirar a quien, pero lamentablemente lo descubren porque nunca falta alguien que me descubre o sale en el diario o en propagandas del teatro Vera el agradecimiento a nuestro negocio, ya que siempre prestamos muebles para alguna ambientación.
8) Aníbal Toseti es el patrocinante del premio “Convivencia” y me nominó 9 veces en los últimos 10 años y lo publicó en todos los diarios, no pudo mantener el incógnito.
9) CARIDI, fundación para niños con incapacidades me nominó 3 veces, una acepté y la otra también pero de incógnito.
10) En el año 82 mi familia y algunos amigos empezamos (antes que nadie) una campaña de solidaridad para juntar alimentos, salió en los diarios con una frase que dije yo: “algo había que hacer”.

En conclusión: sólo puedo comportarme como masón, pero es imposible que yo sea lo que quiero ser, por lo menos hasta que deje de ser escritor o narrador de historias y como eso no va a ocurrir nunca, porque no me va a alcanzar una vida para escribir todo lo que quiero sobre mis amigos en Corrientes, de Curuzú y de mi familia. Simplemente por eso no puedo ser masón, así que lo único que puedo hacer es envidiar a mis amigos masones.

Alberto Raso

Pensamientos sueltos II

Hay tres clases de personas que aun compran libros: los que compran para leer, los que compran para parecer y los que compran para tapar las manchas de humedad de la pared.
Tatín

También hay tres tipos de personas que entran a una biblioteca pública: los que trabajan allí, los que quieren saber más y los que quieren guarecerse de la lluvia.

Tatín

También hay tres tipos de personas que entran actualmente a un teatro: los amantes de la música, los músicos que tocan y los que están muy aburridos.

Tatín

También hay tres tipos de pobres: el pobre digno que trabaja, el pobre que no tiene trabajo y el pobre caradura que tiene un plan “Descansar”.

Tatín

¿Sabía usted que la palabra “fantasma” viene de la palabra “fantasía”?

Agustín

¿Qué pasa Agustín, si te dicen “Tin”?
¿Qué pasa Agustincito, si te dicen “Gordito”?
¿Qué pasa Gordito, si te dicen “Dito”?
¿Qué pasa Gordito, si te dicen “Tito”?
No pasa nada queridito, porque sos muy pequeñito
después vas a ser más grande, pero ahora sos chiquito
después más grande todavía, pero hoy sos un osito
te quieren tus papás y también tu hermanito
te quieren tus tíos y también tus abuelitos
te quiere todo el mundo y también tus amiguitos
nacistes fortachón y serás como Sansón
después serás más grande y fuerte como un oso
yo sé lo que te digo y lo digo con razón
seguirás creciendo y serás muy hermoso
tu sonrisa brillará como un sol en primavera
serás como tus padres y también serás famoso
las mujeres suspirarán y correrán la vida entera
no te dejes alcanzar, porque serás muy hermoso
y podrás elegir la mejor, la verdadera
a mí me desespera y me pone muy nervioso
esperar el momento, en que elijas, de primera...


Querido Agustín, hoy sos un oso de peluche, que no cabe en un estuche, pero mañana sabrás qué quiere decir Agustín, porque Agustín viene de Augusto y Augusto quiere decir eso: Augusto y significa Gallardía y es nombre de reyes, de nobles y guerreros y tus padres otras vez han acertado al ponerte Agustín porque ese nombre es sonoro y suena como un clarín, y tus ojos son muy hermosos y son tu mejor tesoro, brillan más que el sol y valen más que el oro.
– Tus abuelos –

Tengo compañera, tengo compañía

De la serie Familia:

Ya no me confunde, la noche y el día
no tengo enfermera, ni la necesito
la ropa me saco, la ropa me quito
pero, pero... tengo compañía.
-
No me preocupa, si nadie me espera
no necesito muleta y camilla
no me duele nada, ni una costilla
pero, pero... tengo compañera.
-
No quiero ser joven, no quiero ser viejo
no digo nada, ni me desespera
no tengo yo nada, no tengo complejo
pero, pero... tengo compañera.
-
Ya no me importa ser gordo o ser flaco
tampoco me importa, heladera vacía
no me interesa pulover ni saco
pero, pero... tengo compañía.
-
No tengo tristeza, mas bien alegría
nada interesa si alguien me espera
todo me lo tomo con filosofía
pero, pero... tengo compañera.
-
No tengo pereza, ni melancolía
nada me mata, ni me desespera
tampoco me importa, si nadie me fía
pero, pero... tengo compañera.
-
Todo me lo tomo, con gran alegría
la vida me paso, en una primavera
ya no me confunde, la noche y el día
pero, pero... tengo compañera... tengo de primera.

Alberto Raso

"Sarita y Virginia, las cailerelas de Dios"

De la serie Familia:

Metéle Sarita, meté candela!
vivo corriendo, como un tarado
Virginia, Virginia a toda vela
tengo que irme y estoy parado
sus careles brillan como diamante
sigo mirando, estoy cansado
dura su brillo, en todo instante
vuelvo a mirar, estoy extasiado
el brillo dura y es insinuante
ya estoy tranquilo, estoy calmado
sus ritmos de vida son extenuantes
estoy cansado y sin embargo, sigo extasiado!......
Nota del Autor:
Mi hija Virginia y mi esposa son las encargadas de dar luz a nuestro negocio, son capaces de armar una araña de 28 o más luces en una mañana, nunca se cansan y tienen tiempo para todo y para todos, son simplemente las caireleras de Dios.
Alberto Raso

Pensamientos

"El hombre que pone por delante a su familia para ocultar sus propias torpezas y delitos no merece vivir en este mundo."

Alberto Raso

Nota de autor:
Dedicado al Sr. XX que me robó física, material, y psíquicamente 3 años de mi vida y me condenó a vivir por el resto de ella atado a pastillas. Acordáte XX que las cosas se pagan en este mundo y yo voy a vivir y trascender y vos a vivir atado a tu consciencia no sólo por mí, sino por haberte escudado atrás de tu familia que hoy está presa gracias a tu traición.

Otra vez aparece Soy Leyenda

Hacía bastante tiempo que los muchachos de nuestra promoción no nos encontrábamos, el comedor universitario ya estaba cerrado y cada cual había ido para donde podía, yo particularmente fui a vivir a una cortada en la calle juncal 2240, la casa era muy modesta, tenía una habitación grande, una de 2 x 3, una cocina y un baño exterior que más que baño parecía un antiguo excusado. La casa estaba rodeada de galerías y por ese entonces yo vivía solo en mi súper mansión-rancho.
Ya habían llegado nuevas generaciones de estudiantes y entre ellos el “moncho” Güenaga, los “conejos” Marín, Lucio Fernández, Lucio Aspiazu y Huguito Zualet (el enano maldito). Algunos de ellos frecuentaban mi casa (sobre todo cuando había asado) la carne valía monedas y los asados los hacíamos sobre los alambres de una vieja cama. Un día en que estábamos reunidos nos enteramos que Antonio Tarragó Ros venía a Corrientes de gira “artística” y nos pusimos a buscarlo hasta que lo encontramos en un hotel de segunda, en ese momento eran tiempos difíciles para él porque recién estaba dando sus primeros pasos y Buenos Aires era una ciudad fría, donde los curuzucuateños eran solo un número y Tarragó era uno de esos tantos números y quizá uno de los últimos, superar a la leyenda mayor era difícil.
Uno de los pocos estudiantes con auto en ese entonces era yo, que tenía un nuevo fiat 600 color celeste.
Antonio no tenía auto en qué moverse para sus giras y yo le ofrecí el mío, el único problema era hacer entrar a su conjunto, tres integrantes, más los instrumentos, más un chofer que además de manejar tenía que hacer de “plomo” y otras cosas. Yo no podía acompañarlo porque tenía examen y le pedí a Moncho que lo hiciera, Moncho solícito como siempre, aceptó gustoso la invitación y después de intentar meter todo el instrumental, nos encontramos con otro problema, ¿cómo meter las largas piernas de Antonio? Pero con voluntad todo se puede y de alguna forma entró. Yo con gran placer y dolor le presté mi nuevo saco “Cazadora” que le quedaba de “película” y partieron hacia los lugares más recónditos de Corrientes y del Chaco, la gira duró una semana y tuvo gran éxito, cuando volvieron, Antonio venía con una pata afuera de la ventana y Moncho hecho bolsa, pero contento, esa noche comimos un gran asado y el héroe de la jornada fue el Moncho Güenaga, Tarragó hizo unos cuantos pesos, pagó el asado y volvió a Buenos Aires en avión en el que seguramente habrá podido acomodar mejor sus largas piernas.

