lunes, 1 de marzo de 2010

El día que pasó un ángel por mi casa

Un día pasó un ángel por mi casa y un regalo nos dejó, no sé quien fue porque hace tantos años, que casi no recuerdo pero:
E stoy casi convencido que fue hace mucho, más de 20
S é que pasaron 2 generaciones por lo menos, y aunque no llevo la cuenta
T odo me hace pensar y me revienta, no saber si
A lguna vez mi mente estará tan inspirada, creo que no lo logro y
B ueno sería empezar a contar por mis tres hijos: primero Juan Manuel; segundo
A lberto; tercero Virginia, luego Osvaldo y finalmente mi
S arita, a todos crió y malcrió con mucho celo, y hasta a mí que soy
A buelo. No sé quién queda en el camino y me acuerdo ahora, de mis
N ietos que ahora existen y le dan más
T rabajo todavía, y yo espero que
A lguien me socorra y no prolongue mi agonía, pregunto a todos los nuestros y a
T eresa, por si acaso, si no sabe qué santo
E staba de guardia ese día y me vuelvo loco pensando y
R ecordando quién era y ahora ya
E mpiezo a recordar que no era un hombre sino una
S anta, que pasó por nuestra puerta y
A llí mismo se quedó......

Querida Teresa, no sabemos cómo ni cuánto agradecerte tu sencilla compañía y tu paciencia. Todos nosotros y algunos más pasaron por tus alas protectoras y estos dos últimos años nos protegiste más que nunca y a mí sobre todo, porque hasta me ayudaste a ponerme las medias y la ropa cuando pasé por un infierno que no quiero recordar y por todo ello, todos te nombramos: “Dama de Honor en nuestra casa”.

Post Data I:
Te recuerdo que el viernes comemos empanadas y todos estaremos presentes porque además y más que nada: sos nuestra reina de las empanadas.

Con todo el amor del mundo: familia Raso Montes en pleno.

Alberto Raso.

Post Data II:
Este capítulo de nuestra historia estará incluido en una página especial en tu memoria.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Haz tu comentario