lunes, 29 de junio de 2009

Historias

¿Cómo nacen las leyendas?
Historias que dan miedo, y sin embargo no dan

Allá por el año 1890, en un castillo perdido en la Inglaterra se hizo un concurso de varios literatos, que querían pasar el tiempo, y el concurso consistía en hacer en una noche un cuento que dé miedo, por un lado estaba Mary Shelley, y su amante Lord Byron y por el otro, otros señores que también eran literatos y poetas.
Los literatos y poetas, aquí no cuentan, así que me remitiré al caso de Mary Shelley.
Mary Shelley terminó su relato antes de las 8 de la mañana, y ganó el concurso con una historia que realmente daba miedo, la misma se llamaba "Frankestein o el moderno Prometeo" inspirado por casualidad en la leyenda griega de Prometeo.
Aparentemente era una historia común, pero si miramos a través de los tiempos, y llegamos a la actualidad, veremos que lo que escribió Mary Shelley en 1890, actualmente se hace en cualquier hospital de trasplantes y no se puede decir por ello, que esté mal, porque cuando nos operan del corazón en realidad estamos muertos y nos resucitan con un "toque" eléctrico.
Hoy en día lo único que no se puede trasplantar es el cerebro que es casualmente lo que falla en Frankestein.
Ahora yo me pregunto ¿casualidad o premonición? y como yo no creo en casualidades, con certeza absoluta que se trató nada más que de una premonición basada en la biblia y libros de antigua data.
En los dibujos del gran Miguel Angel Bounarotti en la capilla Sixtina se ven dos fuerzas y dedos que casi se tocan y en el medio un toque eléctrico que representan nada más ni nada menos que el choque de dos fuerzas que significan la creación.
Si ahondamos un poco más veremos que significa la resurrección de Cristo y además la constante del número 3 número cabalístico increible, y por qué?: el 666 significa en teoría el número del diablo, si lo sumamos nos da 18 que dividido por 3 nos da 3.
Si damos vuelta (como solía ser Da Vinci) encontraremos el número 999 que significaría el bien y la constante del 3 continua porque sumados 3 + 3 + 3 = 9 y si hacemos a la inversa obtendremos nuevamente el 3.
Volviendo al caso Frankestein la cosa no es tan distinta, porque éste es revivido por una corriente eléctrica producida por un rayo lo que equivaldría hoy a un electroshock para revivir a cualquier operado del corazón, pero si lo usamos para tratar a los dementes, le anulamos el lóbulo temporal izquierdo y lo transformamos en un zombie, cosa que realmente no me gusta, hemos superado ya las teorías de Lombroso y Ferri, la teoría de Malthus ya se superó ampliamente, la de Darwin también, la de Einstein también, me parece que es hora que superemos a Frankestein, a Drácula y al hombre lobo. Dejemos ya las boludeces y vayamos al Lobizón, que como soy correntino por adopción, en ese bicho feo, en ese bicho sí creo!.

Alberto Raso Tinta Nachi

Nota del autor: el autor no inventó nada, todo está escrito en la biblia, el pobre monstruo también.

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