El Moncho x 2

En la década del setenta, tanto Moncho como yo teníamos una fuerza descomunal, era una época en que el paseo obligado de Corrientes era por calle Junín que corría al revés de lo que corre actualmente y el ancho de la calle era mínimo. Un grupo de “cajetillas” de Corrientes estaba sentado en el bar “Il Piccolo”. No teníamos ningún lugar para estacionar y luego de dar como veinte vueltas alrededor de la manzana encontramos un lugar exactamente frente al Piccolo, pero ni siquiera un pequeño fiat entraba allí porque sobraban solamente veinte centímetros de cada lado. Los “cajetillas” y sus mujeres se mataban de risa de nosotros, pero como dijo el Chapulín Colorado “no contaban con nuestra astucia”. Paramos en el lugar y detuvimos el tránsito, Moncho que tenía más fuerza que yo, agarró la parte del motor y yo la parte de adelante, alzamos el fiat 600 y lo fuimos metiendo lentamente hasta que quedó perfectamente acomodado en el cordón de la vereda. Los correntinos quedaron atónitos y sus mujeres también, los estudiantes del interior empezaron a aplaudir y luego se sumaron hasta las mujeres de ellos, los “cajetillas” que quedaron como el Chapulín: “Colorados” y con bronca.
– o –
Los curuzucuateños no estábamos acostumbrados ni sabíamos como eran los juegos de carnaval en Corrientes, ya que en Curuzú en esa época las mujeres mojaban a los hombres y los hombres a las mujeres.
Moncho y yo estábamos paseando por Junín en el fiat 600 con los vidrios cerrados y de pronto los correntinos nos levantaron la tapa del motor y nos mojaron el distribuidor y el auto se paró, abrimos la puerta y nos mojaron hasta el traste, le pegamos una hermosa filipica y Moncho en el primer cachetazo los tiró cinco metros más allá y allí terminó todo y los correntinos aprendieron como se juega al carnaval en Curuzú.
¡Que se jodan por brutos!
Alberto Raso – Tatín –

La fabulosa herencia de Pequeño Gran Hombre y una mujer de anchas espaldas

Capítulo I: De propiedades y algo más

De las setenta y seis propiedades que dejó Pequeño Gran Hombre no queda nada, tan sólo recuerdos y viejas fotografías que mi hermano acomodó primorosamente en un gran cajón que hoy es mi pequeña caja de Pandora, de la que saco mis ideas y las vuelvo a meter como quien vive de recuerdos y de fantasías. Cada vez que vuelvo a Curuzú, 8 kilómetros antes de llegar veo una larga hilera de eucaliptos inmensos y pienso, (a veces en vos alta) aún está “Los Bulones”, ¡la vieja chacra de papá y mamá! Y pienso para mis adentros, ¿quién vivirá allí?, ¿qué será de las vides que plantaron tan cariñosamente? Y yo estoy seguro que aún seguirán de pie, como sigue mi memoria, y me alejo un poco más y me parece que veo el tajamar del fondo, el tajamar que papá dijo que nunca se sacaría y yo estoy seguro que es así. Y yo estoy llegando a Curuzú y debo tener cuidado, porque la entrada está tan mal hecha que mi viejo le hubiese pegado un sopapo a quien la diseño de tal manera. Paso por el Regimiento y veo estructuras que se van remodelando y que se pintan de cualquier color menos del que tendría que ser. Son construcciones hechas por los ingenieros militares y me siento orgulloso de que hayan usado las ideas de mi padre, techo de dos aguas y tejas arriba, sé que algunas (las que no se ven) sólo son esqueletos, pero no importa...... Ya estoy llegando a la ciudad y de repente tengo que meterme dentro de un parque llamado “Tarragó Ros” cuando en realidad tendría que seguir derecho por la calle principal, pero tampoco me importa porque en realidad estoy adentro del “Parque Mitre” y allí pasé muy buenos momentos, voy absorto en mis pensamientos y veo un cartel que reza “Parque Mita Rori” y a la derecha otro que dice “Museo de la moto” y digo para mis adentros: ¿estará allí la moto de “Tolilo”, la del “Tarta” Zábalo, la de los Iturriaga, la Velocette, la Triunph de Cabeza, la de Soto Verde y nuestro legendario Búffalo? Sé que no, pero tampoco me importa, porque sé que ya nada es como ayer. El modernismo mató las tortugas de la plaza y también las del parque y entonces ¿qué nos queda?.......
Nada...... ¡No! Quedan cosas porque me voy acercando lentamente y veo la casa de los Puzzio (último refugio de mi hermano), veo a la izquierda lo que fue el Club Curuzú, veo a mi derecha la vieja casona que fue OSN, más allá ACYAC y sigo hasta doblar a la izquierda y veo el Club San Martín, la casa de los Di Tella a la derecha, la casa del coronel Llopart y el Colegio Nacional y doblo nuevamente a la izquierda y veo la confitería “La Perla”, y un montón de edificios que hicieron los “ingenieri” y los “Gallegos”, el viejo bar “Colón” y finalmente la casa de mamá, veo a mamá y a Silvia saludando por las ventanas y enfrente la casa “Viuda de Guanhon e Hijos” (transformada en un bazar persa) y finalmente me detengo en el antiguo comando (lugar donde Dito armó el “preciosauro”) y me detengo en la casa de Montes donde nos esperan para festejar varios cumpleaños. Por un momento vuelvo a la realidad, pero sólo por un momento....... porque veo pasar un destartalado Citröen anunciando las ofertas de un negocio cualquiera, pero yo escucho con el corazón y siento: “¡Gigantesco Circo Lowandi. Vea a Williams y Roberts desafiando a la muerte, los motoristas suicidas, ve a Fumanchu!” Y recuerdo a Pequeño Gran Hombre cuando me contaba que este era el último mago de verdad y que tenemos entradas gratis en el Ombú...... Me parece que fue ayer...... Pero no es así.
Luego de desempacar varios bolsos vuelvo a salir y voy a la casa de mi vieja, la veo parada en el final de los treinta y dos escalones, me saluda y se va y aparece Carmencita y su hija que me saludan efusivamente y María José me muestra sus calificaciones y sus medallas, me siento orgulloso, luego llega mi mujer y nuevamente el mismo ritual. Parece que Sari me está adivinando el pensamiento y me dice: “Andá donde quieras, ¡pero no hagas lo que yo no haría!” Adivinó mal, porque yo sólo quiero ir a la casa de mis amigos de siempre: Ciro, Papi y unos cuantos más para avisarle que ya estoy ahí y que la fiesta va a empezar.
Y la fiesta empieza y yo me siento el astro principal, ya puedo hablar nuevamente y varios se sorprenden de que yo pueda hablar y hasta decir poesías o narrar historias que nadie sabía...... sólo yo. Al tercer día resucité entre los muertos y no aguanté más y volví a Corrientes a gran velocidad, varias lágrimas derramé en el camino y me puse a pensar en cual era la herencia de Pequeño Gran Hombre y de mi madre y cual el legado de mi hermano y hermana......
No sé cuanto tiempo puse de Curuzú a Corrientes, pero les aseguro que fue el tiempo necesario para que al llegar supiera cual era la herencia que me dejaron y pensé para adentro...... “La herencia que me dejaron fue precisamente esta: los conocimientos que hoy tengo se los debo a ellos.......”. Encontré el más grande de los tesoros, encontré mis sincuenta estrellas, encontré en Sarita la mitad que me faltaba y volví a la vida. ¿Qué más puede pretender un ser humano? Simplemente nada...... Me acosté y dormí plácidamente y soñé con mis ángeles protectores...... y con la herencia fabulosa que me dejaron mis mayores........
Para papá, mamá, Silvia, Dito, Carmen, Cirse, Osvaldo, J. Manuel, Alberto y para sus descendientes y todos mis amigos y familiares que iluminaron mi mente para poder decir y escribir estas líneas y muy especialmente para Sarita que es mi musa inspiradora junto con la niña de mis ojos, Virginia.

