miércoles, 10 de marzo de 2010

Belgrano y la fundación de Curuzú Cuatiá

Capítulo I: Brevísima historia de Belgrano
Manuel Ignacio del Sagrado Corazón de Jesús Belgrano nació en 1770 en la ciudad de Santa María de los Buenos Aires, su madre fue María Josefa de González Casero y su padre Domingo Belgrano y Peri, de profesión comerciante, quien adquirió rápidamente fortuna trabajando en toda clase de emprendimientos con frutos del país, lo cual le dio la fortuna necesaria para dar a sus hijos una formidable educación que en el caso de Manuel empieza en Buenos Aires y prosigue en España donde estudió en la Universidad de Salamanca y se recibió en la de Valladolid de abogado.
En 1789, hallándose en España, lo sorprende la Revolución Francesa, del cual aprende todo lo que habría de aplicar durante su corta e intensa vida. Los principios de Revolución Francesa: Libertad, Igualdad y Fraternidad cambian definitivamente su manera de pensar y lo inducen a aplicarlos en nuestra propia revolución en 1810.
En sus memorias escritas en 1814, Belgrano confiesa que se alucinó con estos principios que fueron la base de lo que aplicaría posteriormente en su país, cosa difícil ya que nuestro joven país estaba imbuido de las costumbres e idiosincrasia española basada en ideas monopolistas y nada sabían del bienestar general y de la libertad, para los españoles los negros eran negros, los mulatos eran mulatos y los criollos eran considerados ciudadanos de segunda, sólo existían españoles y algunos pocos comerciantes de otras latitudes, pero con las mismas ideas.
Capítulo II: Belgrano en 1810
El 11 de diciembre de 1809 caen los españoles en Gerona, la noticia llega a las colonias españolas en 1810 y el virrey Cisneros comunica a la población del nefasto acontecimiento y se ordena a los mercaderes ingleses abandonar el país en el término de una semana. Los ingleses organizados secretamente por Alejandro Mackinihn se oponen, la fragata inglesa “Lightaine” está anclado en puerto de Buenos Aires con los cañones listos para contrarrestar la orden de Cisneros y apoyar a los ciudadanos en busca de la inminente libertad que se aproxima y finalmente triunfa el 25 de mayo con la tesis presentada por J.J. Paso y Monteagudo. A Belgrano se le otorga la orden de hacerse cargo del ejército del Norte para defender los intereses y debe abandonar el Consulado, tarea difícil para don Manuel Belgrano, porque para él nada es fácil, su conocimiento de las armas y el manejo de las tropas no es su fuerte, él conoce de leyes, conoce de filosofía, conoce cómo hacer feliz a los campesinos, pero nada sabe de cañones y de muerte.
Capítulo III: La marcha hacia la gloria
Siendo vocal de la Primera Junta y uno de los hombres más reflexivos y pensantes, Belgrano acepta de buen grado la resolución y en noviembre de 1810 el General Belgrano avanza desde San Nicolás hasta Rosario de Santa Fe y va reclutando gente, todo vale para ganar la guerra. Junta mil hombres y doce cañones y cruza el Paraná dirigiéndose a La Candelaria con una fuerza compuesta por un batallón de patricios a las órdenes del comandante Pedriel, un batallón de arribeños y granaderos de Fernando VII a las órdenes de Ignacio Warnes, dos militares de un batallón de blandengues de la frontera al mando del comandante Balcarce y 50 artilleros con cuatro piezas de pequeño calibre y 6 piezas de artillería de calibre mediano.
A nadie desprecia Belgrano para lograr su objetivo, los indios abipones se incorporan a la cruzada y pide al gobernador Galván que forme con ellos un batallón con un capitán que comprenda el idioma y se le dé un sueldo como aliciente y abundante carne.
Belgrano afirma además que el régimen implantado por los sacerdotes de la Compañía de Jesús es opresivo y hay que liberar a los indios del sistema al que se encuentran sometidos.
Mientras Belgrano sigue su marcha a paso forzado los paraguayos se van preparando y reúnen pequeños ejércitos que marchan hacia La Candelaria y San Roque. Después de fundar Mandisoví en Entre Ríos avisa el 8 de noviembre su llegada a Curuzú Cuatiá con dos divisiones de su ejército. Al paso de Belgrano cada villorrio va donando lo que puede, sobre todo alimentos para la tropa y ropas, todo sirve y Belgrano agradece los donativos. La compañía de milicias de José Andrés Casco lo recibe en Guayquiraró con una gran caballada. El día 16 de noviembre Belgrano hace su entrada triunfal en la villa de Curuzú Cuatiá en medio de la ovación de su desperdigada población que se acerca hacia el centro de la villa. Belgrano incorpora la villa a la jurisdicción de Corrientes y Mandisoví a la jurisdicción de Misiones.Los límites territoriales de Curuzú Cuatiá son desde el arroyo Tunas, siguiendo todo el recorrido del río Mocoretá y el este hacia el arroyo Timboy y éste hasta encontrarse con el Miriñay y la linda de éste a la laguna Iberá; luego la del río Corrientes hasta el malezal y las puntas de las barrancas y las del arroyo Basualdo hasta encontrar las puntas de tunas. El decreto fundacional es aprobado el 1º de diciembre por el gobierno de Corrientes y el 2 de diciembre es aprobado por el gobierno de Buenos Aires, “sin prejuicio de los derechos que podrían reclamarse”.
Capítulo IV: Enredos y confusiones
Con respecto a este punto hay mucha disidencia entre las memorias de Belgrano y la documentación que existe en el archivo histórico de la provincia e incluso los distintos autores cuentan cada uno la historia a su manera. Muchos son los puntos oscuros y es necesario aclararlo, no para quitar mérito a nadie, sino en honor a la verdad histórica.
1) Belgrano en sus memorias sitúa a Curuzú Cuatiá en el centro de Entre Ríos
2) Belgrano en sus memorias dice textualmente: “Me parece que insistí al gobierno central para ir a atacar y recibí la contestación de que siga mi camino por las rutas indicadas” Este “me parece” me hace dudar que el General haya estado tan lúcido en ese momento, situación harto disculpable ya que estaba sometido a las presiones propias de la guerra inminente.
3) Belgrano dice en sus memorias que hizo fusilar a dos desertores y esto sirvió de ejemplo para que nadie más huyera. En este punto considero que no es el temperamento lógico de Belgrano, ya que casualmente el pensamiento es racional y reflexivo, propia de un abogado y filósofo como lo era. Distinto sería en el caso de San Martín que era un militar de carrera que no podía permitir esa clase de actitudes, ya que no sólo era estricto con sus soldados sino con él mismo.
4) De todo lo que dice el General Belgrano en sus memorias se puede pensar que el General tenía grandes errores de apreciación y que a partir de la fundación de Curuzú Belgrano tendría que haber tomado otros caminos para llegar más rápido al Paraguay. Se sabe que la geografía del Corrientes de hoy no es la misma que la de 1810, los Esteros del Iberá eran un camino más seguro para llegar al Paraguay. Una ruta importante sería llegar a Mercedes cruzando los campos de Ávalos y de allí bordear el Iberá hasta llegar a Caa Catí, lugar donde podría reaprovisionarse y lograr nuevos adeptos además de ahorrar muchos kilómetros. Al llegar al punto indicado tenía otras dos posibilidades: La primera alternativa sería tomar lo que se llamaba Camino Real hasta Corrientes y allí reforzar aún más su tropa con las milicias de Corrientes; y la segunda alternativa era cruzar directo de sur a norte hasta Ituzaingó y bajar hasta Paso de la Patria o cruzar directamente al Paraguay a la altura de Ituzaingó por la isla de Apipé Grande.
5) También dice Belgrano en sus memorias que al llegar a Curuzú dividió su ejército en dos batallones, sin embargo José Félix Gómez dice textualmente que Belgrano inició su avance desde Curuzú dividiendo el ejército en tres grupos, el primero a las órdenes de su Mayor General, el segundo a las órdenes de Pedriel del cuerpo de Patricios y el último grupo a sus inmediatas órdenes con el capitán Lacosa por segundo.También habla Belgrano de la conducta engañosa que se observó con Warnes, entre ella el despojo de su sable, que Belgrano observó en poder de Fulgencio Yegros y habla de los “bárbaros españoles conquistadores”, cosa realmente rara porque es bien sabido que Belgrano se educó en España y estaba orgulloso de haber vivido en Europa.
Capítulo V: El pensamiento de San Martín respecto a Belgrano
Algunos autores consideran que las derrotas de Belgrano hicieron que San Martín quisiera despojarse rápidamente de Belgrano y nada más erróneo que ello porque el mismo San Martín reconoce la importancia de Belgrano en su campaña y lo considera su brazo derecho, a pesar de sus derrotas. Tanto San Martín como Belgrano eran atletas al que el campo de la política interna les venía estrecha, ambos son los héroes indiscutidos de nuestra historia, a pesar de que algunos historiadores chilenos hacen una “historia negra” de San Martín, acusándolo de drogadicto y asesino. Es verdad que San Martín hacía uso de la morfina para paliar el dolor de su columna, pero también es verdad que hizo miles de kilómetros para liberar a países que quizá no lo merecían como Chile, que cada vez que pudo nos robó algún pedazo de territorio y nos dio la estocada final con Malvinas.
Menos discutido aún es Belgrano quien donó casi todos sus sueldos para fundar escuelas y por educación al pueblo, muriendo en una pobreza total y absoluta, al punto tal que al momento de su muerte se ocupó como lápida un mármol sacado de un mueble de su casa.

Capítulo VI: El pensamiento lógico - racional de Belgrano
Con sólo leer un corto escrito de Belgrano ya podemos saber la filosofía, puramente lógica y fácil de entender y que paso a transcribir:

Medios generales para fomentar la agricultura, animar la industria y protexer el comercio en un país agricultor
Señores:
Fomentar la agricultura, animar la industria y protexer el comercio, son tres importantes objetos que deben tener la atención y cuidado de V. S. S.
Nadie duda que un estado que posea con la mayor perfección el verdadero cultivo de su terreno, en el que las artes se hallan en manos de hombres industriosos con principios, y el comercio, por consiguiente se haga con frutos y géneros suyos, sea el verdadero país de la felicidad, pues en él se encontrará la verdadera riqueza, se bien poblado, y tendrá los medios de subsistencia y aún otros que le servirán de pura comodidad.
Capítulo VII: Mentiras y verdades sobre la fundación de Curuzú
Si bien Curuzú Cuatiá fue delineada nuevamente por Belgrano, lo cierto es que la villa ya existía desde el año 1770 y fue fundada por el Marqués de Aviléz, hombre tenaz y luchador que viniendo de España con su rancio abolengo prefirió no quedarse en Buenos Aires ni en Asunción del Paraguay, que eran los puertos más importantes de la época, y viajar hacia Curuzú Cuatiá, lugar inhóspito, habitado por los indios abipones, guaraníes y otras razas hoy extinguidas.
Desde la muerte de mi padre (1964) supe que el acta firmada por Belgrano se hallaba en poder de la familia Lidueña, ¿cómo llegó allí? Nadie lo sabe, pero Lidueña fue el primer martillero que hubo en Curuzú y es probable que ese título haya sido parte de alguna vieja biblioteca que fuera subastada en remate público y cuya procedencia desconocemos y fue gracias a la gestión del Doctor René Borderes que el título se haya recuperado hace nomás de unos 15 años.

