lunes, 12 de abril de 2010

Manual del perfecto anticuario


Como todos escriben manuales de cualquier cosa he decidido obligado por las circunstancias y por las tantas y tantas personas que pasan por mi negocio y preguntan cosas que luego se contestan solas, voy a hacer un breve manual del perfecto anticuario y que si usted lo aplica podrá ser tan buen o mal anticuario como lo soy yo:

1) Para ser un buen vendedor de antigüedades no hay que saber nada, solamente saber vender.
2) El cliente nunca tiene razón, pero si usted quiere vender, el cliente tiene que tener razón.
3) Si su cliente tiene un decorador o una decoradora, significa que la verdadera clienta o cliente no tiene personalidad, ni sabe nada de nada.
4) Si el decorador le dice que quiere algo más “ecléctico” significa que el decorador no sabe nada de nada y usted puede ofrecerle con toda tranquilidad lo más horrible que tenga y decirle que eso es el último grito de la moda.
5) Si su clienta viene con su marido y luego de una discusión deciden “pensarlo”, significa que el marido va a ligar una “filípica” (por no decir puteada) y ella va a comprar lo que quiere.
6) Si su cliente le dice que lo que le está vendiendo sale más caro que nuevo usted, el anticuario, debe decirle: “es cierto pero usted no está comprando, lo que está haciendo es una ‘inversión’.
7) Si usted le dice que un objeto vale cien pesos y su cliente dice: “Que caro”, significa que no conoce el precio de la carne y de la nafta.
8) Si su cliente no conoce el precio de la carne ni de la nafta, significa que tiene mucha plata y el marido es el que va al mercado y carga nafta mientras su mujer piensa en como gastar la plata de su pobre marido.
9) Si su marido decide comprar algo para él, su mujer le va a decir invariablemente: “Para qué querés otra porquería que ya tenés un montón!”. En ese caso el buen anticuario debe decir: “La señora tiene razón, es mejor que compre lo que ella quiera”. Al marido le dará vergüenza y recién entonces dirá: “El que manda soy yo y la plata es mía!”.
10) En ese caso la mujer también sentirá vergüenza y por miedo al papelón dirá: “Tenés razón querido, comprá lo que vos quieras”.