Gracias viejos, nos vemos en las sincuenta estrellas.
Alberto Mario Raso.

El club de los locos

No quiero que nadie se vaya de este club que llamaré de “los locos”. Este club es un misterio, un verdadero misterio y estoy hablando en serio por esta vez, porque ese club se formó de a poco. Y ahora ya es un toco y hay un poco de todo, nada falta allí, hay políticos, hay doctores, hombres que saben mucho y algunos que no saben nada y yo estoy en el medio para atemperar la jugada.

Primero se fue formando con los que les conté, pero después otros señores se fueron agregando, aparecieron por el club oradores, militares de los de antes y hasta grandes pensadores.

Y ahora les voy a contar, como “el club de los locos” funciona y por qué funciona bien. Funciona bien porque todos son gente decente, y gente de antes, pero más funciona bien, porque son gente pensante.

El más pensante, capaz que es un abogado que ahora está retirado, no ejerce la abogacía, y sólo tiene por compañía su mujer y sus vaquitas.

Por otro lado está Misterix que siempre se retira a la horas de las puteadas y se desaparece como si fuera la espora y yo no puedo entender como hace para desaparecer, ¿será que tiene que hacer? O Será que se fue para Oriente que es su lugar preferido, porque él también es gente demás decente.

También viene el hombre de la eterna sonrisa que primero te mira y después te lee la mente

para saber que te pasa y si a vos no te pasa nada se va rápidamente, porque siempre anda con prisa y yo pienso al instante cómo hace este señor, para saber que te pasa, porque a mí no me pasa nada y admiro su inteligencia y el Don que Dios le ha dado, y él se va con su sonrisa, porque siempre anda con prisa y yo me quedo solo, solo y desamparado. Ese señor es doctor, y doctor del corazón, antes operaba, ahora no quiere saber más nada de su vieja profesión y le agradezco que sea así, le agradezco con razón que pueda leer mi mente. Ese doctor es decente, yo también le leo la mente.

Además viene Miguel Galantini, alias el “loco”, que es porfiado por demás, parece que no sabe nada, pero sabe de todo y no podés discutir con él, porque siempre tiene razón, sobre cuando habla de Juan Domingo Perón. En raras ocasiones se mete en las discusiones y se arma semejante despelote, tenés que salir al trote, para atemperar la jugada y después no pasa nada, no siguen las discusiones, porque él es gente decente, y los decentes tienen sus razones para empezar a discutir y aunque yo me quedo en el medio del tremendo despelote, no puedo atajar nada porque él es el otro quijote, y yo por eso es que quiero que “el viejo club de los locos” nunca se desarme, aunque allí se armen semejantes despelotes.

Otros de los que vienen de la otra orilla son Miguel Aranda y Julio Gotlib, siempre vienen de parranda a la casa de algún amigo y yo mismo soy testigo de que al venir de parranda, la cosa muy bien no anda porque terminan mamados y yo me quedo al costado, porque no puedo tomar nada, pero seguro me como, unas ricas empanadas.

Cuando vienen a mi club de “los locos” sólo se quedan un poco, Aranda cuenta algún cuento y Julio también lo hace, y yo mucho me lamento que salgan a la disparada para comer las empanadas, pero no importa porque el maestro siempre me enseña un poco y Julio se hace el pavote y mira por todos lados y a mí no me importa nada, porque los dos son “quijotes” o don Alonso Quijada.

A veces suele cruzarse el flaco de enfrente, que es flaco y por demás desconfiado, parece que mira para aquí, pero mira para su frente, no participa en el club, dice que por “salud” y yo pienso que es otra cosa, creo que es por sus niños, que es la cosa más hermosa y esa es su mejor virtud. El flaco sabe de todo porque mucho trabajó en la vida y yo sangro por la herida, por saber lo que sabe él. Igual que todos los demás, a pesar de que es fiaquento y camina bastante lento, yo al flaco lo quiero, porque para ayudar, el flaco viene primero, es por eso que yo lo admito en el gran “club de los locos”, porque el flaco viene poco, pero el flaco que siempre parece ausente y sabe de todo un poco, está siempre presente y en lo que sí yo concuerdo, es que de todos los locos, el flaco es el más cuerdo, y si no me falla el recuerdo, el flaco de enfrente, también es gente decente.

También viene Coqui Vega, siempre con algún chisme de Curuzú, y a veces se hace el tatú y no se saca la camiseta colorada, que para él tiene una tradición, que para mí vale nada, porque yo aunque tenga mi color, me saco la camiseta y el corazón pongo a un costado, cuando hablo con razón.

Él tiene una gran virtud, que es su memoria prodigiosa, él no habla de otra cosa que no sea del color colorado y yo siempre le aconsejo que haga como yo y deje el corazón de lado, porque él es gente decente y le ruego que sea conciente y el corazón deje al costado y se deje guiar por la razón, que así será premiado.

Otras veces viene el Tory De Biasi, que es uno de mis doctores y tiene los mismos colores que yo, pero de diferentes matices. Él es blanco para la derecha y yo soy blanco para el medio, para mí no existen los grises.

Él es médico experto en traumatología y nunca tiene tiempo porque trabaja de sol a sol y también de madrugada, cuando hace cirugía y a sus hijos quiere tanto que trabaja todo el día, para poder mantener a Santiago, Victoria y Estefanía y por eso yo lo admiro, y es mi doctor preferido. Yo siempre le aconsejo que no trabaje tanto, que deje el hospital, o aunque sea el PAMI, y él siempre me contesta igual, “nada puedo dejar, ni siquiera el hospital”. Tory es un solitario que no tiene tiempo para nada y es demasiado austero, pero para el que necesita de su servicio, para eso él está primero, varias veces a mí me salvó la vida y por eso yo le agradezco y agradezco con creces, porque pocas veces él dejó sin ayudar al amigo, y al pobre necesitado, a nadie él dejó de lado, ni siquiera al que es enemigo, y de eso yo soy testigo y por eso le pregunto y le digo, y le pido por favor que no trabaje tanto y él sólo me dice: “Cumplo con mi función, soy médico de verdad, yo hice el juramento hipocrático y a nadie dejo de lado ni al más rico ni al más pobre”. Y yo digo para mis adentros: “pobre Tory, tanto trabajar para ganar unos cobres”. No tiene nada, no tiene casa, tiene deudas hasta el cogote y por eso desde ahora le llamaré....... “don Quijote”. Y a mí tampoco la plata me alcanza, sólo para comer y desde ahora me llamaré “Sancho Panza”.