Capítulo VIII: Las soluciones de Belgrano
Belgrano era sumamente práctico y expeditivo con respecto a las decisiones a tomar y durante la campaña al Paraguay no sólo solucionó el problema de Mandisoví y Curuzú Cuatiá al delinearlo definitivamente, sino que también solucionó el problema de los indios de la región y el problema de los límites de Yapeyú, problema que venia desde la época de Juan de San Martín (1789) y lo que más preocupaba al General era el estado de pobreza en que vivían los indios, su misión no sólo fue militar sino también política y decretó que todos los habitantes de esa latitudes eran libres diciendo textualmente por decreto: “Todos los naturales de Misiones son libres y gozarán de sus propiedades y podrán disponer de ellas como mejor les acomode”. Sin embargo hay algo en este punto que me preocupa personalmente porque no sabemos si los habitantes de las Misiones realmente querían ser libres, ya que los hombres de la Compañía de Jesús los habían educado con amor. De cualquier manera, personalmente estoy de acuerdo con Belgrano, porque en nombre de Jesús se hicieron muchas cosas imperdonables y los naturales de la zona siguieron siendo esclavos. Belgrano tuvo la osadía de revelarse contra la iglesia y suprimió el pago de impuestos durante diez años y dispuso que cada pueblo tenga por lo menos una escuela y estimuló el estudio del idioma español para comprender a los habitantes de la zona, pero tuvo el tino necesario de no suspender el idioma autóctono de la región.El progreso era lento pero poco a poco fue dando resultados positivos y en menos de diez años muchos nativos eran bilingües. Y también tomó medidas de tipo sanitarias tratando de que las familias vivieran separadas y no en una hilera de casas, concentró a los habitantes y logró convencerlos para que aceptaran la nueva delineación. En la parte militar el efecto fue significativo y se formaron nuevas milicias cuya logística se mantuvo con las donaciones de carne vacuna y frutos de la zona, por parte de los vecinos más pudientes a los que se compensó otorgándoles pequeñas extensiones de campo, las que sumadas a las que ya tenían hacían cada vez más grandes sus propiedades.
Capítulo IX: ¿Quién era el Marqués de Avilés?
Desde el año 1660, ya suena el nombre de los Avilés en la zona de Curuzú Cuatiá, y siempre fueron religiosos de la orden de los Mercedarios. El Marqués de Avilés creó la villa de Curuzú Cuatiá con el objeto de detener a los ladrones y facinerosos que amenazaron nuestras fronteras en Curuzú Cuatiá.
En el año 1799 que aparece nuestro Marqués de Avilés y crea la villa de Curuzú Cuatiá bajo la protección de su Virgen, la Virgen de la Merced y rápidamente se aboca a la tarea de defender la villa, tarea que le demanda bastante tiempo y lo hace al estilo jesuita y conquista de esa manera a los indios guaraníes y abipones. Poco se conoce sobre el Marqués de Avilés, pero en el Archivo General de la provincia hay numerosos documentos redactados por él y no tocan directamente a Curuzú Cuatiá, salvo excepciones. Quizá esos archivos se hallen perdidos o se hallen deteriorados, ya que el archivo de Corrientes sufrió muchos deterioros y estuvo mucho tiempo a merced de la humedad y de los depredadores. Hace unos pocos años, gracias a la generosidad del Doctor Bó, la biblioteca fue reorganizada y cambiaba de lugar por un grupo de especialistas y voluntarios que intentaron recuperarlo que quedaba del archivo.

Capítulo X: ¿Qué significa Curuzú Cuatiá?
Pido perdón a mi hermano postizo Diego Mantilla, a mi amigo Pola Raffo y a todos los historiadores que dedican horas y años de su vida al estudio de la historia, pero necesito escribir esto, que no es mi terreno y tampoco de mi incumbencia y quiero dar mi propia versión de la historia, basada simplemente en mi propio razonamiento, en las enseñanzas de mi padre, en algunas pocas horas de leer todo tipo de libros y en la lógica razonablemente pura. Primero, para hablar de historia no hay que saber mucho, simplemente hay que ubicarse en el tiempo y en el espacio. Segundo, la mejor definición de la historia es la dada por Yaquisich en tercer año (tomada no sé de quién): “La historia es la sucesión de sucesos, sucedidos en la sucesión de los tiempos”. Tercero, para saber o escribir historia, hay que sacarse la camiseta, dejar de lado su corazoncito y escribir objetivamente; lo cual generalmente no hacen los grandes escritores, por motivos personales o por lo que sea.
Cuarto, no rige la máxima del Derecho que dice: “prior in tempore, potior iure” que significa “primero en el tiempo, mejor en el Derecho”.
Quinto, la historia no es una ciencia exacta, la escriben los que ganan las batallas, tampoco rige la máxima “ni vencedores ni vencidos”, en la realidad y en todas las guerras del mundo la historia la escriben los que ganan. Desde el Imperio Romano hasta nuestros días.
Sexto, la verdadera historia hay que buscarla en los cementerios y en antiguas logias masónicas que influyeron en el curso de la historia universal de todos los países sin excepción.
Por lo expuesto anteriormente y pidiendo perdón a los que realmente saben, voy a referirme a algunos sucesos sobre Curuzú Cuatiá que es el lugar al que me debo, con una pequeña serie de preguntas y respuestas, aunque quizá lo mejor sea dejar la historia tal como está. Pero lamentablemente no puedo traicionar a algunos profesores ni mentirme a mí, ni ser conformista y adoptar la posición más cómoda, nadie en mi familia lo ha hecho y yo tampoco.
Primero: con respecto al nombre de “cruz de papel” o “cruce de papeles”, me inclino por la tercera que es la teoría jesuita y cuyo nombre significaría "Mojón tallado en piedra" ya que la cruz tallada en la piedra es el símbolo de la Compañía de Jesús y lo que marcaría los territorios que correspondieron a los jesuitas.
Segundo: con respecto a su fundación, estoy de acuerdo en que se le atribuya a don Manuel Belgrano por razones obvias, pero me parecería interesante que no se olvide al Marqués de Avilés y por lo menos se le ponga el nombre a alguna calle de Curuzú, para que alguien sepa quién fue y qué hizo (total todas las calles fueron cambiadas de nombre en algún momento).
Tercero: con respecto al trazado y disposición de sus calles, es probable que Belgrano lo haya hecho de esa manera siguiendo la tradición española y demás tradiciones colonialistas; pero conociendo el pensamiento de don Manuel también es probable que hubiese podido hacerlo a la manera indiana, con baños y cloacas comunitarias, lo cual para mí sería lo correcto.
Cuarto: con respecto a donde durmió el General, pienso que en 1810 no habría un lugar cómodo en Curuzú y por ello me inclino por la teoría de mi padre que pensaba que durmió bajo el mitológico ombú (que no existe o está escondido, gracias al progreso, que mata la historia). Si existe aún el ombú habría que declararlo ya monumento histórico (Pola puede contribuir a ello). Quinto: con respecto a la discusión planteada miles de veces sobre la valentía o cobardía de la cual se acusa al General Ramírez y se engrandece a Nicanor Cáceres, creo que ambos merecen un empate por su trayectoria amplia en los campos de batalla. Pero en esto hay que extenderse más porque las acusaciones son grandes y merecen explicación. Es cierto que la caballería de Ramírez no asistió a Pago Largo pero si hubiera asistido, la masacre hubiese sido aún peor. La batalla estaba perdida desde antes de comenzar (recordar que Napoleón y también San Martín huyeron del campo de batalla).
Las partidarios de nuestro otro héroe: Nicanor Cáceres dicen que éste no huyó del campo de batalla, lo cual no es cierto (porque sino hubiese muerto en la degollina); también huyó Olazábal que fue gente de San Martín, trató de huir Verón de Astrada y no pudo conseguirlo. El único que no huyó fue probablemente Monsieur Bautiste (sastre de profesión, nacido en Francia y radicado en Corrientes Capital) que fue cañonero de Napoleón en Waterloo.
Existen leyendas de que Berón de Astrada había sido envenenado y etc, etc; eso nunca se sabrá con certeza. Todos ustedes habrán notado que en algún párrafo pongo Verón de Astrada y en otros Berón de Astrada, quiero aclarar que no se trata de un error de imprenta, sino que tiene una explicación que no viene al caso. Lo cierto y real es que Pago Largo fue una batalla que marcó un antes y un después en la larga lista de las gestas correntinas.
Sexto: suplico a los que tienen el poder de hacerlo, sobre todo J. Carlos Raffo que reivindiquen a los hombres que hicieron lo que Curuzú es hoy y les den el valor que tuvieron tantos grandes de Curuzú, por ejemplo: Monsieur Bautiste, el Sargento Romero, los hermanos Acuña, Andresito, Artigas, Juan Pujol, Basualdo, el Coronel Llopart y otros tantos olvidados en la noche de los tiempos.
Séptimo: también suplico al amigo Pola, que no deje de recordar a Avilés, René Borderes, don Tulio Acquarone, Osvaldo Raso, Candia, Saloj, revolucionarios y contrarrevolucionarios, los grandes “ingenieris” que vinieron de Italia y que construyeron la grandeza de Curuzú.
Para todos ellos mis más profundos respetos.

Capítulo XI: ¿Belgrano fundó Mandisoví?
Es cierto que Mandisoví fue fundada por Belgrano, sin embargo el General no pasa por Mandisoví, sino que se desvió antes y la villa de Mandisoví fue fundada desde Curuzú Cuatiá, es decir que el mismo día fundó dos nuevas villas.
Capítulo XII: Los pioneros
Alberto Raso – Tatín –

La pucha con los políticos

Son las tres de la tarde y como en mi casa no hay luz, me vine a escribir a mi negocio y como aquí tampoco hay luz parece que se trata de un corte generalizado, aunque en realidad no se trata de un golpe generalizado sino de un corte “deliberado” porque nos siguen haciendo el verso de siempre y somos tan estúpidos que aún creemos en los políticos, Ricardo Corazón de Dragón se tuvo que arrodillar ante el Klan K. K. en angaú una maniobra maestra para conseguir plata para los sueldos, parece que los radicales de ahora “se doblan” pero no se rompen y en 15 años pasaron de andar en bicicleta para andar en poderosas cuatro por cuatro, después nos hicieron el cuento del transformador de Paso de la Patria, que vino tirado por una junta de bueyes y yo me pregunto si no hubiese sido mejor y más sano para todos que hubiese venido por río, que es más barato.
Bueno en realidad no importa porque Ricardo volvió a ser “Ricardo corazón de dragón” y su escudero que venía derechito por el río, parece que le agarró un viento de costado y casi le hunde la canoa. Que lastima chamigo, porque toda mi familia te puso todas las fichas a vos mi querido Camau, espero que agarres nuevamente tu rumbo y te dirijas firme y decidido a retomar el rumbo y no entres en la “camándula” que suele ofrecerte el poder, porque sin querer ya te metieron varios perros en la canoa, entre ellos mi amigo y compañero de infancia, Pepe Fernández Affur, que te robó el carnaval y no dejó un mango para la provincia, porque todo cobra él nomás, hasta las tribunas que antes se otorgaban a algún club pobre como el Sportivo tienen que pagarle al “gran Pepe” y ahora que hablo de Pepe, no te parece chamigo que fue al pepe darle la concesión a Pepe, porque si a provincia se quedaba con lo que le dio a Pepe, al pepe, nosotros nos quedábamos con toda la platita que le dimos al pepe, y que tanto le falta a nuestra querida provincia. Te aclaro querido “Camau” que soy amigo personal de Pepe Fernández Affur y algunas veces nos han dado un premio juntos, pero lo que es justo es justo. Volviendo al tema de los cortes que dicen que no tienen nada que ver con el carnaval, a mi me parece que sí, que algo tienen que ver, porque los cortes siguen como sigue el carnaval, claro que en Corrientes todo el año es carnaval.
Yo te propongo chamigo Camau, que hagamos lo que hay que hacer, que exijamos a la señora presidenta de todos los argentinos que haga una bajada directa en Yaciretá y si no nos dan pelota, hacé vos lo que tenés la obligación de hacer: Decirle al pueblo que no pague más, porque no hay derecho a que te cobren lo que no te dan y aparte quién le paga a los pobres las heladeras que se fundieron con los cortes de luz; quién les paga todos los artefactos eléctricos afectados por las subidas de tensión? La DPEC seguro que no, y entonces? A quien le reclamamos? Los carniceros pierden miles de kilos de carne que se hecha a perder, el que rebusca haciendo hamburguesas también y yo, que siempre termino con lo justo para pagar los sueldos, también estoy afectado porque la gente no entra porque no puede ver.
Recién me informaron que lo que se rompió nuevamente son los cables del puente y ahora con más razón te digo que hagas lo que tenés que hacer, ya que además pagamos la luz más cara del mundo cuando tendríamos que pagar la más barata como Paraguay.
Por último querido Camau, te ruego que hagas eso que te dije y yo no soy adivino, pero te aseguro que si te animás, el pueblo te va a seguir y vas a ser el próximo gobernador que reemplace a los ineptos de siempre, y es más, después podés ser el candidato a presidente de la república y reemplazar al Klan K. K. y que tenés atrás a un millón de votos correntinos de esta zona del país más los correntinos que están en Buenos Aires y los nombres decentes que no saben a quién votar.
Querido Camau, yo me llamo Alberto Mario Raso y dependen de mi actividad cientos de personas, tanto mis empleados como sus familias, mi propia familia y mis compradores, que son muchos pero que ahora están pobres. Yo soy anticuario y conozco de historias y por eso te escribo esto porque los únicos héroes que están en el bronce son nuestros antepasados y vos tenés la oportunidad que sólo unos pocos logran de estar en el bronce, mientras estás vivo. Jugáte la vida como cuando remabas y yo te garantizo que vas a pasar a la historia, acordáte que “del cobarde no existe la historia”.

