lunes, 21 de septiembre de 2009

Uno más en la patota


Roberto Romero parece que se ha sumado a lo que Papi Hanson llama “patota” así que me va a tocar a mí definir al recién llegado y como siempre lo haré, pero no me pidan palabras mágicas, lo haré con muchísimo placer pero esta vez no “a mi manera”, porque el que voy a presentar, lo llamaré simplemente “Manos brujas” y aquí empiezo lo poco que sé de él.
Roberto se llama, tal como Roberto Benítez o Roberto Almagro, o como quería ponerle desde el principio de esta historia: Manos brujas.
Empezaré diciendo que nació en Curuzú Cuatiá y que sufrió, pero logró romper las cadenas, que lo atan al pasado y es un hombre libre y ordenado en cuanto a música, aunque aún está un poco confundido.
Romero es el apellido de su padre, y su madre fue profesora de música, o mejor dicho, la mejor profesora de piano que hubo en Curuzú. Berecoechea es el apellido materno y ahora sí que puedo empezar y terminar su historia, porque yo también he roto mis propias cadenas, y estoy muy seguro, seguro como que me llamo Tatín, de que se trata del mejor músico argentino y curuzucuateño, o de lo contrario no hubiese entrado en la “patota”.

Alberto Raso – Familia Raso Montes –
Nota del Autor:
Roberto es uno de los mejores músicos del país, ha tocado en todos los lugares del mundo y sus alrededores (como diría Don Pancho Schatenofer) y ha tocado con músicos de fama mundial y vivió haciendo música, además fue de los pocos que volvió mágicamente a la vida y superó todas las pruebas que el Señor le puso en su camino, por ello y por haber bailado el pericón con mi hermana, lo nombro “Ciudadano especial y miembro de honor de la Patota”.

Alberto Raso
PD: Querido Roberto, con vos, hasta me animo a cantar!

PD 2: ¡Claro, así cualquiera canta, hasta Ciro!

- Tatín -

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