viernes, 11 de septiembre de 2009

El hombre que sabía demasiado

Película de Hitchcok protagonizaba por James Stewart

En este caso particular y sin modestias voy a decir que se trata de la vida de mi hermano Dito, al que por algo sus grandes amigos; Hito Raffo, Carlitos Duarte, Mindú González, Carlitos Hermann entre otros, lo llamaban: “el profe, el troesma, el maestro, il comendattore”, etc, etc.
Dito Raso nació en San Francisco (Córdoba) y desde muy temprano se destacó por ser un hombre que nunca se entregaba, ni en las peores circunstancias. Esa herencia la tuvo de mi padre del cual heredó no sólo esa sino varias cualidades: la inteligencia, el sentido común, el razonamiento frío y la sangre caliente. Fue un gran coleccionista y todo lo tenía ordenado en cajas y cajones de distinto tamaño y color. Fue un gran cultivador de amigos que lo siguieron hasta el día de su muerte como por ejemplo Pupri Guglielmone y su hermano Latasa, Carlitos y Rolando Larralde, el Coronel Lugand (hoy General), Marito Guglielmone, el Moncho Gómez, Cambiro Barrientos, Luis Olivera, Puzzio, los mellizos Saloj y otros tantos que ya no me acuerdo.
Dito fue asmático de nacimiento y gran fumador al igual que mi padre y su hijo Osvaldo y fanático del motociclismo y de los autos raros. Al igual que mi padre inventó miles de cosas y emprendió miles de empresas entre ellas el canal propio de Curuzú Cuatiá junto con Amparo Úbeda. Se destacó en el teatro, su realización más importante en esa materia fue “El amor de los cuatro coroneles” de Tennesse Williams donde participó haciendo de coronel americano, el gringo Macedra de coronel inglés, Mindú González de coronel ruso, y Emilio Di Tella de coronel francés. La protagonista femenina fue Dorita Carioni y el gigoló fue Pelusa Reggi. La dirección estuvo a cargo de René Borderes y el maquillaje y vestuario a cargo de mi mamá y mi hermana. Haciendo alarde de mi memoria puedo decir que el tercer acto termina con una frase de Pelusa a Dorita que reza: “Ya no me quieres, seguiré siendo un simple exprimidor de corazones”. La obra se realizó en el teatro Colón. También se destacó como cantor en el Cervantes junto con Charles Brown realizando una versión libre del can can parisien que decía: “No, no somos obreros, somos petiteros de la Caá Guazú”.
Se recibió en el Colegio Nacional de Curuzú Cuatiá pese a que algunos “jerarcas” no lo querían. Yo viví bajo su estigma y también me recibí. Se recibió de dentista en Rosario a los 23 años y vivió en el barrio de Empalme Granero, famoso por sus inundaciones, luego en una casa tipo pensionado donde conoció a Bassi, frecuentó salones como el Humberto Primo y “El gato negro” donde actuaba “Rita la salvaje”. Luego conoció en el bar “La facultad” (donde se jugaba ajedrez) al Flaco Menotti, del cual fue gran amigo junto con Iván Alvarez y Pocholo Mendiburu, comía en la pensión de Frida (una alemana eterna novia de Carlitos Duarte) donde se hizo amigo de Cachito Guazzini con el que pusieron una fábrica de cañas de fibra de vidrio (Cachito Guazzini se hizo famoso posteriormente por su fábrica de cuchillos de supervivencia que se usaron en Malvinas)
Se recibió de odontólogo con medalla de honor y fue becado a México donde volvió con Rosita y una nena de 6 años; el amor de su vida fue Ana María y la madre de su hijo Osvaldo, romances que nunca supo superar. Vivió en Mar del Plata y Quilmes con mi abuela (era su preferido) donde se encontró con un primo con el que hicieron varios inventos. Un día harto de pagar coimas a la brigada de Quilmes, volvió a Curuzú Cuatiá donde se radicó definitivamente. Junto con Carlitos Duarte y Carlitos Ziegembein inventaron sillones para odontología y compresores para dentistas. Anteriormente e injustamente fue puesto a disposición del Poder Ejecutivo, donde perdió su vida entera. Se salvó gracias al valor de mi madre, pero ya no fue el mismo, destruyeron sus bienes tanto físicos como espirituales, pero no se dio por vencido nunca y siguió luchando pese a que ya poco funcionaban sus pulmones, dormía sentado y respiraba con equipos especiales. En sus últimos tiempos su amigo Carlitos Duarte le fabricó un equipo especial para recorrer la casa y su hijo Osvaldo le consiguió un aparato especial para respirar. Se refugió en el cine y en sus pensamientos y mi mujer fue su gran compañía junto con sus hijas y su nieta. Y como las lágrimas me invaden continuaré escribiendo en otro momento.
Ya un poco recuperado de tantas emociones juntas, vuelvo a agarrar mi vieja lapicera y creo que ahora podré terminar mi tarea y contar algunas cosas y anécdotas de su vida.
Dito fue el hombre más generoso (junto con Silvia) que conocí, todo lo daba sin pedir nada a cambio. Cuando yo empecé la chacarita, me regaló dos camionetas Ford Twin Beam, una para usar y otra de repuesto, luego me regaló una moto Jawa preparada por Jerry Bravi (famoso corredor de Rosario que tenía una pata de palo y un ojo de vidrio) también me regaló el primer auto que tuve, un Citröen II ligero, usado por la Policía francesa.
El último regalo importante que me hizo fue darme la mitad del dinero de la indemnización que cobró por su injusta detención, la otra mitad se la dio a su hijo Osvaldo y con el poco dinero que se quedó supongo que lo habrá repartido entre sus amigos más necesitados.