Alberto Raso – Tatín –

¿Usted Sabía?

Supongo que no todos saben quién fue Walther Darré y voy a contarles en pocas palabras quién fue este interesante señor.
Walther Darré fue hijo de alemanes exiliados en la Argentina y cuando Hitler asumió el poder lo convocó para que fuera su ministro de agricultura, Darré viajó a Alemania y se hizo nazi activo desde 1930 y basó su plan agrario en tres puntos principales a saber:
1) Explotar el malestar de los trabajadores del campo a los que Hitler había dejado de lado para fomentar la industria bélica.
2) Ganarse a todos estos campesinos otorgándoles maquinarias y elementos para producir más alimentos para abastecer el ejército alemán en la próxima contienda bélica.
3) Con el aliciente otorgado a los campesinos, lograr aumentar su simpatía hasta convertirlos en fervientes admiradores del régimen nazi y ganar distritos electorales para ser utilizados para desplazar a los eslavos en la conquista del Este de Alemania.
Walther Darré Logró con esos tres sencillos puntos un éxito notable y fue desde 1933 hasta 1942 ministro de alimentación y agricultura y posteriormente director de la oficina de la Raza y Alimentación considerándolo uno de los precursores de la ecología. Caído el régimen nazi, Darré fue uno de los pocos jerarcas que no fueron juzgados en Nüremberg.
Walther Darré, que había nacido en Belgrano (Buenos Aires), era morocho y de contextura física que no reunía las características de la raza aria, era hijo de vascos y no profesaba ninguna religión, sólo quería servir al país de sus padres y así lo hizo. No hay nada que reprocharle y tendría que ser un orgullo para los argentinos lograr un ministro de tales condiciones y con los conocimientos tan amplios en el campo de la agricultura, lamentablemente los argentinos no hemos sabido aprovecharlo, y como siempre, nos “robaron” nuestros genios.

Alberto Raso – Tatín –

Un enigma en Corrientes, el caso Di Mantova

En el año 1973 apareció en Corrientes un caso singular, un sátiro apareció en la ciudad y creó terror entre todas las madres y padres. El sátiro era de facciones bellas, pelo rubio, ojos azules y una gran agilidad, y aquí empieza el misterio ya que los autores de esa fechorías podrían haber sido muchos, porque hombres de esas características abundan en Corrientes, yo personalmente fui acusado de ser el “sátiro” por las maestras del Colegio Nacional y la cosa fue así; Yo trabajaba con Bernardo Zitrinovich y era el encargado de llevar y traer a su hija Claudia al colegio; un día entré al establecimiento y la dejé allí, cuando fui para salir me detuvo la policía que había sido alertada por una maestra, se llamó a Claudia y después de las explicaciones del caso fui dejado en libertad.
Hace aproximadamente un mes un amigo llamado Micheli me recordó el caso y empecé a hilvanar cabos sobre el caso del sátiro, del que fuera acusado finalmente Di Mantova como el autor material de las terribles violaciones. Di Mantova era compañero de Micheli y a la vez hermano del director del Colegio Salesiano, en el año 1973 la policía no era como la actual, los derechos humanos no existían y la tortura era común y corriente, la mano “dura” de la justicia de alguna forma te hacía confesar, por respeto a los hijos del médico que actuó en ese caso no voy a dar el nombre, pero en Corrientes todos saben de quién se trata. La poderosa iglesia católica nada pudo hacer para salvar a Di Mantova y cometió el peor de los errores que podía cometer alguien en esa época, llamó al mejor abogado penalista, un profesional llamado Diego Salvattore, cosa que estos casos no debe hacerse jamás, ya que en estas ocasiones lo que hay que hacer es llamar a un abogado honesto que no emplee las famosas chicanas de la ley, en 1973 se podría haber llamado tranquilamente al estudio de Harvey o Gallino Yansey o mejor aún a Blasco Fernández de Moreda, todos ellos profesionales que dictaban cátedra en la facultad de Derecho.
Di Mantova, luego de varias “sesiones” interrogatorias, confesó ser el culpable de los hechos y purgó la larga condena entre los presos comunes.
Mi investigación está encaminada a demostrar y reivindicar la figura de Di Mantova, porque pienso que él no fue el culpable, sino otra persona procedente de Paso de los Libres que estudiaba el profesorado de Educación Física y cuyas características físicas eran similares y con algunos antecedentes de esa naturaleza en Paso de los Libres y que por alguna causa extraña nunca pudo demostrarse.
En 1970 este joven jugaba en Barracas de Paso de los Libres y en el propio vestuario de esa institución se llevó a cabo una violación, el autor XX violó a una chica de Bonpland que estudiaba en el colegio Mamá Margarita de Curuzú Cuatiá, la chica en cuestión me contó personalmente esa violación y las características del violador. Esto ocurrió cinco años antes en Paso de los Libres. No sé si esto llegó al juez de Cámara de Paso de los Libres, supongo que no, porque el juez en ese momento era un hombre muy justo de apellido Balbastro. De cualquier manera la violación y el ultraje al pudor son delitos complejos en que normalmente la víctima o sus familiares no suelen denunciar por el temor al que dirán. En la Argentina está demostrado que sólo un 20% de esos delitos se denuncian y en 1973 menos aún. Mientras Di Mantova sigue purgando una condena injusta, aparece nuevamente el señor de Paso de los Libres y empieza a trabajar como asistente de un conocido director técnico llamado León Najnudel.
Hoy 27 de diciembre del año 2009, Di Mantova está radicado en Italia con su hermano y el señor XX no sé dónde estará, pero las averiguaciones que hice juntamente con un vecino llamado XX (no puedo revelar su identidad) son suficientes para que el caso se reabra, lamentablemente la justicia en Corrientes camina muy lentamente y los juzgados no tienen la cantidad de personal que se requiere y existe una necesidad urgente de crear nuevos juzgados. En cuanto a mi opinión personal, considero que Di Mantova no es el culpable de estos delitos, a mi manera de ver y después de mucho análisis considero que el culpable es el otro y estoy seguro que Di Mantova nunca confesó y si lo hizo fue por apremios ilegales y aunque estoy tratando de reivindicar la figura del acusado, la tarea es ardua y nadie puede pagar la humillación de un hombre inocente y no hay dinero que pueda pagar semejante deshonor.
Sólo me resta esperar que algún funcionario honesto vea este libro y reabra el caso Di Mantova y se reivindique su figura y se castigue al verdadero culpable y si esto no se logra hay otra justicia que es infalible, es la justicia de Dios.
El culpable, sea quien fuera no podrá escapar de su conciencia y de la justicia divina.

Alberto Raso – Tatín –

Nota del autor:
De todas las personas consultadas casi un 40% consideran que el autor no fue Di Mantova y aseveran que estuvieron con él en el momento de alguno de los hechos, el otro 60% se dejó guiar por la prensa amarilla de la época. Mi 40% son estudiantes que pasaron por el Salesiano y fueron compañeros del acusado.

Poema a mi ahijado

Querido Santiago, de donde sacaste esa pinta fascinante?
Que te hace ser altivo, guerrero, bello y atorrante?
¿Fueron tus padres o fueron tus abuelos culpables?
Pienso que no, tu pinta es tuya y eres tan amable.
Que decís que viene de ellos, de tus abuelos y tus padres!

Tu pinta es más rara, es bella y diferente
las mujeres caen rendidas ante ella, es elocuente,
y no tiene nada que ver con la de otro, aunque quisiera
yo me pongo en la cola y pienso a mi manera.

Que tu belleza viene de tu libre albedrío y tu constancia
y veo a lo lejos y pensando a la distancia
que me estoy metiendo en un gran lío
y tu belleza Santiago, viene de tu tío!

Querido Santiago, esto es una broma porque es indudable que tu belleza no viene de otra persona, tu belleza singular es sólo tuya y viene de tu madre.

Alberto Raso – Tatín –

Pensamientos presentidos

“El no morir tiene un secreto, perdurar en la memoria de la gente” Tatín 25/12/2009

Ayer, nochebuena, estuve con un médico de esos que no creen en nada y que piensan que la vida es nada más que un proceso químico y que Dios no tiene nada que ver con ello, sin embargo, cuando se fue dijo: “Adiós”.

- Tatín -

“La mejor manera de aprender, no es leer, es escuchar”.

- Tatín -

“Nacer, reproducirse y morir son los ciclos de la vida, pero no creo que eso sea tan importante, lo importante es dejar algo para que alguien, alguna vez te recuerde.”

- Tatín – 25/12/2009

“Los médicos dicen que sólo se muere una vez, pero cuando ellos se están muriendo, imploran a Dios que les perdone y les dé un poco más de vida”

“Es inútil llamar al amor, él viene cuando quiere” Tatín
“Estoy triste y muy cansado, sólo me reconforta ser amado”
“Los albañiles tapan sus errores con cemento.
Los maestros mayores de obra, los tapan llamando a un arquitecto.
Los arquitecto los tapan llamando a un ingeniero.
Los pintores los tapan con más pintura.
Los médicos los tapan con tierra.
Los políticos los tapan con nuevas promesas.
Yo los tapo, pidiendo perdón, pero el perdón es como la experiencia, siempre llega tarde.

Alberto Raso – Tatín –

Mi premio Convivencia

Ayer 29 de diciembre me han entregado el premio Convivencia, es la novena vez que me lo ofrecen y la segunda que lo acepto. Antes de aceptarlo dudé mucho y por varias cosas, pero como ya me había comprometido con Aníbal Tosseti y como además una parte del dinero recaudado era para beneficencia, lo acepté.
El precio de las entradas era muy caro y no tuve valor para decirle y pedirle a todos mis amigos que compren una entrada solo para ver que me entregaban esa distinción. Demás está decirle que Aníbal no tuvo nada que ver con el precio, porque la fiesta estuvo magnífica, pero yo no pude divertirme tanto y sólo me quedé una hora con mi mujer y nos retiramos, a veces la conciencia te suele hacer malas jugadas y nosotros pensábamos en cuantas familias podrían pasar una buena navidad con ese dinero y eso es lo que me hacía dudar.
Llegué a mi casa y me acosté pero antes de dormirme hice un examen de nuestras vidas y empecé a pensar en las cosas que nosotros hicimos por Corrientes y por su gente y llegué a la conclusión que debía aceptar ese premio por muchas razones, pero la más importante es para que mis hijos y nietos sepan quienes fueron sus padres y que es lo que hicieron.
Yo cuando recibí el premio dije que esa distinción no era para mí, sino que era para todo mi equipo de trabajo y eso es algo que no sólo debe dignificarme a mí, sino a todo mi equipo, porque el premio es todos, yo soy nada más que el hombre que recibe el homenaje, es decir la cabeza visible del equipo.
La realidad nos indica que un hombre solo no es nada, el complejo de voluntades es lo que hace cada día más grande nuestro negocio y mi deseo más íntimo es que nunca más me den ningún premio que vaya dirigido solamente a mí, nunca más voy a aceptar un premio de esa naturaleza, salvo que éste vaya dirigido al equipo de M.R. Antigüedades porque como dije antes: “Yo, no soy yo”.

Alberto Raso – Tatín –

Nota del autor:
A todos nos gusta recibir premios y yo no soy la excepción, pero me parece que no son tiempos para este tipo de homenajes, no se puede hacer este tipo de fiestas cuando el pueblo está empobrecido y la gente recorre las calles revolviendo basura para poder comer.
Lo de mi amigo Aníbal Tosseti es un festival benéfico, pero nadie que sea consciente puede divertirse, mientras el pueblo llora.

- Alberto Raso -

El misterio del cadáver errante

Se han escrito miles de teorías sobre el cadáver de Eva Perón, quizás todas reales, pero hay una que sólo es conocida por uno solo que tuvo el privilegio de vivirla en carne propia.
La que voy a narrar es justamente esa historia contada por un cartero de Milán llamado Micheli y cuyos descendientes viven actualmente en la ciudad de Corrientes.
Indudablemente Eva era querida en el mundo entero y muy especialmente en Argentina, España y en Italia. Los italianos de Milán sienten algo especial por ese cadáver-no muerto, pero si sepultado.
Cuenta Micheli que todas las semanas llegaban cientos de cartas y de ramos de flores a una dirección extraña, el cementerio “Monumental de Milán” (cimitero Maggiore de Milano), uno de los cementerios más antiguos del mundo, donde se encuentran estatuas y ornamentos hechos por los más grandes pintores y escultores del mundo. Allí están estatuas anteriores y posteriores a Cristo y cada panteón es una obra de arte. En el fondo del cementerio está la capilla y oratorio que nada tiene que envidiarle a las grandes catedrales del mundo y detrás de él, una tumba que nunca estuvo abandonada, la tumba de Eva Duarte de Perón con la inscripción “Maria Maggi de Magistras” gravada sobre una lápida finamente labrada por uno de los mejores escultores del mundo contemporáneo. Esa tumba tenía por custodia a dos soldados italianos y dos argentinos de los servicios secretos de la marina. Un día triste para muchos y alegre para unos pocos el cadáver desapareció nuevamente y sobre esa tumba vacía aun hoy aparecen flores y cartas.
El pueblo de Milán indudablemente aun cree que el cadáver siguió en el cimitero Maggiore, hasta que en un acto de grandeza por parte de los revolucionarios argentinos y ante la inminente llegada de Perón a la Argentina devolvió esos restos y el cadáver errante dejó de ser un simple cadáver y volvió a su tierra natal donde por fin descansa en paz, transformada en una leyenda.

