lunes, 12 de abril de 2010

La guitarra perdida de Tarragó

Anteayer me volví a encontrar con Antonio Tarragó Ros, amigo al que no veo desde hace muchos años. Él está igual que siempre pero mejor, los años le dieron la sabiduría y la tranquilidad necesaria para ser lo que hoy es: un músico, un estudioso de la música y un filósofo.
Todos se preguntarán cual es la relación entre la música y la filosofía y yo les voy a contar el por qué de esa estrecha relación que existe en Tarragó en estos dos campos.
La presentación estaba dispuesta para el sábado a la noche, todo estaba perfecto hasta que de repente se largó el diluvio universal en Corrientes que hizo que el festival se aplazara hasta nuevo aviso. En medio de la confusión general, “Tapón” García y los pocos integrantes de la orquesta metieron sus instrumentos en la camioneta y salieron con rumbo al hotel donde paraban; no pasaron más de diez cuadras y los inadaptados de siempre abrieron la puerta de la camioneta y golpearon a Tapón con una piedra y le robaron la guitarra de Tarragó.
El domingo me encontré nuevamente con Antonio y fuimos al camarín donde me enteré del incidente en un reportaje que le hicieron de una radio del Chaco donde hacían alusión al robo de su guitarra y con las pocas palabras que dijo le dio una lección de filosofía difícil de olvidar, Antonio simplemente dijo: “No quiero recuperar esa guitarra, está mancillada, y espero que el que la robó toque chamamés con ella y respete su procedencia”. Esas palabras sinceras y elocuentes me dieron la pauta de que Antonio superó la categoría de músico y pasó a la de filósofo y por ello voy a hacer una poesía a Tarragó y su guitarra y quizá hasta la transforme en un chamamé con el tiempo.

“La guitarra de Tarragó”

La mujer y la guitarra, no se prestan chamigo
Yo digo que no es así, pregunten a Tarragó
Cuantas nos ofrecieron, sus verdaderos amigos
Cuando un paisano artero, la guitarra se robó.

Setenta ofreció Miqueri, dos ofreció un paisano
Tarragó ninguna aceptó y la cosa se puso fea,
El asunto se complicó y vino mal la mano
Pidió una guitarra Antonio y aunque usted no lo crea.

Un amigo de la infancia, la guitarra le prestó
Era Mateo Villalba, hombre de Curuzú
Que con cariño y esmero, su guitarra entregó
Y al que robó su guitarra y después se hizo el tatú.

Tarragó lo perdonó, porque no vale la pena
Empuñar una guitarra que otro mancilló
Y sufrirá la desgracia y la condena
De no poderla tocar, porque Antonio lo perdonó
Y Dios capaz que también,
El que no perdona chamigo, soy yo.
- Alberto Raso -

1 comentarios:

vardittabata dijo...

Casino Rewards | JTA Hub
CATINOS 태백 출장샵 of the Wynn, Encore at Wynn 양주 출장안마 Las Vegas, Wynn Macau, and Wynn Palace,” 정읍 출장마사지 said Steve Wynn, chief executive officer of 제주 출장마사지 Wynn 고양 출장마사지 Macau. “Our core

Publicar un comentario

Haz tu comentario