Otras veces viene a visitarme, desde lejos, a la distancia, quien fue mi mejor amigo, desde mi lejana infancia, el “flaco” Cravero, llega cansado porque el camino es muy largo, tan largo que la vida no me alcanza para recorrerlo entero. Yo no sé como hace para venir, pero viene a escuchar las eternas discusiones y él escucha mis razones y yo escucho las de él. Y él no se puede ir, aunque el camino es muy largo, sin dejarme una enseñanza, pero a mí no me alcanza el tiempo que él me puede dar y aunque el camino es lejano, le pido por favor, que antes de irse, por favor, me alcance su flaca mano, y él me la extenderá, porque él, ¡es casi mi hermano!

Otras veces viene Manuel y el ruso Norberto, yo les dejo el camino abierto porque hoy no hay discusiones, hoy es un día especial, porque por primera vez, viene el “ruso” de visita, mira cuadros, mira muebles y mira otras tantas cosas, que hoy no las necesita.

Manuel es un caso extraño, primero se va para el baño y cuando vuelve, empieza a preparar el tablero para jugar al ajedrez.

Yo me desvivo pensando en como atender a los dos, porque los dos entraron juntos y semejante conjunto, es difícil de atender.

Manuel ya está preparando su salida habitual, peón 4 rey, el ruso sigue mirando cosas y me dice: “atendé nomás Alberto, yo sólo estoy contemplando las cosas que vos tenés” y yo lo miro extrañado y me vuelvo a preguntar: ¿qué estará buscando? Porque el ruso tiene de todo, nada le puede faltar.

Vuelvo otra vez a Manuel y hago lo mismo que él, juego peón 4 rey y creo que meto la pata, Manuel me mira desconcertado y rápido saca el caballo y yo le saco el alfil y si él se aviva me mata, porque estoy desconcentrado por atender a los dos. Vuelvo al ruso Norberto, y le pregunto: “¿Seguro que no necesitás nada?” Y él me responde: “Quedáte tranquilo Alberto, yo sólo vine a mirar, la próxima vez algo te voy a comprar”.

Vuelvo rápido a Manuel y sé que me cambió una pieza de lugar, y se está riendo solo, esta vez me va a ganar.

Voy a volver al ruso Norberto y ya se está yendo y sonriendo me saluda y me dice: “Chau Alberto, después te vuelvo a visitar”. Yo me quedo sin palabras, parado en mi puerta, que hoy es domingo, y a pesar de ello, está abierta para todos.

Manuel ya se está levantando y me dice: “Chau Alberto Mario, son las doce, el próximo domingo te doy la revancha, me voy a tomar mi ‘rossato’ y después voy a dormir como una chancha y cuando me despierte voy a mirar a ‘los millonarios’. Yo me quedo en la puerta, parado, desconcertado y solo y los veo alejarse y me desvelo, porque ellos no se van a su casa, ellos se van al cielo. Por esas razones, hoy en el club de “los locos”, hoy, no hubo discusiones.

Pocas veces pasa, para bien o para mal, Jorge Avellanal, siempre bien atildado, siempre bien peinado y con su negro pelo reluciente y siempre con su sonrisa que es por demás elocuente, él no viene por discusiones al “club de los locos”, él viene por otras razones, viene para ayudar. El negro Avellanal es un caso especial porque hace cuarenta años fue el primero que me ayudó, cuando yo trabajaba en el servicio de chagas, me sacó a los zapatazos y una chacarita me montó y hasta plata me dio para que diera mis primeros pasos y me puso una única condición, que pusiera como socio a un turco haragán que también era su amigo, y Dios es testigo que el turco nunca trabajó, sólo trabajé yo. A los sesenta días de poner mi pequeña gran chacarita, mamá me llamó desesperada para preguntar qué pasaba porque yo no contestaba sus cartas, yo le contesté que no pasaba nada, sólo que no tenía tiempo para nada porque estaba trabajando y mi madre tan querida me contestó enfurecida: “Trabajando vos, vos tenés que seguir estudiando, y no seguir trabajando y menos de sol a sol”. Mamá vino de Curuzú urgente y fue derecho a la chacarita y allí me vio trabajando y al turco caradura sentado en una silla porque le dolía la cintura y también la costilla. Mamá me preguntó muy tranquila quien era ese señor que estaba sentado en la silla. “Es mi socio”, dije yo, Mamá se fue a mi casita y conversó con Sarita y volvió a Curuzú. Pasó una sola semana y volvió de Curuzú y me dio un sabio consejo: “Mirá bien el espejo y verás que las ‘medias’ sólo son para los pies”. Sacó de la valija un toco de plata que jamás imaginé y me dijo: “Hijo, esto es para Usted, las medias para los pies”. Y yo me quedé contento porque de esa manera la chacarita entera me quedó para mí. Antes de irse y cuando iba a despedirse me pidió una condición y me dijo: “Por ahora trabajá, pero tenés que seguir estudiando, porque sino al final de la jornada no serás nada”. Y yo bajé la cabeza y le prometí que sería un gran abogado, pero esa promesa no pude cumplir, pero te juro mamá que antes de partir del todo, voy a cumplir mi promesa.

Y hablando del negro Avellanal, a veces viene Ramiro y un petiso de Rosario, que no quiero dejar en el armario, porque el petiso de Rosario, es uno de mis mejores amigos, y cuando ellos vienen se arma una batahola de la gran siete. El petiso, es un cohete, sobre todo para pelear, y Ramiro nunca se calienta, pero si se calienta es jodido y ahí no le gusta a nadie, porque varias veces peleamos espalda contra espalda y algunas veces ganamos y por eso somos casi hermanos. Ramiro también es boxeador aficionado, pero nunca está caliente, pero tenés que tener cuidado y no pasarte de vivo, porque ahí se transforma en Kid Centella y te baja todos los dientes y te hace ver las estrellas.

Los dos son admitidos en mi viejo club de los locos, porque los dos son decentes y por eso los dejo entrar, pero de aquí no se va ninguno, aunque alguno se tenga que ir porque yo no puedo admitir que se aleje nadie, ni siquiera un poco de mi viejo club de los locos.

Con Miguel Maccarini la cosa es otra cosa, vos lo dejás entrar y él no te deja salir, porque no para de hablar y no te deja hablar a vos. Yo digo suavemente, son las doce es hora de ir a comer, y él no deja de hablar y parlotear y hasta me convence a mí, que aun no es hora de comer. Tengo la puerta cerrada y como él no se olvida de nada me dice: “Te olvidaste el celular y aunque no es la hora de almorzar, tenés que irte a tu casa a descansar, yo vuelvo después de las tres y conversamos mano a mano”. Me abraza en un abrazo interminable y yo ruego a Dios que él no hable, pero me sigue hablando y se despide de Sarita y después me pregunta: “¿Cómo anda mi nenita?” y me cuenta que tiene un proyecto que es perfecto y viene a la medida de Sarita. Ese señor también es admitido en mi club aunque a nadie deje hablar, porque es gente decente y a pesar de que parece inconsciente y que sabe nada, sabe un poco de todo, es muy inteligente y además es diligente.

Así lentamente se fue formando mi club, con hombres verdaderos, misteriosos, quijotes, boxeadores y doctores, cualquiera puede integrar este club, pero cualquiera que sea decente y yo lo que quiero decir, es lo que dije primero, no quiero que nadie se vaya, de mi viejo club de locos, porque de esos, ya quedan pocos........