Alberto Raso – Tatín –

Nota del autor:
El cadáver de Eva Duarte de Perón formuló miles de teorías, algunas falsas y algunas verdaderas. En el año 1960 el Cementerio Monumental de Roma se vio obligado a dar un comunicado oficial explicando que el cadáver no se hallaba allí desde hace muchos años, pero aun así el pueblo romano no dejó llevar flores y cartas y alguna poesía como la que paso a transcribir y que fuera otorgada por el cartero a la familia Micheli.

“Eva, tu corazón sigue latiendo”
en el corazón del pueblo presintiendo
que volvieras transformada, en letanía
y tu sombra se proyecta en fantasía
mientras el extraño traidor sigue mintiendo
ocultando un misterio que yo siento.
¿Dónde está Eva querida?
¿No hay alguien que cure bien tu herida?
¡Si los hay, son argentinos e italianos!
Que como vos, viven por sus hermanos!

Briggina Lolobrigida

Nota del autor II:
Briggina Lolobrigida es el nombre verdadero de Gina Lolobrigida, actriz de cine de belleza fina y extraña, fue protagonista entre otras de la película “Pan, amor y fantasía”, con Vittorio de Sica y “Tradecio”, con Tony Curtis y Burt Lancaster.

El Jaguar perdido

Todos sabemos en Curuzú Cuatiá donde está el único “Jaguar” que según la revista del ACA no figuraba anotado en el año 1980, a pesar de que se sabía que se había vendido en una concesionaria de Buenos Aires.
El club del automóvil clásico de Buenos Aires y Montevideo buscó por todos lados y nunca se encontró, pero no dejaron de hacer esfuerzos para localizarlo y se conectaron con todas las agencias del interior de la Argentina y de los países limítrofes. El “Jaguar” no estaba, pese a todos los intentos y luego de varios años se dieron por vencidos.
La trayectoria del gran auto inglés no siempre fue conocida por mí, recién en el año 1989 supe que estaba en Curuzú, viajé hacia allí con un anticuario de Buenos Aires y pregunté a Ciro Acquarone dónde estaba el auto y no sólo me indicó donde estaba, sino que me llevó hasta un taller mecánico propiedad de Efraín Recalde (Tolilo). El auto estaba en un estado de abandono total; sobre su hermosa pintura verde oliva se habían depositado grandes capas de tierra, herido por la nostalgia me acerqué y pasé mi mano sobre el techo y los vidrios y nuevamente apareció el verde oliva lustroso y bajo los cristales se vio el cuero blanco de su interior, el Jaguar resucitó por unos instantes y fuimos a la casa de su propietario y hablamos más de una hora, pero no lo pudimos convencer, él también adoraba ese auto.
El arquitecto Fernando y yo volvimos a Corrientes con el corazón roto, él por no haber conseguido un auto más para su colección y yo por ver el auto del amigo en esas condiciones.
Pasaron unos meses más y volví a Curuzú, nuevamente el prodigio inglés había desaparecido, era un auto fantasma que como el “Holandés errante” aparecía cuando él quería y no cuando yo quería.
El 11 de diciembre del año 2009 volví a Curuzú para presentar mi primer libro y tuve oportunidad de conversar largamente con Ciro Acquarone, me explicó todo lo que había pasado con el Jaguar y me contó donde estaba y su estado. El auto actualmente está en otro taller mecánico, a la intemperie y custodiado por dos Mazda 929, no tuve tiempo de verlo pero Ciro me prometió que me mandaría unas fotos y que cuando volviera iríamos a verlo juntos. Yo voy a regresar a Curuzú en unos meses para presentar mi nuevo libro, no sé si esta vez iré a verlo, tengo miedo de que otra vez se me escape el Jaguar errante.
Alberto Raso – Tatín –
Nota del autor:
Ese Jaguar alguna vez salvó varias vidas y todo Curuzú lo sabe y llegó a ese estado por esa situación, su motor se fundió por un error del hombre que lo conducía, que no era su propietario, sino un amigo de toda su familia, el Jaguar no tuvo la culpa de ello y sé que en Curuzú hay galpones suficientes como para sacarlo de la intemperie. Yo tengo la secreta esperanza de que alguna alma piadosa no sólo lo cubra, sino que nuevamente lo ponga en marcha y le dé el brillo que el “prodigio inglés” se merece.
Alberto Raso

El caso Aspiazú, un asesinato alevoso

En 1951 o 1952 nacen en Curuzú Cuatiá dos mellizos, hijos de un conocido farmacéutico de nuestro pueblo, son los mellizos Aspiazú, una niña llamada XX y un niño llamado José Luis, primos hermanos de Lucio Aspiazú, actual Diputado Nacional. No hubo nadie en Curuzú que no los quisiera, José Luis fue creciendo con una niñez hermosa y su hermana también, se los veía felices y a la vez tímidos, su hermana era una bella niña y dueña de una sonrisa singular. José Luis se destacó en varios deportes, sobre todo en paleta y tenis, ambos terminaron sus estudios y se marcharon a estudiar a Santa Fe de la Vera Cruz, José Luis estudió Química y se recibió de Ingeniero Químico, se trasladó a Corrientes, donde encontró su destino final de una manera despiadada el día 13 de agosto de 1976.
El cadáver fue hallado en la calle Tacuarí al 2400, acribillado con más de diez tiros en la espalda. La policía de Corrientes intervino pensando que era un delito común y los servicios secretos del Estado se hicieron cargo a las pocas horas. La orden de callar fue terminante y nunca más se habló del caso. Los asesinos se pasaban la “pelotita entre todos”, los servicios de inteligencia dijeron que lo mataron sus propios compañeros del FAP, cosa realmente improbable porque José Luis en “teoría” militaba en el FAP, cosa de la cual dudo ya que la personalidad de José Luis me indica que no era partidario de nada, sólo era un chico asustado que se había ido de Santa Fe por miedo a la persecución a la cual estaban sometidos todas las personas inteligentes de la época a los que fueron eliminando uno a uno. Yo personalmente tuve acceso a mi prontuario y el suboficial López (hoy gran amigo mío) me lo leyó y dice textualmente: “Alberto Mario Raso, estudiante crónico de abogacía = ODP (Orden Disposición Final)
Como dije Luis es curuzucuateño voy a remover cielo y tierra para obtener los documentos de los servicios secretos del ejército, capitaneados en Corrientes por el capitán Hornos con base en Resistencia y el general Cristino Nicolaides en Corrientes, jefe directo de la mafia asesina. Con la autoridad directamente venida del ministro Harguindeguy y con la colaboración de los jueces corruptos que miran para otro lado en vez de mirar al frente como debe mirar al frente, porque para eso el pueblo les paga los tremendos sueldos que cobran.
Siguiendo los pasos de los mecanismos de inteligencia, sigo dudando pero cada vez estoy más cerca de la verdad, ya que la base logística del comando de ejecuciones que actúa en Corrientes tiene su base en Resistencia y los asesinatos que se realizan en Corrientes los realizan los grupos de tareas de Resistencia y los que se realizan en Chaco y Formosa lo realizan los de Corrientes. Al igual que ERP – FAR – FAP y Montoneros actúan en forma de células con lo cual consiguen el resultado esperado, es decir, cada una de las células no conoce a la otra y se hace imposible que se delaten entre ellos, sin embargo el gobierno central conoce a todos los integrantes de sus grupos de tareas.
El grupo de tareas de Resistencia tiene varios integrantes del Chaco y de Formosa, la facultad de Corrientes está manejada por un rector de Resistencia y un decano de cada facultad en Corrientes, pero el manejo real proviene del Chaco y el rector depende de los intereses de la Triple A, organizada por el “brujo” López Rega.
Siguiendo los pasos de José Luis llego a la siguiente conclusión: Los asesinos son un grupo paramilitar formado por militares, alcahuetes y gente de la peor calaña de la ciudad de Resistencia entre ellos un militar frustrado que trabaja con estos grupos y al que le da la triste tarea de dar el tiro de gracia a José Luis. Se debe aclarar que los servicios secretos obligan a militares y civiles a disparar con el objeto de que nadie pueda decir “yo no estuve”. En el caso de José Luis los asesinos son de Resistencia y el encargado de dar el tiro de gracia es Pío Ruiz Villasusso, hijo de un acaudalado terrateniente, con ínfulas de militar, quien halló la muerte unos años después en manos de un sargento de policía que respondió a las ofensas propinadas por el propio Villasusso y sufrió una agonía terrible en el hospital Perrando de Resistencia y en medio de sus delirios acusó a sus propios compañeros, en especial a uno del que había sido gran amigo; pero esa es otra historia que quizá después cuente, José Luis está en el cielo que merece y Pío Ruiz Villasusso en el infierno que merece, porque el que “a hierro mata, a hierro muere”.

Alberto Raso – Tatín –

Conociendo a Mario Zvedeniuk

Así como en Curuzú tuve un club de “mis amores”, también lo tuve en Corrientes, ese club era el Juventus, en ese lugar solíamos jugar a la noche partidos de entrenamiento y a la siesta unos picados entre nosotros, allí en esos picados conocí a un colorado que pensaba y era de mente abierta y lúcido, si Mario jugara hoy sería un fenómeno y el hombre que piensa y dirige el equipo, pero hoy no es ayer y lo que pasó, pasó. Desde esos lejanos y cercanos años lo conozco a Mario y cada día que lo veía, más atrayente me parecía su personalidad.
Mario es uno de esos raros fenómenos que puede y logra cumplir todos sus objetivos, tanto comercialmente como políticamente, como espiritualmente. A Mario o perdí de vista por algunos años durante el auge de las “chacaritas” (hoy llamadas desarmaderos o depósitos de chatarra) pero nunca lo perdí de vista porque era un lector de diarios empedernido.
Cuando terminó mi actividad como chacaritero y cansado de que me roben de siesta y me vuelvan a vender de tarde las mismas cosas, decidí emprender otra actividad, me dediqué al video y a las antigüedades. Alquilé un local en calle Irigoyen 2184, justo frente a mi actual negocio, yo seguía viéndolo los domingos acompañando a su padre a la frutería de Rivas y cada día sentía más admiración por él por su constancia en acompañar a su padre. Un día que fue memorable para mí, me crucé y me puse a conversar con él, allí me enteré que los propietarios del negocio le pagaban en especies o directamente no le pagaban, mi negocio era reducido y ya no tenía más espacio. Le pedí que me alquilara el negocio de Rivas y él me dijo: “Sí, cuando se vayan los Rivas el negocio es tuyo y tenés que ser “mueblero”.
Yo me quedé pensando en esa frase y cuando al fin se fueron los Rivas el negocio fue mío tal como lo prometió Mario. Eran los tiempos del cecacor, tiempos difíciles para todos y Mario me puso un alquiler regalado pero me siguió insistiendo que tenía que ser mueblero, situación ésta que podría afectarlo a él, pero indudablemente Mario era un tipo tan especial que eso no le importaba y él mismo me dio los primeros muebles antiguos que yo tuve, una araña de cárieles imperio que me regaló y un juego de dormitorio Luis XV que me dejó en consignación y que yo nunca le pagué por distintas circunstancias, pero que se lo pagaré de alguna forma, porque actualmente lo está usando mi hija.
La generosidad para conmigo no tiene límites y no sólo para conmigo porque sé que en muchas oportunidades ha salvado a varias personas. Mi negocio fue creciendo lentamente y hoy es muy importante gracias a él y a otros amigos que me ayudaron de la misma forma.
Yo aún le sigo pagando un alquiler barato para los tiempos que están corriendo, en que todo va aumentando en forma cotidiana gracias a los gobiernos que supimos conseguir.
Si tuviera que definirlo diría que es como Kant (el filósofo).