No sé si Osvaldo José Raso cobró alguna vez por sus trabajos algo que no sea en especias, y los arreglos provisorios que él hacía duran hasta ahora (entre ellos algunos míos). Dito que pasó su vida entera puteando contra los masones recibió meses antes de su partida una distinción por los servicios prestados a la comunidad por parte de ACYAC o el Rotary Club.
Dito era dueño de un humor mordaz e inteligente, le hizo dos guiones para mi hijo Alberto, que es realizador cinematográfico y nunca pudimos entender. Yo ahora los leeré nuevamente y trataré de descifrar sus claves (ya que seguro está escrito a la manera de los “iluminatti” y de todos aquellos que fueron perseguidos).
Dito no pudo terminar con sus sueños porque eran tantos que una vida no le alcanzó. Sus hijos, mi familia y yo vamos a terminar con ellos. Doy mi palabra.
Algunas anécdotas de Dito:
1) Dito compró un Falcon 0 km y me lo prestó para viajar a San Luis o Córdoba. Yo lo choqué y transformé en chatarra y lo llamé por teléfono no sé de donde. Dito me preguntó cómo estaba yo y yo le contesté que bien, pero el auto... Sin darme tiempo a contestar me dijo textualmente: “Fierros son fierros, te mando otro”.
2) Una navidad hablando con mi familia me preguntó cuál era el sueño de mi vida y yo contesté: “Tener mucha plata para poder hacer grandes cosas” y él me dijo: “¡Qué sueño tan pobre, eso se compra con dinero!”. Hoy lo entiendo.
3) Se juega el clásico de Rosario, no quedan entradas para la tribuna de N. O. Boys (del cual todos eran hinchas menos mi hermano) y hay que ir a la tribuna de Rosario, en medio de un silencio total por miedo a la barra de Rosario, N.O.B. hace un gol y Dito grita: “¡Vamos Newells todavía!” (creo que sus amigos todavía están corriendo).
4) Se eligen las autoridades del Centro Curuzucuateño y los candidatos son C. A. y Navajas Centeno (de la Yerba Taragüí) y el otro candidato es Galleta Romero y Dito, representante de la Ratonera (lugar mítico de los correntinos en Rosario). Los candidatos de C. A. y Navajas Centeno ponen todo el fuego en el asador, un Lancia y varias camionetas de Yerba Taragüí y reparten la misma. Dito hace su jugada magistral y saca a relucir el Preciosaurio, junto con su amigo Agustín Raffo y lleva como orador al doctor Galleta Romero y como músico a Tarragó padre y al Moncho Gómez y tocan chamamés como “Galleta collera” y “Kilómetro 11”. Ganan las elecciones por muerte.
5) Dito se recibe y tiene su primer caso de ortodoncia, se esmera todo lo posible e imposible para que todo salga bien, y sale bien, y cuando va a cobrar el tipo exhibe su libreta cívica y se llama Osvaldo José Raso, igual que él, ¿cómo puede cobrarle?
6) Pepe Torres va al consultorio de mi hermano con gran terror y le dice: “Doctor, quiero que me arregle una muela”. Dito le dice: “Pepe, vos tenés todos los dientes podridos” a lo que Pepe responde con terror pánico: “Sí, pero una sola es la que me duele”. Dito le dice: “Está bien, sentate que te pongo una inyección y arreglamos eso”. Pepe se sienta y le pone anestesia y le pregunta: “¿Te duele?”, Pepe contesta. Dito prepara sus elementos (ya que también es mecánico dental) y termina su operación y le dice: “¿Sentiste algo?”. “No”, contesta Pepe. “Bueno, mirate al espejo”. Pepe se mira al espejo y tiene toda la dentadura nueva. Yo estuve presente y la operación duró 45 minutos. Pepe fue el mecánico gratuito de toda la vida de Dito junto con todos los locos Torres.
7) El doctor opera sin anestesia a la paciente XX que es alérgica, cuando termina la operación le pregunto cómo hizo a lo que sencillamente me dice: “La hipnoticé, si los hindúes pueden hipnotizar una víbora, ¡cómo no voy a poder yo hipnotizar a un bicho como ese!”
8) “El coronel no tiene quien le escriba”. El coronel XX viene a pedir a Dito para escribir uno de los numerosos libros que escribió. Dito le dice: “¿Y cómo escribís vos, si no tenés ideas?”
9) Marito Guglielmone le pide consejos a Dito para solucionar una dentadura a su clienta, Dito mira y le dice: “Marito, no le entra porque hiciste 34 dientes”. Marito contesta: “No importa, la vieja no sabe contar” (Marito es hoy un buen mecánico dental).
10) Casi al final de sus días, Dito no encuentra quien haga su propia dentadura postiza. Llama a un amigo y lo dirige y hace su propia dentadura. Todo salió perfecto.
11) Dito es su propio médico y se saca solo sus dientes y se pone solo sus inyecciones. Yo le digo: “Sos un bárbaro” y él me dice: “Si una enfermera lo puede hacer, ¿por qué yo no?”.
12) Dito está peleado conmigo por una cuestión cualquiera, mi mujer siempre es el nexo entre nosotros, yo le pegué una trompada en el pecho y recién lo vuelvo a ver en navidad, me abraza y me da un beso y me dice: “¡Qué fuerte me pegaste! Todavía me duele. Te quiero”.
13) Dito sabe demasiado, pero como todo sabiondo es muy distraído, un día yo le conté que su hija estaba a punto de tener familia y Él me contestó que estaba loco, al otro día, Carmencita su hija y secretaria, tiene una hermosa nena a la que llamaron María José, yo viajo a Curuzú y me encuentro a María José en brazos de su querido abuelo.


