miércoles, 4 de noviembre de 2009

Probando aviones de guerra



Esta nota se la dedico a mi amigo Antonio Bobbio o Antonio Ferreira, a Eduardo Lindsay, a los gallegos Ferrer y por sobre todas las cosas a los héroes de Malvinas que tuvieron que volar aviones obsoletos en las peores condiciones que nadie puede soñar.
Voy a empezar por Antonio Ferreira, que además de ser piloto me enseñó hace muchos años lo que significaba la palabra “Stuka” significa literalmente “bombardero en picado”, esos mismo aviones fueron probados por primera vez en el bombardeo y masacre de Guernica y también en la guerra del Chaco Paraguayo. Hitler los usó para probar la eficacia de los aviones alemanes que luego utilizó en la Segunda Guerra Mundial. A estos aviones se les anexó un sistema de sonido que hacía aterrar a las víctimas.
Mussolini, sin embargo, con mucho mejor criterio no probó los famosos Air Macchi en ninguna guerra, incluso luego contaré unas cuantas anécdotas del Ducce en otro comentario especial.
Los hermanos Ferrer en Curuzú Cuatiá estuvieron en distintos bandos, Homero fue piloto de “Stuka” y el otro estuvo en el ejército del Ebro.
A Eduardo Lindsay lo tocó en suerte, que su abuelo fue piloto de R.A.F. canadiense, que usaron los “Spit Fire” (lengua de fuego) y además me regaló un almohadón que usó su abuelo en el mismo avión y unas antiparras de raro diseño que lamentablemente no pude conservar por alguna situación.
La licencia de los Air Macchi, fue comprada posteriormente por los americanos para su famosa fábrica “Harley Davidson”.
El avión “Messermidt” usado por Hitler en la Segunda Guerra Mundial y los aviones italianos se transformaron durante los años de la Guerra Fría en automóviles como el Heinkel llamado ratón alemán de tres ruedas, y el Mazda japonés de motor rotativo sufrió el mismo destino. En Curuzú Cuatiá los hermanos Nieto fueron “especialistas” en arreglar ese tipo de autos y es muy probable que aún exista alguno enfrente de la vieja calle de “Tolilo Recalde”
El célebre bombardero liviano llamado “mosquito” y dotado de un doble cuerpo fue de diseño argentino y su patente comprada por los ingleses y fue el mejor de los bombarderos livianos de la Segunda Guerra Mundial.
Durante la Guerra Fría, Argentina diseñó una serie de aviones como el “Pulqui I” y el “Pulqui II”, y aviones a reacción y otros que fueron verdaderas maravillas en su momento (año 1944) y posteriores. Luego la fábrica Hafdasa realizó verdaderas maravillas en Córdoba bajo la dirección del ingeniero Ballester y su socio Molina, y anteriormente Rigaud, pero eso es otra historia que después contaré.

Pulqui I




Pulqui II



Nos vemos – Alberto Raso –

Dedicado a Eduardo Lindsay, Antonio Bobbio, los gallegos Ferrer y a todos los héroes de Malvinas y especialmente a “chinchulín” Benítez, hermano de Herolo, que fue uno de los pilotos argentinos que se destacó en Malvinas y luego fue olvidado por nuestras autoridades, como siempre, para todos ellos un abrazo cordial.

Alberto M. Raso.

P.D.: El autor narra nada más que los testimonios de estos amigos y sus recuerdos personales.

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