M ario es tan puntual con su negocio que abre a las 8 y cierra a las 12:30
A veces va a su campo y hace tareas de todo tipo hasta las tareas más
R udas y cuando llueve se alegra por su campo y cuando se
I ncendia lo apaga con sus peones personalmente, a costa de su vida.
O tras veces el campo se inunda y ya no hay alegría, es astuto como un
Z orro y se las arregla para sacar sus pobres
V aquitas del campo y cuando las saca recién se tranquiliza y
E mpieza a descansar y vuelve a la ciudad para empezar
D e vuelta el duro trajín de volver a su negocio.
E s perfecto y organizado y es el hombre “orquesta” que
N o descansa jamás, porque llueva o truene es
I mposible que deje de abrir su negocio a horario, no tiene
U n día de descanso, su responsabilidad la cumple aunque tenga que soportar
K ilos sobre sus espaldas.

Ese es mi pensamiento sobre Mario, el es amigo de sus amigos y un hombre ejemplar en todas sus actitudes, no tiene enemigos y hace favores a quien lo necesite sin mirar credos ni religiones y el que diga que no es así, simplemente miente, porque él como toda su familia son genéticamente generosos y sus hijos son iguales a él, son “astillas del mismo palo”.
Mario no se calla ante nada, ni se arrodilla ante nadie, ayer leí su crítica sobre el quiebre de la confidendealidad bancaria y la ilegítima estabilidad de los preferidos y por esa razón voy a tomarme el atrevimiento de usar una frase de un diálogo entre Maquiavelo y Montesquieu del “Príncipe” de Maquiavelo que dice así:
“Admito de buen grado, que tan poderoso espíritu se perdería ganando”
(Maquiavelo, diálogo V con Montesquieu)

Por todo lo expuesto considero que Mario Zvedeniuk es el mejor consultor financiero de Corrientes y un mecenas al que toda nuestra familia le agradecerá durante toda la vida sus actitudes para con nosotros y para el pueblo en general, y lo nombro con el título honorífico que solo doy a mis mejores amigos:
Mario y familia: Doctores “Honoris Causa en cuestiones de amistad”.

Alberto Raso – Tatín –
Nota del autor:
Voy a contar una anécdota real que pasó en su negocio entre él y yo:
Un día cualquiera fui a hacerle una consulta a Mario y él me preguntó, “¿Qué necesitás? Yo le contesté: “Necesito saber si va a llover”. Mario me dijo exactamente: “Antes me preguntabas por cuestiones financieras, ahora soy ‘meteorólogo’ (Mario está conectado por satélite a un sistema brasileño de pronósticos de lluvia y eran los tiempos de sequía)

Nota del autor II:
Mario no necesita comprarme muebles, porque tiene todos los contactos necesarios para comprarlos directamente en las fábricas, sin embargo en varias oportunidades lo hizo y yo me pregunto: ¿Por qué será?

Buscando a mis familiares

Se acerca la navidad, y estoy mirando al cielo
Buscando en las estrellas la causa de mi desvelo
Miro los siete cabritos y sé que allí no están
Las estrellas como los sueños, vienen y se van
Pero yo sigo buscando con desespero y anhelo
Nunca me doy por vencido, sigo mirando al cielo.

Miro el puñal de Orión, los empiezo a divisar
Están casi todos, a todos pude encontrar
Las tres que están en el medio son Dito, Silvia y Ana María
Pero a mis padres no encuentro, que malo que eso sería.

Sigo insistiendo, y al fin los pude encontrar
Mi papá está en la punta de ese filoso puñal.

A mi madre no encuentro, empiezo a desesperar
El cielo que está estrellado, ya se empieza a nublar
Cada vez más miro y cada vez más desespero
Miro una estrella brillante y al fin te pude encontrar
No podía ser de otra forma, simplemente estabas... en el lucero.

Alberto Raso – Tatín –
Nota del autor:
Cada familiar que se nos va, es nada más que una nueva estrella que la vemos a través de la ventanita del corazón.
El “puñal de Orión” al que me refiero está formado por nueve estrellas en grupos de a tres, parece que la constante del tres me sigue hasta mis lejanas sincuenta estrellas.

Amor

Es dar sin recibir
Es olvidar sin recordar
Es vivir y no morir
Es vencer y no luchar

Es dar el corazón de lado a lado
Es un callar, muy elocuente
Es sentir que es ser amado
Es un clarín muy estridente

Es un solitario acompañado
Es un olvidadizo, con memoria
Es un alegre, acongojado
Es un héroe, sin historia

Es un esclavo sin cadena
Es un simulador, sin disimulo
Es un preso sin condena
Es perderse y estar nulo

Yo lo he probado y he callado
Todo eso y mucho más
Es estar enamorado...

Alberto Raso – Tatín –
Nota del autor:
Anoche fue navidad y estuve mirando al cielo de mis sincuenta estrellas, allí encontré inspiración para escribir a mis familiares que se fueron. Después vino la comida y la fiesta y luego me fui a dormir y hoy en la soledad matinal de mi negocio vi pasar mucha gente en estado de ebriedad, pero también vi pasar chicos tomados de la mano y me puse a escribir esta poesía, que no sé si es buena o mala, pero mi corazón siente al amor de esa manera.

El Almirante Brown

¿Sabía Usted que el gran almirante Brown tuvo dos veces la oportunidad de aniquilar a Garibaldi y las dos veces le perdonó la vida?
Brown acorraló a Garibaldi en las cercanías de Goya y Garibaldi le mandó un lanchón cargado de barriles de pólvora, que el gran almirante esquivó en un movimiento inesperado, lo cual hizo que Garibaldi desembarcara rápidamente y se perdiera en los montes de Santa Lucía. El almirante Brown desembarcó a sus marineros y les pidió que no lo sigan en un gesto de hidalguía y respeto. La segunda oportunidad fue cuando la flota argentina lo acorraló frente a la isla Martín García y estuvo a punto de matarlo y el gran almirante simplemente dijo: “un valiente merece otra oportunidad”.
¡Grande almirante Brown!

Alberto Raso - Tatín -

lunes, 1 de marzo de 2010

Cualquiera tiempo pasado fue mejor (Manrique)

Capítulo I: Entre Corrientes y Curuzú
Yo siempre traté de hacer lo que me gustaba, pero era imposible, ya que tenía que hacerme un porvenir, pero dejar atrás todo mi yo interior era difícil para ello tenía que armarme de valor, y dejar todo que quería, mis defectos, mis amigos, mi madre, mi hermana, mi hermano y muchas cosas más, que me habían marcado en Curuzú y la nostalgia tendría que dejar atrás y mirar para adelante, eran tiempos buenos, eran tiempos gloriosos en que solamente los muy pobres no podían hacer lo que querían y creo que hasta esos podían lograr todos sus sueños.
Mi madre ya me había conseguido tres lugares para vivir y uno que podía comprar, creo que no haber aceptado que mi madre me compre una linda casita fue uno de los grandes errores de mi vida, pero no quise hacerlo por un orgullo estúpido o sino porque inconscientemente lo que realmente quería era volver a Curuzú. Mi madre me subió de una oreja a un nuevo falcon que tenía y trajo de “custodia” y chofer a mi hermana Silvia. Cuando llegamos a Corrientes, mi madre me mostró todos los lugares en que podía parar y por supuesto que hice lo peor que podía hacer, me fui a vivir a un castillo que estaba abandonado desde hacía cuarenta años en el que sólo había ratas y pisos de madera podridos y arruinados. Pero lo importante para mí era estar solo y poder estudiar sin que nadie me moleste y llorar mis “añoranzas” por mi pueblo sin que nadie me escuche. Elegí lo que hoy es el castillo “Roberts”, que había pertenecido gobernador de esta provincia.
Mi madre me compró todos los muebles y demás enseres que necesitaba para vivir, me compró algunas cosas más para poner en la heladera y se volvió con mi hermana a Curuzú.
El castillo no quedaba a más de 10 cuadras del centro, pero en esa época no existía en Corrientes, cualquiera que viviera después de la avenida 3 de abril y menos si eras estudiante, y menos aun si no eras hijo de estanciero o de triple apellido.
Yo no estaba preparado para nada de eso, pero era menester hacerlo y lo hice. Mi intención real era estudiar Diseño Gráfico o algo similar, ya que tenía aptitudes para ello, pero gracias a Dios esa carrera no existía en Corrientes y para estudiar algo similar había que cruzar el Chaco y como el puente no existía, el viaje se hacía en el vaporcito y duraba más de una hora cuando no había inconvenientes y el ancho río estaba tranquilo.

Capítulo II: Volviendo a Curuzú
A las dos semanas no pude más con mi nostalgia y volví a Curuzú con lo más rápido que había, el coche motor del F.C.G.N. que ponía casi siete horas para llegar a Curuzú. En el coche motor me encontré, para mi grata sorpresa, con muchos de mis amigos que volvían y con otros amigos de otras localidades que yo conocía por distintas razones, el coche motor era sumamente divertido, porque allí pasaba de todo, al igual que en el bar Colón, con la diferencia que los amigos eran distintos y que en el bar los sandwiches eran de mortadela y queso y de queso y mortadela, la variedad era angustiante, y las bebidas eran Indian Tonic y naranja Bilz y Naranja Bilz e Indian Toni, los postres no existían y las galletitas eran “Criollitas” de Terrabusi, generalmente húmedas e incomibles. Gracias a Dios casi todos llevábamos un avío con provisiones que generalmente consistía en algún pedazo de pollo, huevos duros y sandwiches buenos, tipo “bar Colón”. El baño del coche motor siempre estaba ocupado y cuando lográbamos entrar, el olor nos hacía salir rápidamente o había que usar “máscaras” de gas.
Cuando el viaje era normal (que nunca lo era) llegábamos a Curuzú a las 8 de la noche o a las 7 de la mañana. En ese primer viaje yo llegué a las 8 de la noche y por “rara casualidad” (no tan rara) había baile en el Social.
Mi madre me miró sorprendida (o quizá contenta) y me preguntó: ¿qué hacés vos en Curuzú? Yo contesté: Vine para avisarte que decidí cambiarme de carrera, mi vieja se puso contenta porque siempre se había opuesto a que yo estudie Diseño Gráfico y me preguntó qué carrera había elegido y yo contesté “Abogacía” y me acordé de la máxima “serás lo que debas ser o serás abogado” (hoy recomiendo a todos los chicos que están indecisos que estudien abogacía porque es una carrera en la que se aprende de todo, tal cual el Colegio Nacional). Ese fin de semana la pasé de película porque me reencontré con mis viejos amigos de Curuzú y los que volvieron de Corrientes al mismo efecto y cada cual con su cada cual fue al baile del Social en el que tocaban “Los linces” de Concordia y “Los estudiantes” de Curuzú. Para mí la diversión fue el doble porque antes del baile jugamos un partido de básquet contra San Martín y por supuesto los pasamos por arriba, era marzo del 68 y el club Curuzú ya había formado una nueva escuadra, en la que faltaban el Piri, Matungo, Laprovita y algún otro, pero quedaban Carlitos Jacobo, Lechón Ramírez, Jorge Castro, Eduardo Lindsay, Tito Guglielmone, E Chalo Marcelino, el Pacha Chamorro, algún otro y yo.
Me quedé 3 día en Curuzú hasta que nuevamente me agarraron de las orejas (que cada vez estaba más larga) y tuve que volver a Corrientes, esta vez en el colectivo de la empresa “El Tala” que era de esos tipo lechero, que paraba en todos lo pueblos y alzaba gente en el camino hasta que el colectivo se hinchaba como sapo.

Capítulo III: Comenzando el Cursillo
Comenzar el cursillo fue toda una odisea, ya que el cursillo, para entrar a la facultad no se hacía por calle Salta sino en la Escuela Regional, había que recorrer un largo camino porque un solo colectivo (el 5) te llevaba hasta allí. De mis amigos de Curuzú nadie entró a Abogacía, allí conocí los primeros de aquí, varias mujeres del Chaco, pocas de aquí y ninguna de Curuzú. Estaba perdido como turco en la neblina hasta que hice nuevos amigos, el gallego Collado, Carlitos Neumann, Ricardo Billingurst, José Cunha Ferré, Jesús González Cabañas y muchos más que no me acuerdo, pero que seguramente se irán apareciendo sucesivamente a lo largo de este y les iré contando quienes eran, sus anécdotas, las cosas que hemos pasado juntos y todos los momentos buenos-malos que tengo de ellos. El cursillo fue duro, pero interesante, ya que al igual que en Curuzú, los profesores eran de primera y diría que estaban a la altura de los mejores de Buenos Aires, un caso especial eran: Blasco Fernández de Moreda, Fernando Vargas Gómez (P), Días Ulloque, Kornel Zoltanmenetz, Contreras Gómez, Gallino Yansey y otros tantos.
Terminado el cursillo, todos los que nombré lo aprobaron y los que no nombré (que también eran amigos) quedaron para después.