Alberto Raso – Tinta Nachi –

Nota del autor:

Este club realmente existe, pero no nombré en este escrito, a todos los integrantes, por algunas razones que no quiero explicar. Algunos de los que nombré ya no están en este mundo, están en el cielo de mis “sincuenta” estrellas y justamente a ellos les dedico este escrito, porque estoy seguro que hay algo más allá lejos y que la vida realmente no termina aquí, sino que los hombres decentes y buenos perduran, aunque sea en el recuerdo.

Alberto Raso – “El club de los locos” –

Desengaños

Si tengo que contar mis desengaños,
no alcanzaría una vida de mil años
sin embargo no tengo miedo, como antaño
porque sé que después de un desengaño
un nuevo amor viene en camino
y espero esta vez que mi destino
no sea otra vez un desengaño
sino el final de mi camino.

El amor de hoy es verdadero
por eso prefiero el desengaño
porque el de hoy es el que espero,
aunque mañana el amor me haga daño
sé que es mejor el desengaño
que vivir sin amor ni desespero
solamente eso, es lo que quiero...
aunque vuelvan a pasar más de mil años
y vuelva a vivir mil desengaños.


Alberto Raso – El desengaño –

Nota del autor: Dedicado a mi mujer, cuñados y a la luz de mis ojos, que son mujeres que tuvieron mil desengaños, pero son mujeres de un solo hombre.


lunes, 7 de diciembre de 2009

¿Usted cree que el perro no habla?

Si usted cree que el perro no habla, está profundamente equivocado y no conoce a mi perro Jack, el perro de la plaza y quiero explicarle el por qué de mi perro.
Jack, llegó a mi vida en uno de los momentos más graves de mi vida y me salvó la vida en innumerables ocasiones, me lo regaló un amigo veterinario y vecino cuando yo estaba con una pulmonía tan aguda que podía caminar y con un diagnóstico equivocado de cáncer de pulmón. Nada ni nadie que no haya pasado esto puede saberlo, pero Jack de alguna manera lo entendió. No podía caminar dos pasos sin caerme, el oxígeno de mis pulmones era casi nulo y para poder recuperar algo de ello tenía que caminar aunque sea unos metros por la plaza Libertad. Cuando llegaba a la plaza Jack me ladraba furiosamente y me empujaba hasta que lo agarraba de su corta correa y me llevaba caminando con su fuerza descomunal obligándome a caminar.. Esto duró una semana hasta que más o menos me recuperé, pero el diagnóstico era terrible, la mala palabra seguía dentro de mí y de mis dos únicos familiares que sabían mi diagnóstico (mi mujer y mi hijo mayor). El lunes a las siete de la mañana se me hacía una punción que producía neumotórax, para sacarme el líquido de los pulmones y el médico pide a mi mujer que busque radiografías anteriores, mi mujer busca todas las radiografías de todo lo que me hicieron anteriormente desde mi primer angiografía hasta mi operación del corazón y las llevé, mi hermano postizo Diego también intercede y le pide al doctor Aguirre Lanari que vea él personalmente las imágenes mientras mi mujer y yo lloramos por dentro y Juan Manuel espera angustiado; extrañamente Jack se comporta tranquilo como si nada pasara y sigue hincha como siempre, corriendo por su plaza.
El doctor compara todas las radiografías hasta que encuentra la posterior a mi operación del corazón (4 by pass) y la mancha es exactamente igual a la que se ve en esa imagen y sonríe y nos dice; esto no es nada, es la cicatriz de la operación. Todos nos abrazamos y volvemos al negocio y se lo comunicamos a todos nuestros hijos y saltamos de alegría y por supuesto el doctor Sussini (mi médico) quedó con un arrepentimiento total.
Ese día Jack no me dio ni cinco de artículo y me dio la impresión que me decía: “No ves pavote que yo te dije que no pasaba nada!”
2) Jack, el recuperador de celulares
Todos los domingos Jack y yo vamos a Resistencia a tomar un café con medialunas a la confitería Zan-En y en uno de esos viajes nos encontramos con Miguel Aranda y Julio Gotlib. Nos sentamos y pedimos lo habitual, tres cafés y cinco medialunas, de las cuales tres son para Jack. En un determinado momento pasaron tres chicos a los que Jack siguió con la vista; atrás nuestro estaba durmiendo un importante político chaqueño llamado Saporsky, del cual yo pensaba que estaba borracho, cosa que no era así porque el hombre sufre de apnea (enfermedad que te hace dormir)
Cuando Jack me tocó con su pata supe que algo estaba pasando y miré a la mesa del “durmiente” y vi que los chicos le robaron el celular, los cigarrillos, el encendedor y hasta la propina del mozo, los chicos cruzaron rápidamente hacia la plaza y Jack los comenzó a correr y yo atrás de Jack; lo que yo no vi fue que los chicos arrojaron el celular atrás de uno de los tantos árboles de la gran plaza de Resistencia que tiene cuatro manzanas, Jack los siguió corriendo hasta que arrojaron los cigarrillos y el encendedor y luego llegué yo caminando y alcé los cigarrillos y el encendedor pero no encontré el celular, nos vinimos caminando lentamente hasta que Jack se paró abruptamente en el árbol y me empezó a ladrar hasta que me hizo mirar el árbol y vi el celular, nos cruzamos y todos los habitués al café aplaudían rabiosamente a Jack. Puse el celular, el cigarrillo y el encendedor y Saporsky seguía durmiendo, cuando sus amigos lo despertaron y le explicaron lo que había pasado, el “durmiente” se fue hacia adentro de la confitería y salió nuevamente y dijo gracias, la gente seguía hablando de Jack y Saporsky se fue sin decir nada. Cuando llegó la consumición el mozo nos dijo: “Está todo pago y trajo una docena de medialunas para Jack y otra para nosotros, todos agradecidos y Jack más que nadie. Al otro día Jack y su hazaña salieron en el diario y otra vez me demostró que es más inteligente que yo.
3) Jack piquetero
Ya van a cumplir diez años de que se realizó el piquete más sangriento y duro que conoció la provincia de Corrientes. El movimiento pirquetero cortó el puente Corrientes-Resistencia, estaba formado por niños, doctores, gente sin trabajo y gente que andaba juntando cartones para poder subsistir y madres y niños desesperados por muchas razones imposibles de contar. La única forma que encontraron para que alguien los escuche fue tomar ese puente, en ese suceso también participaron perros como Jack (Snauzer gigante) y los ocupó gendarmería para reprimir a la gente, pero de esto no voy a hablar hoy porque todavía no es el momento de hacerlo, hoy voy a hablar de un piquete más alegre, de un piquete del que me siento orgulloso porque ese día singular, entre los dos, hicimos un piquete y como esto solo nos incumbe a nosotros voy a contarlo a mi manera.
Fue un día jueves, hay neblina, afuera llueve
mi compañero de viaje va atrás, por protegerme
no se ve, está oscuro, y sin embargo, no está oscuro
pero realmente se presiente.
Mi compañero siente frío y no lo siente
su capa negra lo protege, y eso que el frío está presente.
Los dos estamos decididos y sin embargo no estamos
preparados para un momento de ataque traicionero
ya estamos en la mitad del puente y la tragedia ya
está por venir, yo no lo siento, él sí lo presiente
y se prepara para lo que venga, porque de
frente viene un camión brasilero y de atrás
otro, que es más traicionero. De pronto se
escucha el sonido de un cañón y mi auto
tan querido queda herido, mi compañero
se revuelca en el instante y aún no sabe qué
pasó, pero sabe que realmente es importante.
Mi auto tan amado quedó atravesado en el
puente, simplemente, porque el capot de mi
auto atravesado, simplemente el capot se ha levantado.
Y el puente entre los dos, hemos cortado........
Mi fiel perro como siempre, cae parado
y así pasó este cuento, que he contado,
cuando solos, entre los dos, el puente hemos piqueteado........
Alberto Raso - Tatín -

