jueves, 29 de abril de 2010

Hoy escribo mi poema más sincero

Hoy escribo mi poema más sincero
al hombre que me dio el entendimiento
al que extraño, al que adoro y al que quiero
y que hizo de mi vida, un sentimiento.

Con él aprendí diversas cosas
a pesar de lo corto de su vida
supe que hay aguas peligrosas
y que el tiempo no cura toda herida.

Que el dinero no es tan poderoso
que el amor no termina en agonía
y que no importa ser feo o ser hermoso
cuando vives en grata compañía.

Que debajo de un cielo encapotado
se esconde el rayo luminoso
que parte el cielo encabritado
mostrando su destello más hermoso.

Que nunca hay que darse por vencido
aunque pueda morir en la parada
es preferible tener el pecho herido
y no la vil espalda inmaculada.

Ese señor que me enseñaba
y de la muerte solamente se reía
era mi padre que me amaba
y transformaba mi vida en fantasía.

Desde arriba me mira y está atento
no deja de mirarme para nada
siguiendo siempre el movimiento
desde lejos, en su última morada.

Cuantas veces esperé que me llamara
en las noches en que andaba más herido
y él me contestó que no pensara
y que lo quiera, como él me había querido.

Que siga tranquilo en este mundo
que transforme mi tristeza en alegría
y mire suavemente el mar profundo
y ría como antes, él reía…

Que me acuerde que él me dio la vida
y es el dueño de parte del camino
que respete la senda más querida
y llegue feliz a mi destino.

Que busque respuestas en mi mente
y piense que él nunca me ha dejado
y aunque ande rodeado de la gente
mi madre y él caminan a mi lado.

Ya no tengo más nada que decir
he cumplido las cosas que te dije
sólo me resta a mí vivir
y cumplir las promesas que te hice.

- Alberto Raso -

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