Capítulo IV: Lugares comunes
Todos los curuzucuateños vivíamos separados, pero teníamos 4 o 5 lugares comunes, el primero y más importante era el comedor universitario, el segundo era el bar “El Piccolo”, tercero la confitería mutante “Panambí” (digo mutante) porque a la noche se transformaba en bote mientras que arriba seguía funcionando como confitería, salón de té y otras yerbas, “La Sacala”, “La balsa”, “el Hadas Bourg” (sólo apto para los de la alta sociedad) y otros más, todos y cada uno con características especiales.

Capítulo V: Todos y cada uno
El comedor universitario: el comedor universitario tenía aproximadamente un cuarto de cuadra de manera rectangular, pero la cola para comer era redonda y tenía solamente unas cincuenta sillas para las mujeres de encargue o muchachos con problemas, la comida era horrible pero variada, es decir, de lunes a viernes a la mañana todas eran distintas, pero la otra semana volvía a repetirse el menú invariablemente y un día a la semana la sopa “misteriosa” tenía laxante, así que nuestros intestinos funcionaban de primera. El comedor sólo funcionaba de mañana y a la noche “a pelarse los de Saladas”.
En ese comedor pasaba de todo, había revolucionarios enteros, revolucionarios de café, liberales comunes y otros que andaban para el “lado donde sopla el viento” y eran tipo “camaleón” que cambian de colores según la ocasión.
Entre los revolucionarios enteros estaban el negro Osan, el cuervo Gervasoni, el flaco Grinka y la más interesante de todas, una joven recién casada con otro revolucionario entero, que estaba de encargue y cantaba en forma sublime y con una voz tan potente que no necesitaba micrófono, se trataba de Teresita Parodi y cantaba canciones referentes al Che y la más linda que era “Tonada de Manuel Rodríguez”, en ese era una revolucionaria entera, pero como suele suceder, la plata y la ambición cambian a las personas y cuando triunfó en Buenos Aires se olvidó de sus ideales y pasó a ser Teresa Parodi, menos revolucionaria y con más plata en el bolsillo y finalmente se transformó en una integrante del K-K-K, es decir pasó a ser nada más que una simple despota con plata.

Capítulo VI: Volviendo a Curuzucuateños
Primeras macanas: Yo seguía viviendo en la mansión “Roberts” pero por suerte nunca me faltó un peso en el bolsillo y mi ropa era buena. Cacho Basualdo y yo teníamos la misma talla y alternábamos ropa los viernes, sábados y domingos. La primer macana que me mandé fue en la confitería “La scala” y la cosa fue así: el gordo Pintos, Basualdo y yo subimos la escalera y empezamos a bailar, Cacho bien como siempre, el gordo bien y yo a los pisotones como siempre, pero siempre Cheek to cheef como siempre. La primera que saqué a bailar me preguntó: “¿de dónde sos?” Yo contesté de Curuzú, ella preguntó: “¿entonces debes tener campo o algo así?”, yo contesté: “No, mi mamá tiene una boutique bastante grande.” Terminó la pieza y me dijo gracias y se fue a sentar. La segunda que saqué a bailar me preguntó casi lo mismo y yo contesté lo mismo, nuevamente se fue a sentar y siempre el mismo resultado. La tercera igual, la cuarta igual y la quinta igual. Yo ya estaba bastante molesto y saqué a bailar una chica de triple apellido, que era candidata a reina del carnaval y me pareció bastante más agradable que las demás y curiosamente es prima o sobrina de un amigo actual que se llama Miguel Galantini. Bailamos dos o tres piezas y todo seguía bien hasta que “zaz!” la pregunta de siempre; yo la apreté aun más contra mi cuerpo y le dije al oído: “mi papá falleció y mi mamá tiene una cadena de prostíbulos”. Ella preguntó que era eso, yo contesté: “quilombos”. No alcancé a escuchar todas las puteadas que me echó y me fui con una argeladura total.
El gordo y cacho siguieron bailando y yo me quedé sin el pan y sin la torta. Allí me di cuenta que Corrientes no era Curuzú, ni Mercedes, ni Caseros ni nada y que era nada más que la capital de la provincia. Capital vana y estúpida donde la gente valía nada más que por su “rancio abolengo”.

Capítulo VII: El oso y el pozo
Una noche en que estaba estudiando en mi propio “castillo”, Ciro, el pata de palo (Osvaldo Reppeto) y el gordo Regunaga que ya había venido a Corrientes a tocar con el conjunto “Mantra”, quisieron hacerme una broma bastante “pesada” y vinieron hasta mi castillo haciendo ruidos extraños y con una larga cadena que arrastraban por el piso. Yo algo presentía al respecto y estaba alerta y preparado para ello, y en caso de apuro tenía la vieja Bereta 6,35 que había heredado de mi padre y estaba a dispuesto a tirar unos tiros al aire para que los asustados fueran ellos, pero no hizo falta ya que la cosa fue exactamente así: Ciro y el gordo entraron con sus ruidos y cadenas alumbrándose la cara desde abajo y el pata se quedó en la puerta porque le era difícil subir los escalones, al quinto paso que dieron el gordo y Ciro, las maderas del piso podrido se rompieron y “bodoque” (pesaba más de 120 kg) apareció en el sótano sin necesidad de “ascensor” y aplastó ratas, cucarachas y toda especie de animal viviente que había allí. Ciro salió disparando como cohete y batió todos los récords de velocidad, el pata no sé como se arregló pero hizo lo mismo y el pobre gordo quedó clavado en el fondo del sótano a los gritos pidiendo auxilio a todo el mundo. Yo conocía todas los vericuetos habidos y por haber en mi castillo y busqué la entrada del sótano y lo busqué al gordo en la oscuridad hasta que lo encontré y lo pude sacar con mucha dificultad del pozo, el gordo lloraba y subimos lentamente por la escalera con mucho cuidado que no pasara lo mismo, hasta que al cabo de 20 minutos pude sacarlo.

Capítulo VIII: Cambiando de pensión
Unos largos 8 meses pasé en el castillo “Roberts” solo, pero un día el dueño decidió hacer un pensionado y alquilar piezas a estudiantes, y así lo hizo. El primero en llegar fue un atorrante, que hoy es un abogado “angau” de consulta y que fue el motivo de mi abandono de mi querido Castillo.
Mamá siempre me mandaba “provisiones” para que me duren hasta fin de mes, hasta que un día dejaron de aparecer “misteriosamente”, yo llamé a Curuzú y le pregunté qué pasaba, ella me contestó que siempre me las mandaba y que era imposible que no llegaran porque las mandaba por correo y con aviso de retorno. Me quedé pensando hasta que al fin me decidí y le hice un “allanamiento” a la pieza del fulano y vi todos los restos de mis queridas latas de dulce de leche hechos con leche condensada y los restos de mis escabeches de “Biscacha” y otras tantas latas más encondidas bajo su cama. Agarré todas mis pilchas y busqué otra pensión y me fui, pero antes de irme le pequé la paliza más grande de su vida y estoy seguro que nunca más habrá tocado una encomienda más que no le pertenezca.

Capítulo IX: La pensión de los Meana Colodrero
Luego del incidente con el “abogado de consulta” me fui a la casa de los Meana Colodrero, una casa especial y tan grande que entraba por Rioja y salía por calle Salta. Para entrar en esa pensión tenías que tener muy buenas referencias y un comportamiento especial ya que la abuela de los Meana Colodrero no permitía la entrada de mujeres, solamente sus nietas Marrylin y Rubia y otras amigas de la alta sociedad. Tardé 2 días en conseguir las “referencias” y en ese lapso de tiempo la pensión se llenó ya que quedaba a la vuelta del comedor universitario.
La señora me pidió disculpas y cuando me estaba yendo me llamó nuevamente y me preguntó si me animaba a vivir en un altillo de 4x4 que estaba en la parte superior del segundo cuerpo de la casa, yo contesté rápidamente y sin pensarlo que Sí, aunque no conocía el lugar y no sabía el lío en que me estaba metiendo. Traje todas mis cosas y subí al altillo como pude, ya que su escalera era una mezcla de caracol con algún descanso raro. Había que subir en partes tipo figura “egipcia” y contorsionarse como una víbora para llegar al habitáculo de 4x4. El altillo tenía una forma de pirámide en su parte de arriba con chapas y sin entretecho, las ventanas no existían y la única ventilación era una banderola de 40x40 cm situada a dos metros de altura y daba sobre la calle Salta. Era pleno febrero y las cucarachas aleteaban sus alas para abanicarse, la temperatura en invierno era de –10 grados y en verano 60 grados por lo menos, pero el lugar tenía un secreto que yo aun no conocía. El Dr. Andreu, vivía por calle Salta y era el padre de Rubia Meana, de Marylin y de Pepo que era todo un personaje. El Dr. Andreu era director del hospital psiquiátrico y su secretario un “loco” bueno al que escuchábamos contar historias raras hasta altas horas de la noche. Una siesta tratando de tomar un poco de aire, me subí a una silla y saqué la cabeza de la banderola y vi el espectáculo más hermoso que podrían ver ojos humanos: Rubia Meana y Marylin estaban tomando sol en la terraza de su casa en bikini preparándose para los carnavales, donde siempre salía reina de la mejor comparsa. Eso era una constante que se repetía año tras año y cuando no salía reina de belleza, salía reina de la simpatía o de las bastoneras o cualquier cosa.
Yo mantuve el “descubrimiento” lo más que pude, pero en unos días más todo se descubrió y yo cambié mi “horno” por una de las piezas de abajo, amplia y confortable, pero compartida, mi “status” había cambiado.

Capítulo X: La casa de los Acquarone
En la casa de Ciro vivían algunos extraños personajes como Osvaldo Reppeto, Marito Portillo (que no vivía allí sino a la vuelta) Ciro, Toto, Ariel y algún otro que no recuerdo. Era una casa tipo chalet muy confortable, allí se reunía un montón de gente a la noche y pasaba de todo. En la casa de al lado había un almacén tipo supermercado que se llamaba “Don Pepe” (aun existe) y del otro lado una familia que tenía como hijo un pequeño diablito, que se transformó en mascota del “equipo”.
A partir de las cuatro de la tarde, la casa se transformaba en gimnasio y aparecía un profesor de boxeo llamado “Beretia” y enseñaba box al quisiera aprender. Con él aprendieron a pelear muchos que fueron grandes boxeadores, pero que nunca fueron profesionales, entre ellos Abel Callaba, Nacho Regí, Carlitos Pozzi y Toto Acquarone, casi todos grandes estilistas y algunos como Toto con una trompada demoledora. Ciro mirábamos de afuera, porque para que Beretia te enseñara el primer paso a seguir, era depurar el cuerpo, y eso consistía en tomar durante algunos días dos o tres cucharadas de “leche de magnesio”, y al primer estornudo te hacías encima.
Nuestra “mascota” nos tenía podrido a todos los habitués a la casa, hasta que un día le hicimos una broma que creo que aun recordará; Ciro y yo le dijimos que Reppeto era un marciano, Danielito no lo creyó y nosotros seguimos insistiendo y Danielito tampoco creía hasta que un día le dijimos que levante el pantalón y le mire por abajo de la media, Danielito se metió debajo de la mesa y le levantó suavemente el pantalón (Osvaldo ya lo sabía) y le bajó la media y vio una pata completamente rosada, salió pálido debajo de la mesa y para corroborar que era así le pegó una patada feroz, el sonido fue un “toc”, que parece que fue bastante convincente, porque “Danielito” huyó despavorido y no apareció por un largo tiempo.

