martes, 25 de agosto de 2009

La solución final


Estoy metido en un brete y pensando en las elecciones, no quiero ni escuchar, ni saber nada con los políticos, pero no me deja pensar el ruido de los camiones, cantando nuevas y viejas canciones y como no sé por quién votar y estoy metido en un brete, no voy a pensar al cuete y les voy a preguntar a mejores pensadores, y aquí empiezo a soñar y a consultar a esos grandes señores:
"Señor Shakespeare, tengo un dilema, no sé por quién votar". Él me contesta: "Tu dilema no es problema, tu problema es saber que ser y como yo dije antes ser o no ser, he aquí el dilema, y la solución es esta: dejá a un lado la razón y votá con el corazón". Sigo sabiendo que no sé a quién votar y le pregunto a otro.
"Señor José Hernández, ¿a quién puedo votar?" Él me contesta rápidamente: "Votá por el partido del pueblo". Y yo le pregunto el porqué de las razones y él me contesta: "Porque el pobre pasó de todo, pasó penas y dolores y de tantos sinsabores ya aprendieron a votar y vos no le podés fallar". Yo me voy para otro lado a pensar en lo que dijo y llego a la conclusión de que capaz es cierto y tiene razón, pero en la Argentina, el futuro es incierto, vos votás por uno y el que gana es el otro.
Sigo sabiendo a quien no votar y cruzo un cerco chiquito, camino unos pasitos y me acerco al viejo vizcacha y le digo: "Escucháme viejo vizcacha, yo no sé a quién votar, parezco una cucaracha que no sabe pensar. Y el viejo muestra la hilacha y contesta a su modo: "Si no encontrás la solución, hacéte amigo del juez, a él ni un buey le sale malo". Yo lo interrumpo y le digo:" No soy hombre de agarrar coimas ni de ir para el lado que sopla el viento, atá tu boca con un tiento y volvé nomás a tu cueva a corcovear como un potro, mejor le pregunto a otro".
Me voy urgente a La Habana y le pregunto a José Martí: "Don José quiero su consejo, no sé a quién votar en la Argentina" y él me contesta suficiente y certero: "Votá al amigo sincero que él no te va a defraudar". Yo le contesto: "Gracias, José, creo que vos tenés razón, votaré a algún amigo que sea sincero".
Vuelvo a la Argentina con la ilusión que me creó José Martí: voy a votar por un amigo sincero.
Me meto en el cuarto oscuro y veo tantas boletas que no sé cual voy a agarrar y las empiezo a cortar y para respetar lo que dije al amigo sincero, agarro los pedacitos, y en vez de meterlos en la urna, los tiro en el basurero...

Alberto Raso -Tinta Nachi-

0 comentarios:

Publicar un comentario

Haz tu comentario