chicas muy hermosas de labios pintados.
Mejillas sonrientes de un rojo subido
el culpable indica que el carmín ha sido.
Chicos muy sonrientes de traje entallado,
terribles donjuanes de mirar desviado......
miradas chispeantes, que al amor provocan
cuerpos que se arriman, se rozan, se tocan.......
vanidad concentrada de apetitos crueles
que se advierte agria en risas de mieles ......
En una esquina un conferenciante
habla de política cual altoparlante.
Y en el Club Social, en exhibición......
se halla un petitero rubio, como de ocasión ......
insinuantes chicos en largas hileras
están al borde de las vidrieras:
en la penumbra brillan las miradas,l
os dientes perlados y mejillas pintadas,
chicas apuradas que esperan de casa
de sus padres rezongos y retos sin taza.
Autos inoportunos que anuncian al pasar
que la misa ha terminado y a casa hay que regresar.
Nota del autor I:
Esto parece una poesía dedicada a Curuzú en los años sesenta, en realidad es una poesía de mi tatarabuelo Valeriano Álvarez González escrita el 3 de enero de 1927 y adaptada en parte por el que suscribe.
Nota del autor II:
Nada es mejor, ¡todo es igual! (Cambalache)
Nota del autor III:
Corresponde el honor a mi hermano Dito, que juntó primorosamente este archivo. Gracias hermano.
Alberto Raso – Tinta China –
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