Capítulo XI: Amigos nuevos
Los curuzucuateños cada vez nos veíamos menos y sólo nos juntábamos los sábados y domingos, pero la vida continuaba y todos estábamos bien y eso nos bastaba. Yo ya había hecho algunos amigos en Corrientes como Yiye Llano, Carlitos Neumann, Ricardo Billingurst y otros, pero uno de los más singulares y valientes era Carlitos Neumann. Carlitos tenía un hermano normal que estudiaba en Santa Fe y era mayor que él, y digo normal porque Carlitos era único y singular. Carlitos se crió con su abuela, su madre y su padre y era el preferido de su madre, nunca comió otra cosa que lomito y puré de zapallo y papa y jamás tomó nada que tenga alcohol. A la siesta nos encontrábamos en el “Panambí” que era una de las pocas confiterías que tenía aire acondicionado, él nos esperaba que viniéramos del comedor y me guardaba el azúcar del café (cosa que años después hacía mi mujer) ese lugar era como el comedor universitario donde iban todo tipo de personas, algunos revolucionarios enteros, algunos semiidealistas, otros revolucionarios de café y pocos idealistas enteros. Entre estos últimos estaba Carlitos que nunca cambió sus ideales por puestos públicos ni por plata y que siempre y hasta murió siendo peronista. Era un caso raro porque lo normal en Corrientes en esa época eran los liberales o los autonomistas y unos pocos radicales que “no pinchaban ni tocaban” y los de izquierda menos. A Carlitos le decíamos “cabeza de selenita” porque sus características eran así, hasta que un día cambió de nombre en un instante y fue en una siesta que entró el gallego Collado Macías y preguntó al mozo por Carlitos, el mozo le preguntó ¿quién? Y el gallego dijo: el “carita de violinista”, el mozo lo identificó de esa manera y allí pasó a ser “carita de violinista”
El primer viaje que hice a Curuzú con Carlitos, fue a los seis meses de terminar el cursillo, y junto con el cursillo y ese viaje se terminó la candidez y la inocencia de Carlitos. Convencerle a la madre de que lo deje ir a Curuzú fue toda una odisea, pero intercedió su padre y le fue concedido el permiso. Llegamos a Curuzú en el coche motor de las ocho de la noche y nos fuimos a bañar para salir, yo aún vivía en Juan Vera 732 y su primer experiencia y puteada fue contra el agua de Curuzú, tardó como una hora en bañarse y cambiarse y cuando estuvo listo, se me ocurrió la “brillante” idea de decirle que me esperara en el Bar Colón en las primeras mesas y que preguntara a Coco o a Luque donde se sentaban mis amigos. Coco le mostró la tercer mesa y Carlos fue hacia allí. Para su y mi desgracia estaba sentado el “zurdo” Martene, el gordo Martínez y Tito Leiba, mezcla explosiva para la inocencia de Carlitos. Yo llegué a la media hora aproximadamente y entre el “zurdo”, Tito y el gordo ya se habían tomado varias cervezas y Carlitos estaba en un estado calamitoso. Lo llevé nuevamente a casa y lo metí en la bañera con agua fría hasta que se le pasó la borrachera y volvimos a salir y fuimos al baile de carnaval en el club Curuzú, nuevamente el zurdo aparece en escena y esta vez con varios más. En Curuzú Carlitos se enteró de que existían los nuevos fritos, la cerveza, el Whiskey y queso. Volvió hecho un hombre osado, valiente y decidido y afecto al alcohol, como los curuzucuateños de la época.
Solamente voy a contar una anécdota de Carlitos para que los lectores sepan por qué dije “valiente” al principio de este escrito. Carlitos Neumann siempre fue noble y leal a sus amigos y a las pocas novias que tuvo y nunca nada ni nadie le hizo torcer el brazo ni cambiar sus ideales, cuando tuvo que decir cosas las dijo de frente y las sostuvo aunque para ello tuviera que perder todo lo que había logrado a través de los años.
Cuando suele suceder cuando un “primerizo” se enamora, cree que el amor es para siempre y que después de ello no hay más nada, Carlitos creyó eso y se enamoró perdidamente de una mujer que no estaba a la altura de él. Un día Carlitos se enteró con lujo de detalles que su novia lo traicionaba y allí comprendí lo que es la valentía real de las personas. Carlitos no hizo ni dijo nada hasta que se dio el momento oportuno; la noche siguiente al hecho Carlitos se fue al “Hadas Boure”, lugar al que sólo iban las personas de “rancio abolengo”. Su novia estaba sentada en una mesa con varias amigas y dos metros más allá, su amante secreto riéndose a carcajadas quizá contando esa aventura, ya que era una costumbre normal entre los correntinos deshonestos de esa época. La música estaba sonando a todo volumen y Carlitos pidió silencio; se cortó la música y se subió arriba de la mesa y dijo exactamente así: “Señoras y señores, esta señorita es mi novia, se llama XX y anteanoche me metió los ‘cuernos’ con el señor XX que está sentado allá”. Se bajó de la mesa y se fue. En el “Hadas” se hizo un silencio de radio, hasta que José Cunho Ferré y otro amigo llamado Charly Pérez Rueda empezaron a aplaudir y finalmente todos aplaudieron, la novia rompió en llantos y el “corneador” quedó rojo. Yo fui testigo de eso y lo acompañé hasta la casa sin decir palabra, hasta que Carlitos me abrazó y me dijo: No te preocupes, la vida continúa. Ese Carlitos Neumann, es el Carlitos que conocí y hace unos años viajó a mis sincuenta estrellas y allí está esperando a todos los que lo conocimos y lo amamos.

Capítulo XII: Viajando en un Artez Westerley
En uno de los tantos viajes que hice de Curuzú a Corrientes me encontré con Toto Acquarone y Ciro que ya había empezado a hacer su pequeño gran imperio, les pedí que me llevaran y los dos estuvieron encantados de hacerlo, la ruta desde Curuzú aun era de ripio, pero desde Mercedes a Corrientes, coviar, ya había terminado con orgullo el tramo Mercedes-Corrientes y desde allí ya no había más ningún problema, el único problema es que los trenes funcionan a la perfección y había que tener cuidado en los paso niveles y en la curva que había diseñado el flaco Gordini (hombre bonachón al que llamábamos “flaquini” por su parsimonia) salimos de Curuzú en el nuevo auto de Toto y fuimos muy ligero en el ripio, pero no pasó nada, la cuestión fue cuando llegamos a Mercedes. Toto y Ciro siempre fueron afectos a hacer bromas y al llegar a la caminera, el policía que nos detuvo era de Corrientes y no conocía el nuevo auto de Toto y nos detuvo, nos preguntó a todos por los documentos y adónde íbamos Toto le contestó Corrientes y antes de salir le hizo una pregunta jocosa al policía, le dijo ¿no vio pasar un Artez Westerley color azul? El policía pensó un momento y nos contestó: “No, pero recién pasó uno colorado”. Y nuevamente nos detuvo y empezó a hacernos toda clase de preguntas y nos pidió que abriéramos todas las valijas, hasta que salió un policía que nos reconoció y pasamos sin problemas, pero la duda me quedó hasta hoy ¿Quién tomó el pelo a quién? Nunca podremos saberlo!

Capítulo XIII: Igor y la cueva de Alí Baba
Yo pasé por tantos trabajos y situaciones en mi vida y me han pasado tantas cosas que mis recuerdos se mezclan, pero de Igor jamás podré olvidarme porque fue uno de los hombres más raros que conocí.
En ese entonces yo trabajaba en lo de Zitrinovich en su viejo depósito sobre avenida Maipú al 300 y lo ayudaba en los remates haciendo todo lo que podía. Invariablemente Igor traía un reloj por semana para vender, pero no era cualquier reloj, el de menor era un Rolex o un Ulises Hardin. Los primeros remates no me llamó tanto la atención, pero el noveno remate lo “encaré” directamente y le pregunté si podía hablar con él después del remate, él asintió con la cabeza y me esperó una hora en el Rayo del Sol, hasta que terminamos de hacer las boletas y cerramos el negocio. Le pregunté dónde vivía y me dijo en una rara mezcla de italiano y ruso que vivía cerca del puerto en una pensión, le pregunté si podía acompañarlo y me volvió a contestar afirmativamente. Lo acompañé hasta ese lugar y le hice toda clase de preguntas hasta que llegamos a su pensión que quedaba justamente frente al actual colegio Yapeyú, se despidió en la puerta y cerró su pieza con varias llaves.
No lo vi más hasta el próximo remate (Zitrinovich hacía remates todas las semanas) y nuevamente lo mismo, lo acompañé y cuando llegamos creí que iba a ser igual, pero no fue así, me invitó a pasar y como la curiosidad es más fuerte que yo, entré más rápido que un bombero. La pieza era de tres por tres y había por lo menos 40 baules de joyero apilables y apilados, debajo de una pequeña cama también había baules, levanté la cabeza y vi un enorme cuadro del teatro La Scala, con un tenor y su acompañante una mujer bellísima y de facciones perfectas y pegado al cuadro un programa de los números del teatro, me acerqué y pregunté quiénes eran, Igor contestó en su media lengua: “Mala mujer y yo”. Yo no podía entender nada, todo eso me superaba, hasta que pude reponerme y le pregunté qué hacía en Corrientes un hombre que fue primera estrella en la Scala de Milán. Nuevamente en su media lengua me dijo que estaba cantando en el Vera, con el maestro De Biasi y que se rebuscaba vendiendo relojes. Lo invité a almorzar a las tres fe la tarde y fuimos al restorán Brisas del Paraná y allí me contó toda su historia y lloró, yo no sabía qué hacer y dije: “Igor, la vida continúa”. Nos fuimos, y de allí en más fuimos grandes amigos, cada día nos veíamos y él me mostraba con nostalgia sus fotos cantando en la Scala y me fue mostrando uno a uno todos sus tesoros y todos los días me regalaba algo, menos las piezas de oro, algunas veces las aceptaba y otras no y así fue como tuve mi primer reloj importante. Era un Omega “constelation”, y cuando me regaló un Seiko o un reloj automático japonés, decía: “porquerías”.
Empecé a preguntar por Igor a De Biasi (que ya era amigo mío) cuál era la historia que le había contado a él y me dijo que nunca le había contado nada sobre su vida personal.
Le pregunté cómo había conseguido tantas joyas y me contó que muchas se la habían regalado y que cuando vino de Italia corrido por su mala mujer había puesto una casa de empeños en Mar del Plata y me dijo textualmente: “El jugador empedernido es como yo, siempre pierde”. Yo me quedé pensando y antes de irme me dio un abrazo y me puso una libra esterlina en la mano, no tuve tiempo ni siquiera de decir gracias y cerró su puerta. En ese momento me di cuenta de que nunca más vería a Igor, mi amigo el “tenor”... y así fue.

Nota del autor:
Después de muchos años recién conocí el nombre de Igor, se llamaba Igor Nevari, pero su procedencia es desconocida y fue uno de los tantos transumantes que conocí en Corrientes y creería que su ópera preferida sería “Ridi Pagliacci” (Ríe payaso)

Capítulo XIV: Tumultuoso romance en bodas
Todas historias que estoy contando son parte de lo que yo llamo “Cualquiera tiempo pasado fue mejor”, ya han pasado 40 años y todos los “delitos” están prescriptos, hasta el delito de cadena perpetua y este romance ocurrió en 1969 y fue una aventura que sólo Yiye Llano y yo sabemos, porque fuimos los protagonistas de este romance de treinta días. La cosa fue así:
Cuando empezamos el cursillo de la facultad, conocí a dos mellizas muy simpáticas procedentes de Alvear, que son grandes abogadas. En una de las tantas caminatas de la facultad al centro empezamos a hablar de historias de túneles que existían en la zona de Alvear y La Cruz y como mi padre tenía una teoría al respecto me interesé mucho, quizá demasiado. Al ver mi interés una de las mellizas me dijo: Tendrías que hablar con mi prima que vive en La Cruz frente a la plaza y por debajo de la casa de la casa de ella pasaba uno de los tantos túneles existentes.
Yiye me dejó en La Cruz y siguió para otro campo en su nueva “Ford” colorada.
Bajé presuroso y encaré directamente a la casa de XX, conversamos media hora y me mostró el reloj de sol de la plaza, me llevó a la casa del cura que sabía todo sobre túneles y jesuitas. No sé si me enamoré de XX o de los túneles, pero a la noche el romance estaba en marcha y todo andaba en viento en “popa”, primero la manito, luego el besito, y después, nada! Porque volvió Yiye y me llevó nuevamente a Corrientes.
Al mes volví de nuevo a La Cruz más enamorado que nunca y le pedí la mano de su hija al Sr. XX, éste me miró fijamente y me contestó: “No hay problemas, pero te pido que me escuches primero”, yo contesté: “Está bien”. El Sr. XX me dijo: “Mirá a mi esposa, cuando XX sea como ella tendrá la misma cara”. Yo la miré y medité un momento (La Sra. XX era más fea que el culo) y se terminó el amor. Desde entonces aprendí que antes de enamorarse hay que mirar la cara de la suegra.
“Chao amore – chao amore chao”

