lunes, 1 de marzo de 2010

El caso Corbatta

Entre los años 50 y 58 uno de los jugadores más importantes del fútbol argentino fue Orestes Omar Corbatta, el jugador más temido por todos los arqueros argentinos que rogaban que el “loco” no se les acerque al área por el temor a un seguro papelón. Cuando tiraba un penal no tomaba carrera, simplemente se paraba al lado de la pelota y el arquero no sabía con qué pierna iba a tirar.
El caso Corbatta empezó para mí cuando yo tenía 8 años, el presidente de Racing era mi tío Luis Chamizzo y me hizo socio vitalicio Nro. 464 (socio cadete); en uno de los días más divertidos de mi infancia mi tío Luis me llevó a conocer la cancha del Racing Club de Avellaneda y de paso a conocer a los jugadores, los fui conociendo uno por uno y todos me dieron la mano y un beso, en ese momento estaban Rubén Manfredini, Maschio, Pedro Delacha, Negri y alguno más, el único que faltaba era el “loco” Corbatta. Mi tío preguntó donde estaba y nadie le quiso decir hasta que llamó al canchero y le preguntó en forma imperativa y este no tuvo ninguna opción, fue a buscar a Corbatta y lo sacó de su cama. Corbatta era un jugador humilde y sencillo que vivía en una pieza que le había fabricado la gente del Club debajo de las tribunas. Al cabo de cinco minutos apareció el “loco” con una camiseta musculosa y el pantaloncito de entrenamiento, era un flaquito desgarbado y sonriente que se acercó a paso cansino hacia nosotros y preguntó: “¿qué pasa Don Luis?” Mi tío le pidió que le mostrara algo de lo que sabía hacer, el “loco” hizo una serie de gambetas que hasta yo me mareé de verlo hasta que mi tío le dijo que se tirara unos penales. Negri se preparó y mi tío le dijo textualmente: “De esos no, de los que tirás afuera!” El canchero ya sabía lo que quería decir eso y trajo unas 20 botellas de vidrio y las colocó sobre el travesaño, mis ojos brillaban como el dos de oro y no podía creer lo que estaba viendo, Corbatta se preparó como siempre, derecho desde el punto del penal y empezó a patear con ambas piernas, una a una fueron cayendo las botellas y las últimas dos cayeron juntas con un tiro de chanfle que hizo carambola tipo bowling. Corbatta se acercó a mi tío con su timideza habitual y le pregunto: “¿Algo más don Luis?”. No, dijo mi tío, seguí entrenando se fue nuevamente a su cueva y siguió majegado!.

Alberto Raso – Tatín –

Nota del autor:
Orestes Omar Corbatta fue un jugador natural, no necesitaba entrenar, simplemente nació así y se perfeccionó en los “potreros” de Avellaneda, cuando empezó a jugar en Racing se le hizo una pieza debajo de las tribunas para que viviera decentemente, jamás erró un penal mientras jugó en Racing, cuando Racing no pudo pagar más a sus jugadores, Luis Chamizzo dio libertad de acción a todos ellos y muchos se fueron a jugar a Europa, entre ellos Manfredini, Pedro Delacha, Maschio y otros más. Corbatta siguió jugando en Racing con un exiguo sueldo y posteriormente pasó a jugar en Boca Juniors, estando en esa institución erró por primera vez un penal y terminó siendo alcohólico.Corbatta era un jugador tan tímido y sencillo que en el mundial de Rancagua (Chile) le hizo un gol similar a de Maradona y después de gambetear dos veces al arquero, lo volvió a esperar le hizo el gol de “taquito” y luego pidió perdón al arquero. Chilenos y argentinos aplaudieron la genialidad del “loco”.

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