lunes, 1 de marzo de 2010

Aldo Steffanof, pata de plomo

¿Cuántas copas tiene Aldo?: Imposible de contar.
¿Cuántas carreras ganó Aldo?: Imposible de narrar.
¿Cuánto quiero yo a Aldo?: todo lo que un amigo puede amar...
¿Por qué quiero tanto a Aldo?: ¡ahora les voy a contar!

A ldo está en tercera fila, ya rugen los motores y se escuchan de
L ado a lado y del uno al otro costado, pero Aldo esta vez
D ebe correr en equipo y proteger al gran “Patito” Silva y el
O tro debe ganar la carrera, al costado está Copello, con un Falcon al que
S ólo puede ganar el “Patito” Silva, qué lástima piensa Aldo,
T anto sacrificio, para dejarse ganar, para mí es un suplicio porque
E l “chivo” ya está a punto y debe perder la carrera.
F altan algunos segundos y ya bajan la bandera. Los temibles
F alcon están en primera fila, en la segunda vuelta. El patito va primero
A ldo está segundo y a nadie deja pasar, Copello y Gradassi lo buscan por todo lado y
N o puede creer lo que allí está sucediendo. En el Patito endiablado, a
O tros pueden pasar, pero Aldo no se entrega, lo intentan por adentro y también por
F uera. Aldo está pensando que puede ganar la carrera, y ya se está imaginando por dentro o por
F uera. Aldo tenía su razón para dejarse ganar, perdía para siempre a su “sponsor”
I nmediatamente se olvidó de ello, y el corazón le dio su razón, Aldo
D ecidió jugarse la vida entera, y ahora a su manera.
O lvidó del sponsor y el chivo salió saltando y el Pato que estaba su
L ado no lo podía creer, Aldo puso su pie de plomo y lo pasó por adentro.
O tra carrera podía perder, pero esa, esa era de él.....

Nota de Autor I:
Aldo Steffanof es mi gran amigo y corre como conté, con el corazón en los pies y con una cruz de oro en el pecho que la conservó de un amigo que un día se la regaló. Quizá él esté pensando que yo lo olvidé alguna vez, pero él no sabe que yo y mi familia, todas las noches de cada día, estamos pensando en él y estamos esperando que el hombre del pie de plomo se levante nuevamente y vuelva a correr carreras, ¡por supuesto a su manera!......

Nota de Autor II:
No hace falta decir a quien dedico esta carta. Pero no quiero escribir más y por eso quiero decirles que se la dedico a mi amigo Aldo Steffanof un amigo de ayer, de hoy y de mañana y se la dedico a mi manera.

Querido Aldo nos vemos, en tu próxima carrera.....
Y ahora quiero decirte que los milagros, sí existen y que pronto vas a volver a tus perros y a tu taller y a tus autos, por ahora estás al cuidado de tu mujer que tanto te quiere y nunca te abandona, pero después vas a volver a los fierros y espero que vuelvas con pata al fondo.
Sos mi gran amigo y te pido autorización para que este escrito salga publicado en mi libro que va a salir para fin de este año.

Un abrazo, familia Raso Montes en pleno.
Alberto Raso –

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