Capítulo XV: Historias viejas
Un gesto deportivo poco común:
Entre los años 40 al 50 el equipo de Torino era un cuadro imbatible en Europa, ganador por cuatro años consecutivos del famoso “scudeto”, el equipo estaba formado únicamente por italianos y contaba en sus filas con los jugadores más importantes de toda la larga historia del “Calcio” italiano,
Un mal día para el fútbol mundial, el avión que transportaba al equipo y sus dirigentes chocó de frente contra una montaña oculta por las nubes, la insólita e inesperada muerte de los jóvenes jugadores hizo que la ciudad entera buscara por varios días los restos del avión cubierto por la nieve. El Torino perdió a Mazzola, Castigliano, Ricamonti, Tosca, Bacigaluppo, Bollarin, Gabetto y Osola. El luto en toda Italia fue total y todos se solidarizaban con el equipo de Torino. Las noticias corrieron a través del eter y a las pocas horas llegó a Buenos Aires. También los equipos argentinos se solidarizaron, el general Perón mandó una comitiva especial para dar ayuda monetaria y moral a los familiares de los jugadores. Racing Club de Buenos Aires el club ideal para el viaje, pero no lo hizo contrariamente a lo que tendría que haber sido. Para orgullo del pueblo argentino viajó el equipo de River Plate, con la famosa escuadra a la que se llamó “la máquina” integrada por todos sus titulares, entre ellos Amadeo Carrizo, Labruna, Lousteau, la “saeta rubia” (Alfredo Di Stefano), Pedernera, Vernaza y el propio presidente de River Plate, Antonio Vespucio Liberti.
Mientras el equipo de River viajaba hacia Turín, el presidente Liberti tuvo la brillante idea de que River jugara con la camiseta de Torino y el Torino con la de River.
La idea prosperó y se intercambiaron camisetas, el Torino jugó con un equipo de emergencia y el partido se realizó el 26 de mayo con una multitud que superó todas las expectativas, la cantidad de espectadores fue de más de setenta mil personas. El partido fue vibrante hasta el final y los italianos aplaudieron cada gol de cada equipo, tanto del propio como los de River, el resultado fue empate en 2 tantos por bando, anotaron para River Labruna y Di Stefano.
Fue el gesto de solidaridad más importante de River conocido hasta la actualidad y desde entonces River y Torino usan esas camisetas alternativas en todas las ocasiones. En 1952 se enfrentaron nuevamente ambos equipos y nuevamente fue un empate en tres tantos, y otra vez se fortalecieron las relaciones entre ambas instituciones.

Nota del autor:
En el caso del equipo de River el gesto merece ser recordado doblemente, porque River Plate tenía que jugar un partido casi definitorio con el Racing Club de Avellaneda tres días después del hecho relatado y jugó en esa oportunidad con un equipo de suplentes. Se calcula que en el acompañamiento de los restos fúnebres hubo más de 300.000 personas y 500.000 siguieron el evento por radio y televisión.
La recaudación fue varias veces millonaria y se repartió entre el Club Torino y los familiares de las víctimas. Torino pudo comprar algunos jugadores y prefirió seguir con su equipo alternativo.

Alberto Raso – Tatín –

¿Usted sabe la historia del Fernet? 1850 Ferro Netto

La historia del Fernet es casi igual al de la penicilina, indudablemente los milagros existen y se puede tocar, y además lo mejor es que este milagro se puede beber y lo que es más prodigioso es que si lo mezclás con nada es sumamente curativo.
Alrededor de 1850, un herrero italiano llamado Giaccomo Passini mientras calentaba al rojo vivo un pedazo de riel colgado del techo de su humilde hogar esperando una temperatura ideal se entretenía haciendo hervir un brebaje preparado con distintas hierbas de la región ya que además de ser herrero era un afecto a tomar bebidas que no hagan mal.
Mientras Don Giaccomo revolvía su brebaje, la cadena se cortó y el riel cayó dentro de la olla y pensó automáticamente que su brebaje no servía más. Dejó enfriar la olla con el riel adentro y sacó el hierro y se dispuso a tirar su contenido pensando que no servía más, pero por las dudas probó una cucharadita y... ¡eureka! Encontró el gusto que necesitaba.
De esa casualidad nació el famoso Fernet y lo que significa literalmente en italiano antiguo es “Ferro Netto” es decir fierro duro. Don Giaccomo pasó a ser famoso y fue contratado por la fábrica Fernet, donde trabajó hasta que murió.


Alberto Raso – Tatín –


Nota del autor:
Esta historia es poco probable que figure en Internet, ya que fue algo así como una leyenda que se transmitió de boca en boca. De ahora en más la publicaré en mi libro y en mi Blog, para que los jóvenes puedan saberlo.

Nota II:
Esto parece ser una contradicción para lo que yo pienso, porque yo siempre digo que las casualidades no existen, pero no lo es porque fue una cusa lo que produjo el milagro, fue nada más que la caída de un riel en una olla.

Papelones en el mundo, papelones en Corrientes

El día 22 de febrero se celebra en EE.UU. El cumpleaños de Jorge Washington. En 1833 los habitantes de ese país le pagaron a un escultor llamado Horacio Greenough la suma de U$S 5000 para que realice una estatua del prócer que estaba destinada a ser puesta en la rotonda del capitolio. Greenough se fue Florencia, cuna de los mejores escultores del mundo y luego de varios años trajo una escultura de 20 toneladas de mármol, era tan pesada que una de las correas se soltó y cayó al fondo del barro del puerto. La marina norteamericana mandó urgente un acorazado a Italia y luego de penosas tareas pudo sacar a Don Jorge y lo llevó a Nueva York, pero no pudo desembarcarla porque no cabía en los túneles de los subterráneos, de allí se dirigió a Nueva Orleáns desde donde lo llevaron hasta Washington, donde al fin terminó su travesía, pero tampoco pudo pararse allí porque el suelo del Capitolio no aguantó sus 20 toneladas, entonces se trasladó al prado del Capitolio. Cuando al fin terminó la odisea, vino la banda y empezó a tocar sus mejores marchas heroicas y empezó a descubrirse la estatua y para sorpresa de todos apareció George Washington con tónica de romano. Se armó un revuelo de insultos entre todos y unos se echaron la culpa a otros. Lo cierto es que los americanos (rápidos para enmendar errores) taparon al mitad George y mitad César con un montón de máquinas de imprenta, previa destrucción total y así se encuentra hoy en el instituto Smithsoniano.
Bobos hubo siempre.

Papelones en Corrientes
En Corrientes Capital hay varios papelones que merecen destacarse, pero me voy a remitir solamente a los más conocidos y visibles para no sacar al lector del centro de la ciudad, porque si me remito a la periferia y voy hacia el cementerio los papelones son mayúsculos.
Yo tengo mi trabajo en calle Irigoyen 2187, mi trabajo consiste en hacer de todo, desde juntar cartones para ayudar a Haití, hacer lámparas, vender y comprar antigüedades y en mis ratos libres (que son pocos) me dedico a escribir de todo un poco, entre las historias que escribo las que más me gustan son las históricas, las curiosas y las que no figuran en Internet, como las que voy a contar ahora.
Primer papelón: el primero que conozco es el papelón de la estatua del gran Brigadier Pedro Ferré. La estatua de Ferré, uno de los próceres más “prolijos” de la provincia, está erigida hace más de veinte años en la hermosa costanera correntina, paseo obligado de turistas y correntinos. El Brigadier está firme y enhiesto mirando hacia el lado de la ciudad, cosa que lo hacía mirar con detenimiento el paso de las comparsas y carrozas, cuando en realidad tendría que mirar el río que tanto amaba y de paso mirar alguno de los barcos que se construían en los astilleros de la familia Ferré; pero eso no es nada porque no creo que al gran Ferré le importara mucho eso, lo que sí le puede afectar a él y al escultor es que el pobre Ferré hace más de veinte años que no puede hacer pichí, porque no tiene bragueta! Y además tampoco puede bajarse los pantalones porque sería muy vergonzoso hacerlo en un lugar tan transitado!

Segundo papelón: este papelón no es tan grande, pero hace que los turistas se confundan un poco, como le pasó a un amigo al que le hice conocer la ciudad. Hay algo que caracteriza a Corrientes y son sus hermosas iglesias con Santos antiquísimos donados por las familias más pudientes de la época, al punto tal que algunas de esas personas están enterradas adentro de la iglesia. La iglesia en cuestión es una de las más importantes de la ciudad, la iglesia de la Merced. Lamentablemente los argentinos miramos hacia abajo, seguramente para ver si encontramos una billetera caída o alguna moneda perdida, pero si miramos para arriba la cosa se pone más interesante, porque en el medio y arriba de la entrada hay un gran vitreaux con la estrella de David, es decir la estrella judía y a sus dos lados también hay dos estrellas judías. No creo que el asunto esté tan mal porque Jesús era judío, el problema es que algunos turistas no saben si se trata de una iglesia o una sinagoga!

Tercer papelón: a cuatro cuadras de mi negocio está el tercer papelón correntino, se trata de la estatua de Don Tránsito Cocomarola, el “Taita del chamamé”, uno de los hombres “iconos” de la música correntina comparables a Raulito Barboza, Ramona Galarza, Miqueri y otros tantos cantautores correntinos.
Tampoco hay mucho problema con Don Tránsito porque en Corrientes no hay muchos días de intenso frío, pero como el tiempo ahora no es previsible y el invierno suele ser muy inestable y hay que tomar precauciones y ponerse las mochilas correspondientes y aumentar las defensas, sería recomendable ponerle botas al gran chamamecero y sacarle los ridículos mocasines que le pusieron! Se ve que el escultor no era de estos pagos porque los mocasines son para el verano y para los chicos del barrio norte de Buenos Aires. Aquí los chamameceros usan pañuelo, bombacha, botas y cuando hace mucho calor alpargatas, pero mocasines nunca!













Papelones en Curuzú
Como conozco Curuzú conozco todos los papelones habidos y por haber, pero me voy a remitir a algunos que conozco perfectamente porque pertenecen o tocan directamente a mi familia.

En el mismo patio del ACYAC hay un monolito que dice: “Monumento ‘probablemente funerario’, donación familia Villar”. Ninguna más grande que esa por varias razones:
1) Se trata de un monolito que la Asociación de Maestras Curuzucuateñas hizo hacer en agradecimiento al Coronel Llopart, por las donaciones que éste hizo a las escuelas de Curuzú.
2) No es monumento funerario, es un monolito para ser ubicado en una plaza o en la escuela Belgrano, a la que tanto ayudó.
3) El monumento en cuestión fue donado por mi hermano el Dr. Osvaldo José Raso, quien lo recibió en pago por trabajos dentales al Bocha Villar y yo mismo ayudé en el traslado del monolito, cuya base era mucho más grande que la actual, es decir le falta una parte ya que su altura original era de tres metros veinte, parece que una parte se quedó por el camino. El monumento fue sacado con mucho esfuerzo de la casa de los Villar haciendo cruz con la iglesia central y pegado a la comisaría. Participaron varios amigos de mi hermano en el traslado, entre ellos Lapeyre y se usó la grúa de unos hermanos que vivían haciendo cruz con el actual Colegio Nacional, de profesión tapiceros. Por esa actitud y otras más le fue entregada la orden ACYACTICA en el final de su vida y por ello espero que la familia Villar y ACYAC pongan las cosas en su lugar.
4) Otro papelón en el mismo lugar. En el año 1974, mi madre, María Remedios Reina de Raso, otorgó en custodia a ACYAC una parte importante de nuestra colección de armas. La misma iba a estar en ese lugar hasta que mi hijo Alberto Mario Raso Montes cumpla la mayoría de edad, lamentablemente el único que sabía del caso era el Dr. Borderes y como las palabras se las lleva el viento, a nosotros nos quedaron únicamente las fotos y una carta de mi madre donde me avisa del destino de esa colección. De cualquier manera eso no es importante porque nunca la hemos reclamado y además las armas están en ese lugar y con una inscripción que dice: “Donación familia Raso, armas pertenecientes a la batalla de Pago Largo (1841)” lo cual es recontra inexacto, porque si bien hay varias que fueron encontradas allí, las otras treinta y seis son de la primera y segunda mundial. Me parece que ya es hora que un lugar tan importante como ACYAC esté manejado por alguien idóneo, o por lo menos por alguien con sentido común, 50 o más años de diferencia entre un objeto y otro es mucho tiempo!
5) El quinto está en el cementerio donde a la entrada hay un busto al que le falta un botón y dice “A mi Elena”, pero no aclara de qué Elena se trata y se le atribuye a Elena Erro, pero ningún Erro conoce a Elena y eso crea una confusión general que nadie sabe, yo sé que no es un simple monumento y que tiene 3 subsuelos y conozco también el juicio que perdió el esposo de Elena por el botón y el escultor italiano que lo hizo, pero tampoco sé de que Elena se trata, si alguien lo sabe le ruego que me lo cuente, porque “Elenas” hay muchas, pero como esa ninguna!

“Y como para muestra basta un botón, se terminó el papelón”

Alberto Raso – Tatín –