11) Si todo esto pasa el marido tendrá que aguantarse las puteadas del camino de regreso, pero debe hacerlo estoicamente para que su mujer piense o diga que él, es el que tiene los pantalones bien puestos!
12) Si el cliente dice al entrar: “Vengo a mirar las bellezas que usted tiene”, significa que ya recorrió todas las casas de antigüedades del país y lo único que busca es tratar de comprar a un precio vil.
13) Si el cliente dice: “Sólo tengo doscientos pesos y quiero comprar algo lindo”, significa que tiene mil, pero quiere comprar por doscientos lo que vale mil.
14) Si el cliente viene y le dice: “Quiero comprar algo barato porque es para la pieza de la sirvienta”, significa que quiere comprar algo para ella y pagar el precio que pagaría su sirvienta, en ese caso significaría que es una tacaña con plata porque además de plata tiene sirvienta a la cual no respeta.
15) Si viene un revendedor porteño y le pregunta todos los precios, y antes de irse le dice: “Me olvidaba preguntar cuánto vale el relojito ese que está allá tirado”, usted debe saber que lo único que le interesó fue ese reloj y usted debe decirle que ese no está en venta porque era de su abuela y él va a insistir con el tema y yo voy a vender el reloj de mi “abuela” al precio que quiero.
16) Si el mismo señor le dice: “¿Qué precio me podés hacer si hacemos un paquete de cosas?”, significa que le va a embromar dos veces: primero le va a pedir precio de cada uno y le va a decir: “¿Este a que precio me haces?” y usted le va a contestar que ese le puede hacer a diez pesos cuando en realidad vale veinte. Y luego irá preguntándole uno a uno por todas las cosas y cuando termine le va a decir: “¿Y si te llevo todo el paquete?”, y como usted ya le hizo precio en casa una de las cosas, tendrá que decirle: “Me estás tomando por b….” y entonces él le dirá: “Yo te estoy tratando con respeto” a lo que usted tendrá que contestarle “Yo también, pero no me tomes por idiota”. En ese caso el “chabón” se va a la m…… o le compra todo, porque sabe que con una cosa paga todas y por supuesto usted también lo sabe.
17) Si entra un gallego de traje, es un revendedor que quiere comprar a diez lo que vale mil y le va a preguntar: “¿No tenés esos relojitos que hacen ruido o tienen dibujado una lunita o un sol?” En ese caso usted tiene que decirle que ayer vendió todos los que tenía a otro gallego y se los vendió a dos pesos porque no lo entendía ni sabía que era. En ese caso el gallego va a venir en todos los viajes que haga y siempre le va a comprar algo con la esperanza de que usted consiga lo que no se consigue. Todas las veces usted debe proceder así y cuando consiga un Vacheron Constantin o alguna de esa categoría usted tiene que decirle que está en consignación y la dueña pide lo que realmente vale. El gallego va a enojarse y le va a pagar algo menos de lo que vale para pagar los gastos de viaje!
18) Si viene un revendedor y le dice de frente que anda buscando algo para rebuscarse, el perfecto anticuario tiene que darle una mano porque el tipo es sincero y está en el mismo palo que usted que también quiere ganarse unos pesos.
19) Si entra un chanta que le cuenta que tiene diez mil dólares para gastar, el perfecto anticuario debe decir: “Eso es lo que nosotros compramos por día y nosotros sólo vendemos a los particulares, porque no tenemos buenos precios para revendedores”, en ese caso el señor se irá tal como vino o se quedará y comprará por mil dólares solamente, y el perfecto anticuario se pondrá más contento que perro con dos colas, porque el perfecto anticuario nunca tiene un peso en el bolsillo.
20) Si viene un pobre a comprar y le pide fiado, usted le puede fiar tranquilamente porque aunque sea de a poco le va a pagar y así usted quedará bien con el pobre y con su conciencia.
21) Si viene un rico y le pide fiado, el perfecto anticuario le puede vender en los meses de abril, mayo y junio, porque en julio se va de vacaciones y no va a pagar, como tampoco va a pagar cuando vuelva porque en teoría se gastó toda su plata, en agosto puede volver a fiarle hasta noviembre, porque en diciembre se va de vacaciones nuevamente y cuando vuelva tampoco va a pagar porque empiezan las clases y tiene gastos de colegio. O sea que el perfecto anticuario tiene que pagar las vacaciones de los ricos y comerse un garrón de seis meses.
22) Si vienen dos clientas juntas y le preguntan mil precios usted tiene que llamar a un secretario para que anote los precios porque lo único que quieren es confundirlo y marearle de manera tal que no se acuerde de nada, mientras tanto el perfecto anticuario debe mirar televisión y tomar mate mientras por adentro está rezando para que las “confundidoras” compren algo.
23) Si las confundidoras quieren que le atienda el dueño, el perfecto anticuario debe decir: “Discúlpeme, pero yo ya no me dedico más a esto y no sé los precios, por favor llame a mis hijos que ellos sí saben”.
24) Si un estanciero viene a comprarle muebles para sus hijos, usted debe mostrarle sus productos y explicarle que lo que está comprando es de calidad y para toda la vida. Si él le contesta que quiere algo más barato, usted debe decirle que en Carrefour o en el Libertad hay muebles que se pueden comprar en cuotas y recuérdele que en la primera mudanza, o sea en la cuarta cuota, esos muebles serán chatarra y tendrá que comprar todo de vuelta. Si el estanciero insiste en lo mismo el perfecto anticuario tiene que callarse la boca y dejar que el estanciero se joda.
25) Por último, y para ser el anticuario perfecto, usted debe seguir todos los pasos que yo he dicho en los artículos anteriores y debe recordar que es condición “sine cuanon” que haga lo que yo digo, pero no lo que yo hago que termino el día más seco que lengua de loro y cuando viene un inspector de impuestos debe recordarle que “no todo lo que brilla es oro” y que el bronce y la madera no se comen y si no le creen díganle que le pregunten a cualquier anticuario como yo.

Alberto Raso – Tatín –

Nota del autor:
Le dedico este pequeño reglamento a todos los anticuarios perfectos del país que saben lo que hay que luchar para hacer lo que hicimos nosotros, y muy especialmente a toda mi familia que sabe que estoy peleando contra viento y marea para que nuestro pequeño imperio no se diluya, como se diluyeron muchos anticuarios del país, gracias a los gobiernos que supimos conseguir.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Excelente. saludos. att. www.1000antiguedades.com

Anónimo dijo...

Hola Alberto!

Che vos sabes que manuales del anticuario no se consiguen por PDF, por lo que tu humor condimentado con altas dosis de realidad son re importantes para nosotros.
Queremos un ingreso extra en la familia y buscamos comprar y vender antigüedades por internet, pero necesitamos gente ccon experiencia que nos asesore en algunos temas. Ponele es dificil calcular el precio para que no sea abusivo para el cliente o a quien les compremos (gente del pueblo a donde pensamos radicarnos, no queremos quedar como tacaños)porque no hay un porcentaje que recargarles ¿o si? Tampoco sabemos como hacer con las cuestiones tributarias si llegasemos a poner un negocio. ¿Podrias guiarnos?
Te dejo nuestro mail en caso de que seas tan gaucho y las confundidoras, gallegos, maridos y mas yerbas te dejen un tiempito libre y nos des una mano.

loslopezgarcia@gmx.com

atte

Santiago de La Plata (proximamente san cayetano, pcia bs as)

Spektrarock dijo...

Alberto, estoy tratando de contactar con usted. Si me lee y tiene la amabilidad, por favor, escríbame a fotoalpine@hotmail.com

Muchas gracias.

Publicar un comentario

Haz tu comentario