lunes, 19 de octubre de 2009

La Gloria de la Silguero

No puedo decir mucho sobre Gloria, sin embargo fue nuestra mejor compañera durante los cinco años que pasamos en el Nacional y cuando llegamos a quinto año, más todavía, porque aparte de ser la mejor, fue la única mujer, cosa que la hace más meritoria todavía, porque aguantar todas las macanas que hacíamos no era tarea fácil. Creo que en quinto año Gloria pasó a ser una heroína tipo estatua de Juana de Arco, porque no podía mirar hacia atrás, ya que seguramente alguno estaría haciendo una guasada imposible de narrar.
Nuestra "estatua" viviente era la elegida de Juan Blanckcaseaux cuando venía argelado porque perdió boca, o simplemente cuando se le daba la gana. Sus amigos más suaves y preferidos eran Cartolano, Barrientos y el papi Hanson, pero nos quería y ayudaba a todos.
En las noches de serenata era la última en recibirnos porque primero íbamos a todas las casas de novias, queridas, pretendidas y profesores y finalmente a la de nuestra querida Gloria, lo cual hacía que tuviera que estar al pie del cañón hasta las seis o siete de la mañana y aguantar nuevamente el pedo que teníamos y lo mal que nos salían las canciones después de semejante trajín.
En realidad no sé como agradecer a Gloria todo lo que hizo por nosotros y cuando me pasan estas cosas lo único que se me ocurre es hacerle una poesía y entonces les digo en nombre de todos:

Gloria querida, noches y días
Aguantastes nuestras malas melodías
Yte mantuvistes indiferente
Ante nuestros "pedos" recurrentes
Ayudastes al amigo verdadero
Y te jugastes por nosotros por entero
Aguantastes los olores más inmundos
Que viajaban en nuestro pequeño mundo
Transformabas la tristeza en alegría
Y tu sonrisa nuestro mundo recorría
Fuistes única y de vida tan austera
Que parecías un sol en primavera
En carnavales tu sonrisa prodigiosa
Se transforma de repente en una rosa
Por nosotros te jugastes por entero
Y por ello y otras cosas más te quiero
Y te dedico esta humilde poesía
Que viene desde el alma en letanía
Solamente para vos, Gloria Silguero...

Nota del Autor:
Gloria es la única y mejor compañera que tuvimos en muchos años y a pesar de tener mil desengaños, se recuperó, como todos nosotros y hoy está más linda que nunca y le recuerdo que el verdadero amor puede aparecer en cualquier momento y a la vuelta de la esquina y sólo te recomiendo que nunca lo hagas de ninguno de nosotros, porque en realidad merecés algo mejor.

PD: Las cosas que te suelo decir, son sólo cargadas de mal gusto, pero entre todos nosotros existe una amistad que hace que todo se perdone.

Te nombro Caballera de la Legión
de Honor de las "Juanas de Arco"

Alberto Raso - Tinta China -

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