Pensamientos sueltos

El que reniega de su familia es indigno y no merece vivir en este mundo, digno, por más que el mundo sea inmundo.
– Tatín –
Hablar mal de Mussolini a un “Bersaglieri”, es igual que hablar de Perón a un auténtico peronista en la Argentina.
– Tatín –
Los ambiciosos son como el agua salada, cuando más se bebe, más sed se tiene.
Proudon, (filósofo y pensador alemán y adaptable a cualquier político corrupto)
Los artistas y pintores empiezan dibujando naturalezas muertas y luego, cuando se van perfeccionando van matando a la naturaleza, por eso prefiero a los clásicos.
Alberto Raso
Nadie tiene la vida comprada, salvo que vivas en EE. UU., tengas mucha plata y puedas comprar un negro. No soy racista, soy realista.
Alberto Raso
Las únicas personas que dan todo sin pedir nada son los padres, no hay que olvidar que nuestros hijos, algún día serán padres.
Alberto Raso
Te pido perdón Señor Dios por haberte ofendido tantas veces, pero más perdón te pido por no haber podido amar antes como amo ahora.
Alberto Raso
Para conocer un amigo hay que pedirle plata, aunque yo la tenga y luego sacar las conclusiones del caso.
Alberto Raso
Nunca olvides que nuestra felicidad puede provenir de la desgracias ajena.
Alberto Raso
Vivere pericolosamente!
Máximo De Azglio
El Diablo sabe por Diablo, pero más porque estudió!
Agustín Raffo (hijo)
La amistad como el dinero, antes de gastarla, mirar el valor que tiene.
Anónimo mandado por Hugo Melagrani
Todo tiempo pasado fue mejor, sin embargo los jóvenes son los que tienen la posibilidad y la fuerza para mejorar este mundo tan cruel.
Alberto Raso
Vive intensamente, como si fueras a morir mañana y cuando mueras realmente hazlo con la felicidad necesaria y con dignidad para que tu muerte no sea inútil y tu vida sea un ejemplo a seguir, sólo así, no habrás muerto!
Alberto Raso
Dije una vez que la vida no es un lecho de rosas, estaba equivocado, si miramos a nuestro alrededor, veremos que si lo es.
Alberto Raso
Cuando pensamos porque me tiene que suceder esto a mi justamente estamos equivocados, tenemos que pensar y porque no a mí?
Jaime Usatorre y Sra.
Yo sería realmente feliz si las personas que amo y quiero, me amaran y quisieran un medio de lo que yo los amo y quiero!
Alberto Raso

El Rey del Bronce


El Rey del Bronce es Don Jaime, el padre que yo adopté y lo más probable es que no pueda contar toda su vida en el resto de mi existencia ya que con él tuve miles de aventuras.
El Rey del Bronce nació en Las Garzitas, lugar del Chaco Impenetrable, y desde que tuvo uso de razón trabajó, y lo hizo de solo a sol y se fue criando haciendo todo tipo de tareas rurales, empezó de a poco y paso a paso fue creciendo buscando un objetivo. Luego se hizo guardabosques y siguió trabajando, hasta que un buen día (por su habilidad innata para los números) empezó a rodearse de todo tipo de gente que quería que él le lleve la contabilidad.
Olvidó por un tiempo sus tareas habituales pero nunca dejó a nadie de costado y siguió ayudando a quien podía, mientras comenzaba a llevarle los papeles a Abraham Krafchuk en una especie de almacén de ramos generales.
Juntos hemos recorrido un largo camino de aventuras y desventuras que yo nunca olvidaré y por ello es que estoy escribiendo todas las cosas que hemos pasado juntos y como son tantas trataré de seguir con su biografía y luego referirme a nuestras aventuras.
Don Jaime Usatorre se casó muy joven con su Señora, que por supuesto era la más linda del pueblo y además la más letrada, porque era maestra. Su alumno preferido era su propio esposo, que no había tenido una gran educación, porque a pesar del imperio familiar que formó posteriormente, sólo alcanzó a terminar la escuela primaria.
Su primer hijo fue Javier, su segunda hija fue Marirosa, el tercero, Alejandro y a la vejez ¡viruela! Luego de quince años nació Maria Emilia (actualmente abogada). Y en la segunda hija (Marirosa) empieza para mí la vida anecdótica de Don Jaime y Señora, porque al parecer en el registro civil de “Las Garzitas” eran bastante bestias y en vez de ponerle María Rosa, la anotaron como “Marirosa” (actual diseñadora gráfica).
Don Jaime y Señora, pasaron gran parte de su vida en Las Garzitas hasta que un buen día decidieron dar por terminada esa vida pueblerina y dura de los obrajes chaqueños y viajaron a Resistencia y Jaime pasó a ser socio minoritario de Abraham Krafchuk. Abraham y Jaime eran vinagre y aceite, no coincidían sus personalidades y se separaron al cabo de un tiempo y cada cual acabó por su lado.
En este punto de la historia es que yo conocí al Rey del Bronce, hombre bonachón y amigo de hacer favores a cualquiera que lo necesite. Don Jaime es protector de muchos, y al igual que su mujer, profundamente religiosos.. En ese entonces es que comienzan las aventuras y desventuras de Jaime y voy a contar varias para que ustedes sepan quién es el Rey del Bronce.

1) Un día un amigo necesita viajar en forma urgente y me pidió que le venda una parte del hierro que tenía en su poderosa empresa. La suma que necesita este amigo era una suma importante que a los valores de hoy equivaldrían a unos 200.000 U$A, yo recurrí a Don Jaime en forma inmediata y le comenté del asunto y le garanticé que esa suma era quizá el 1% de lo que tenía la empresa y que las ganancias de él serían en forma inmediata triplicadas o cuatriplicadas. Yo siempre fui un poco exagerado y Jaime no me creyó, pero la idea le quedó “picando” en la cabeza, porque si bien yo era exagerado, no era mentiroso y menos con él.Quedaban sólo 24 horas para poder ayudar a este amigo y hablé con todos los “chacariteros” posibles, todos escucharon y ninguno estaba convencido hasta que vieron de qué se trataba y formaron una sociedad entre cinco personas, Bertoncini del Chaco, De Weert y López de Corrientes, otro señor del Chaco al que nunca conocí y un chanta de Buenos Aires, llamado Norberto Damonte. A las cinco de la tarde se termino de juntar la plata y le solucioné el problema al amigo, le llevé la plata y éste viajó a Paraguay. A las ocho de la noche Don Jaime llegó a mi chacarita a hablar conmigo a solas, yo saqué al único empleado que tenía y nos sentamos en mi escritorio, Jaime sacó su maletín y lo abrió y me dijo, aquí está la plata, yo me quedé paralizado, porque nunca había visto tantos dólares juntos (ni ahora) y me dijo: “Esto es para tu amigo y esto es para vos”. No sé de dónde saqué fuerzas y le conté la verdad, Jaime se puso rojo como yo, se fue y no pasó más nada. Cuando Ciro arregló sus cosas le conté el incidente y me dijo que no me preocupe, que tenía algo más importante para venderle, fui a lo de Jaime y se hizo el negocio y Jaime, con su habitual generosidad, me dio una importante suma de dinero, que yo invertí en las primeras reformas de mi casa que por supuesto salieron para el lado del traste casi todas, menos el gran muro perimetral que lo hicieron los empleados de Acquarone Coviar y los dirigió Pity Reglero y Ciro me dio en préstamo un nueva camioneta Ford por tiempo indeterminado que yo me encargué de poner en marcha porque figuraba en el embargo.
- Gracias a los dos –