Nota del autor:
* Mi hermano tuvo tres hijos: el mayor es Osvaldo (también es hijo mío y de Sarita) y dos hijas más, Cirse Manón Irizar Raso y Carmencita Gigrioni, hija, secretaria, enfermera, dactilógrafa y etc, etc de mi hermano. Dito no pudo concretar su último sueño de hacerse un motor home con un viejo colectivo que hoy está abandonado en algún lugar y recorrer el país vendiendo cosas que él haría (tipo hippie). Tampoco pudo lograr que su hijo Osvaldo terminara de arreglar los dos Fiat 1500 Coupé que le había regalado. Una semana o algo más, vino a conocer al primer hijo de Osvaldo y como él sabía todo, quizá a despedirse... Quizá se aparezca nuevamente algún día como el gran Houdini cuando alguien lo necesite. Su muerte no fue en vano, porque si mi madre hubiese estado viva, no habría soportado ver morir a un hijo más. Vivió una vida plena a pesar de todo y nunca traicionó a nadie. Su testamento hecho en vida fue salomónico, dejó todo organizado. Sarita, su hijo Osvaldo y yo no pudimos respetar su deseo de ser enterrado al lado de Ana María, pero quizá algún día se logre. Dito murió un 9 de julio mientras nacía la patria. Sólo me resta decir que agradezco a Sarita porque hizo lo imposible para ayudarlo y comprenderlo en todos los momentos de su vida. Ya la emoción me está embargando y como era un gran amante del cine me quiero despedir con el nombre de una película: “Al maestro con cariño”.
Familia Raso Montes – Nos vemos –

Penúltima nota del autor en clave:
* En la película “Ghost, la sombra del amor” la palabra clave es “ditto”. (Para entender hay que ver la película protagonizada por Demi Moore y Patrick Swayze). Chau hermano, nos vemos en las cincuenta estrellas.

Tatín –

Última nota:
Dito era experto en judo, ji jitsu y lucha greco-romana, si hubiera querido me hubiese matado cuando lo golpeé. Te prometo que cumpliré la promesa que te hice, terminaré tu obra.

Nuevamente, chau troesma, dejá de fumar y tomá miel.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

brvi no tenia pata vde palo quedo rengo en el 85 en el accidente de rafaela donde muere americo savio presidente de la regional 4 gerardo bravi

Anónimo dijo...

Lo he conocido ,como un gran dentista, conocido u amigo de mi padre, y muy amigo de mi tio, carlitos duarte, el cual lo mencionas, en el texto. muy bueno me fue leerlo.

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