jueves, 26 de noviembre de 2009

Las palabras y las promesas se las lleva el viento

Anoche hubo en mi casa más de diez cortes de luz y eso que vivo en barrio privado (privado de luz, privado de agua, privado de seguridad, etc, etc) y hoy parece que va a hacer igual, así que a partir de mañana voy a empezar a juntar firmas para iniciar juicio a los dragones que manejan la luz y el agua de Corrientes, y no creo que nadie se niegue a firmar, porque los pobres perdieron heladeras, televisores y las pocas cosas que tenían. Por supuesto que siempre los que pierden son los pobres, porque los “dragones” que tienen el manejo de supermercados, hipermercados, casinos y etc, etc, tienen luz propia automática y entonces tendré menos firmas, pero no importa, porque los pobres son más y aunque sus patrones lo prohíban, aunque sea en secreto van a firmar y la demanda será por varios millones de dólares, que quizá para ellos no es nada, pero si no hacen trampa y ponemos un abogado honesto vamos a ganar el juicio y los pobres podrán recuperar lo que perdieron. Lo raro de todo esto es que antes de las elecciones no había cortes de luz y ahora un mes después ya no pasa nada y no se acuerdan de las promesas que hicieron los que ganaron, lo cual me demuestra que hay una relación directa entre antes y después de las elecciones y también una relación directa en la memoria de los políticos y el teorema sería así: “Antes de las elecciones, todo, después, nada”. Y hay otra relación que podríamos definir en una relación directamente proporcional que sería: “El alargue de la lengua de los políticos antes de las elecciones, es directamente proporcional al acorte de la memoria de los políticos después de las elecciones”.
José Hernández tiene razón: “Al hombre que lo desvela una pena extraordinaria, en su cantar se consuela”.
Bravo José, por algo tu grado es 33
Alberto Raso – Tatín –

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