2) El Rey del Bronce pasó una época con dolores imposibles de soportar, se trataba de un problema de ciática o algo referente a la columna, cuando me enteré de la noticia hablé con Tory de Biasi que estaba haciendo una residencia en Córdoba con el mejor especialista del país, el Doctor Fernández Bocos. Hablé con Jaime y a regañadientes lo pude convencer, salimos inmediatamente hacia Córdoba y lo llevamos al hospital más importante de Córdoba y tuvimos que esperar turno, así que fuimos a la casa de Tory y Don Jaime hacía de cocinero; el tiempo de espera duró casi una semana, así que comíamos chivitos todos los días y de las formas más variadas, nosotros la pasamos de película durante el tiempo de espera (Jaime no)Cuando al fin lo llevamos le empezaron a hacer todo tipo de pruebas estrambólicas y el dictamen de Fernández Bocos fue determinante y seguro y le dijo en textuales palabras: “Si usted no se opera va a ser paralítico toda la vida”Lo llevamos nuevamente a la casa de Tory y dijo: “yo no me opero sin antes hablar con mi mujer”. Volvimos a Resistencia en el auto de Tory (un Chevrolet supersport) y le dimos morfina para el viaje, y fuimos a Corrientes a esperar que nos llame para volver a Córdoba. Durante el viaje de regreso me preguntó por qué no seguía estudiando, yo utilicé como excusa que no tenía plata y él me dijo textualmente: “Yo te pago los estudios y cuando te recibís trabajás para mí”.Yo le dije que no podía porque estaba desilusionado completamente de la facultad (era la época del proceso y en nuestra facultad sólo se recibía pagando coimas) Terminó la discusión, no se habló más del tema.Nos cansamos de esperar la supuesta contestación de Jaime y fui a Resistencia, entré a la chacarita y Jaime estaba trabajando como si tal cosa y cargando camiones como siempre. Yo no podía creer lo que estaba viendo y le pregunté qué pasó, Jaime contestó: “Me curó una curandera y te propongo un negocio: llamálo a Tory a Córdoba y decile que ponga un consultorio aquí, nosotros nos ponemos atrás y la señora cura los enfermos, todos ganamos plata, Tory, vos y yo!Desde entonces Don Jaime ayuda a los que tienen problemas de esta índole y los lleva personalmente a la casa de la señora. Yo doy fe porque a mí también me curó de algo similar.Gracias Don Jaime por ser cabezadura.
3) Unos ocho años después viajamos a Curuzú a comprar chanchos de raza a Toto Acquarone que ya no los quería mantener. Cargamos unos cincuenta chanchos y volvimos a la noche a Corrientes por el lado de Perugorría, el olor era insoportable y paramos a comer a las diez de la noche en un restorán a la salida de Perugorría, comimos a la luz de las velas afuera del “rancho comedor”. Terminó la cena y nos pusimos a jugar al truco mano a mano, le gané más de 18 partidos seguidos y antes de levantarnos me propuso jugar un último partido con un condición: Si él ganaba yo no fumaría en el viaje hasta llegar hasta Resistencia, y si yo ganaba él pagaría un asado para todos cuando llegaríamos. Yo estaba “filoso”, con suerte y acepté, El Rey del Bronce estaba tranquilo y sonriente, jugamos el partido definitorio a 30 puntos, nunca jamás me pegaron una paliza como esa, me ganó 30 a 3 (porque canté una flor).Tuve que hacer el resto del viaje (ocho horas) sin fumar y cuando él se dormía yo trataba de fumar y cuando esto ocurría me decía: “No fumes”, parece que el Rey del Bronce tenía ojos hasta en el traste!
Alberto Raso

El por qué del 3

Jesús – Antes que cante el gallo, me negarás 3 veces.
Ruleta – 36 Nro valen – 00 a la izquierda.
Biblia – Tercer dolor de Cristo, la Virgen lo busca por 3 días.
Biblia – A la edad de 33 años, al tercer día resucita.
La cruz verdadera de Cristo tiene 3 palos, Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Anticristo Nro 666, Nro al revés 999.
Tercer cuarteta Nostradamus – Última profecía de Nostradamus.
Michel de Notredame: 13 letras, Osama Bin Laden: 13 letras, 2 aviones, 2 torres y 1 ataque al Pentágono.
Biblia, Eclesiastés-tres, tercer versículo del Ramayana – Tercer versículo del Brama Putra – Sólo se conocen 3 jinetes del Apocalipsis – Code “Da Vinci”: 13 letras – La biblia miércoles, el sepulcro (miércoles tercer día de la semana).
3 pirámides de Egipto – Estrella de David, Estrella de Salomón – Espíritu Santo: 13 letras – Pi radio al cuadrado – Nro más jugado en las loterías del mundo es el 48= múltiplo de 3 (doce letras), el segundo más jugado es el 49 (el muerto que habla: 13 letras, terminación 3) – Último mes del calendario Gregoriano: mes 12: Diciembre, múltiplo de 3 y sumando 1 + 2 = 3 – Masonería internacional: grado máximo 33, grado anterior 32, símbolo triángulo 3 lados – Adolfo Hitler: 12, múltiplo de 3 y 1 + 2 = 3 – Nro de apóstoles 12 múltiplo de 3, y podríamos llegar hasta el infinito y luego a lo más importante: El 13 de diciembre me casé yooo!


Alberto Raso - Tatín -

El hombre del andar lento

Todos dicen que el gordo es un fiaquento,
yo no veo así, simplemente anda lento
mide cada uno de sus pasos, es certero
y cuando más lento camina, camina más ligero
también dicen que vive de noche y duerme de día,
es cierto eso? No creo, yo también transformo la noche en el día
el silencio es mejor, para meditar, estudiar, filosofar.
También dicen que es timbero, es cierto, es timbero,
pero cuando pierde no llora y cuando gana es austero.
Cuando ama es suave, sabe de amor
se entrega a su mujer con pasión, sin dolor
cuando es amigo, es amigo, es siempre sincero
No importa lo que dicen, es un caballero
anda lento pero seguro, afirmado, sin desvelo
es su forma de ser y la más segura, de llegar... al cielo.

Así es, fue y será mi amigo, el gordo Crispo, es capaz de todo lo que dije y mucho más y si alguna vez perdía o ganaba, nadie lo sabía, porque no lloraba ni reía. Hoy se ha ido hacia mis sincuenta estrellas y todavía no habrá llegado, pero el Señor lo estará esperando parado en la puerta del cielo esperando con un coro de ángeles porque no hay otro lugar posible para él, ni siquiera tendrá que pasar por el purgatorio, San Pedro ya le abrió las puertas del cielo y él llegará, lento pero seguro.
Tatín
Anécdota 1: El gordo es un tipo tan especial que es capaz de lo más insólito, una vez fue a Monte Caseros y tuvo que hacer de chofer de Carlitos Fernández (otro loco lindo) y se reía mientras Carlitos decía a dos casereñas (bastante brutas) que YPF quería decir: Yacimientos Petrolíferos Fernández.

Anécdota 2: Otra vez en el casino de Paso de los Libres estaba Felipe Adaime con la última ficha en la mano y era la última bola de la noche, estaba indeciso y no sabía a qué número jugar, el gordo le arrebató la ficha de la mano y la tiró al cero, Felipe quedó mudo y el gordo salió disparando. Por supuesto que salió el 95 más o menos, Felipe lo corrió hasta Curuzú, pero esta vez no lo alcanzó! Este era mi amigo, el gordo lento, de este cuento.
Tatín – p/mortem –
Nota de autor:
En una oportunidad el gordo Crispo me llevó a Curuzú junto con mi mujer y el gordo Paiba, eran los tiempos difíciles del proceso, se desconfiaba de todo el mundo, la policía nos paró en la caminera de Corrientes y nos revisó todas las valijas, en la mía yo traía mi uniforme de marino completo, pero como yo me casé a los veintisiete años, era para desconfiar. Nos hicieron bajar a todos y el gordo le dijo a la policía: “Miren bien porque algo no está bien”, yo me pegué un susto inolvidable, mientras el gordo se reía hasta que intervino el gordo Paiba, abogado de la familia y explicó la situación, pero el susto quién me lo paga?

Nota de autor 2:
Entre las cosas personales que encontré en mis archivos, milagrosamente encontré el carnet de periodista del padre del Gordo Crispo, Don Adolfo Crispo, corresponsal de La Nación en Curuzú Cuatiá desde 1950 y adentro una carta de su padre en donde le indica lo que debe hacer con el dinero que va recibiendo, producto del arrendamiento de parte de su campo. La nota es una nota escueta que yo llamaría más que nada una pequeña poesía de amor sin rima.

Alberto Raso – Tatín –

Cómo ganarle a Internet

Estoy recontra podrido de que Internet me gane todas las carreras y siempre esté un paso adelante que yo y como eso me parece muy injusto voy a tratar de hacer cosas que “la red” no pueda copiar y voy a inventar chistes nuevos, hacer poesías y algunos cuentos y finalmente le voy a hacer a ella una serie de preguntas que estoy seguro que no va a poder contestar, para ello voy a recurrir a cosas de mi pueblo y a personajes que son reales y a poesías que no conoce.
1) Chiste: En Curuzú había varios personajes que eran famosos por tener miles de deudas, entre ellos uno que tenía un hermano muy burlón. Cuando murió XX, el velorio estaba lleno de acreedores y el hermano parado frente al féretro dijo: “Vayan pasando los adeudados que vamos a cerrar el ataúd y olvídense de los ‘clavitos’ porque los ‘clavitos’ que dejó se los lleva con él, al cielo o al infierno!”.Voy ganando 1 a 0 ¿no? Porque este chiste, lo acabo de inventar.

2) Ahora te voy a hacer una pregunta histórica: ¿Sabés qué sintió Berón de Astrada antes de Pago Largo? ¿sintió miedo? ¿estaba normal? ¿o estaba eufórico? Voy ganando 2 a 0 ¿no?

3) Esta pregunta es muy sencilla y si no lo sabés, sos muy bestia: ¿Qué hay después de la muerte? ¿Existe el alma?voy ganando 3 a 0 ¿no?

4) ¿Vos creés que yo no puedo escribir como Quevedo?No, no lo sabés, y yo voy a demostrarte que sí con una corta poesía:Dices que no puedo escribir como Quevedo, que mi panza no me deja ver mi “lanza”, que mi vigor es casi nulo y otras tantas sandeces.Si no puedo escribir como Quevedo, entonces estoy escribiendo yo, al pedo?Si mi panza no me deja ver mi “lanza”, dadme tu t...... y verás que hay un contraste verdadero, meted mi sable por entero y verás que es serio el asunto de mi sable y tu trasero. Si mi vigor es casi nulo, probad esta vez con disimulo, el asunto de mi lanza y de tu c......!Voy ganando 4 a 0 Sra. Internet ¿no?

5) Te pregunto algo muy fácil Sra. porque lo que voy a preguntarte ya figura en tus archivos: ¿Sabés quién inventó la frase “Qué querés, Whisky, vino o champagne”, y él contestó: “Este ese orden”?. Por supuesto que no lo sabés porque ese chiste lo inventó Carlitos Richini, en Curuzú Cuatiá.Te voy ganando 5 a 0 ¿no?

6) Cada vez te voy preguntando cosas más fáciles y cada vez me convenzo más que sos muy bruta, así que te voy a preguntar algo más fácil todavía: ¿Sabés qué quiere decir la frase: Donde el mapa dice “Peuser”, y quién la inventó?Tampoco lo sabés pedazo de bestia! Porque quiere decir en el culo del mundo y la inventó un mercedeño hace cuarenta años y se llama Jorge Barrionuevo y hoy es actual senador de la nación por la provincia nuestra.Te voy ganando 6 a 0 ¿no?

7) Cada vez te hago preguntas más fáciles y no sabés nada, ya casi no me queda nada por preguntarte, así que te voy a preguntar lo más fácil que pueda para facilitarte las cosas; nuevamente esto figura en tu archivo, así que supongo que ahora sí podrás contestarme: ¿Sabés qué es el amor? No, no lo sabés, sin embargo Lope de Vega ya lo sabía hace quinientos años, cada vez me convenzo más que sos muy bruta.Te voy ganando 7 a 0 ¿no?

8) Me da vergüenza que te vaya ganando 7 a 0 y ya no sé qué preguntarte, te voy a hacer las últimas preguntas que figuran en Internet y que son referidas a mí, y yo tengo un “blog” así que es posible que ahora si puedas entender de una buena vez y espero que suceda eso porque no quiero que te dé más vergüenza; la pregunta es fácil y espero de todo corazón que la sepas y mi pregunta es esta: Mi blog se llama “Jack, el perro de la plaza” y ahora viene tu problema que es saber quién es “Jack, el perro de la plaza”, ¿soy yo? Lamentablemente no lo sabés, porque “Jack” es mi perro, que aunque lo sepas hasta sabe hablar y saludar cordialmente si tus intenciones son buenas, pero si tus intenciones son jodidas, te va a ir bastante mal, porque además de perro y hombre es adivino.

9) ¡Me cansé! Te doy la última oportunidad, si adivinás esta te perdono tu ignorancia y te doy por ganada la partida: La ley de proporcionalidad que voy a escribir es importante y quiero saber quién la escribió: a) “La llegada de la primavera es directamente proporcional al alargue de los escotes y al acorte de las polleras”.b) “La memoria de los políticos antes de las elecciones, es directamente proporcional a la falta de memoria de los políticos después de las elecciones”.c) “Cuando un político es decente, se sabe en el bolsillo de la gente”

Y como me cansé y te gané nueve a cero ya que no podés adivinar esto porque yo lo escribí en un libro que va a salir el 11 de diciembre (día de mi cumpleaños) no lo podés saber.
Te gané nueve a cero y aunque sos muy bruta, te perdono porque sos solo una cuadrada, y chata caja de lata que no tiene lo que tiene el hombre; materia gris.
Alberto Raso – interneteando –
Nota de autor:
Queridos amigos lectores, les ruego no se dejen guiar por Internet, porque ella es engañosa y nos puede guiar por mal camino, no todo lo que dice Internet es verdad. Guiense por su propio pensamiento y utilícenla para saber cosas que no saben y háganlo como si fuera un diccionario y no le pregunten más nada porque ella no sabe nada de sentimientos, que es el principal valor que debe tener un ser humano.

Nota del autor 2:
Quiero que el lector disculpe en la parte referida a Quevedo, porque Quevedo escribía realmente así en algunas oportunidades, en forma irónica, y en otras escribía en forma poética e inigualable, pero al referirme a la forma irónica era para mí la más práctica para ganarle a Internet.